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La soterrada crítica de la derecha al rol de Lavín como jefe de campaña de Matthei Estrategia política y liderazgo interno bajo cuestionamiento

La soterrada crítica de la derecha al rol de Lavín como jefe de campaña de Matthei

Claudia Rivas Arenas
Por : Claudia Rivas Arenas Periodista de El Mostrador @crivasa
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Un amplio sector del oficialismo estima que el ex ministro de Piñera no ha sacado el partido que debiera a la abanderada y que carece del liderazgo que le permita enfrentar, desde el comando, un escenario tan cuesta arriba para el oficialismo como el actual. Las críticas son múltiples y van desde la molestia que existe por una estrategia populista sin relato, hasta la mala performance por los temas de DD.HH. y la encuesta CEP.


Cuando la UDI nominó como su abanderada presidencial a Evelyn Matthei, sorprendió —por decir lo menos— que ella confirmara al ex ministro de Desarrollo Social, Joaquín Lavín, como su generalísimo. Ello, porque en la tienda eran conocidas las diferencias que la ex ministra siempre manifestó con muchas de las posturas planteadas por Lavín en temas emblemáticos. Ahora, mientras encabeza la campaña, le ha costado empalmar las diferentes visiones que integran el comando, lo que no sólo ha redundado, según comentan en la derecha, en la mala performance de la ex titular de Trabajo, sino también en la “falta de compromiso” de los aspirantes al Congreso, de hecho ya en la propia UDI varios han pedido a Laurence Golborne que refuerce sus respectivas candidaturas. La crítica más fuerte que se le hace al ex secretario de Estado es que la campaña de la Alianza “no tiene relato” y que el comité estratégico que diseña las políticas “se le va en collera”. De lo que se deduce una significativa carencia de coordinación que perjudica el trabajo, por lo que ya se especula cuánto más durará en el cargo.

En general, las miradas más críticas hacia la conducción de Lavín provienen de Renovación Nacional, ya que nunca se superó el mal inicio que tuvieron con él mientras dirigió la campaña de Pablo Longueira, oportunidad en que representantes de la tienda de Antonio Varas incluso le solicitaron al entonces abanderado otro interlocutor. Por lo mismo, en el partido de Carlos Larraín les cuesta comprender, aún ahora, que Matthei haya hecho la opción de seguir con Lavín. Tal vez, porque en la UDI también se sabe que ella discrepaba con muchas de las ideas que su jefe de campaña ha desplegado durante su larga carrera política, es que se bromea con que “el cargo de candidata venía con jefe de campaña incluido”. Todo esto siempre muy soterradamente, porque como comenta un parlamentario, “nadie hace las críticas de frente. Todos pelan y se quejan de lo mal que está la campaña, incluso mientras están en el comando, pero nunca lo dicen formalmente. Como se hace siempre en la UDI, no más”.

Otro legislador ironiza con la “falta de liderazgo” que habría mostrado Lavín, pese a su larga trayectoria política; al punto que bautiza al comité estratégico, que diseña las políticas y estrategias de campaña, bajo el nombre de “Yo Fútbol Club”, porque todos los que lo integran tienen un objetivo propio que no tiene que ver con la campaña y todos trabajan para sí mismos, nadie para el equipo”, en lo que le se le asigna una especial responsabilidad al jefe de campaña. Tras lo cual surge la idea de que no se ha logrado generar mística en torno a la campaña, porque “lisa y llanamente, y parafraseando a (Pablo) Longueira, no hay relato”, sostiene un parlamentario de RN que, adicionalmente, asegura que la campaña presidencial “no es tema” en su partido y que todos están concentrados en hacer los mayores esfuerzos en sacar adelante la parlamentaria. De ahí que “lo mal que Lavín lo ha hecho no es sorpresa para nadie” y no hay señales —admiten— de que vaya a haber un cambio significativo en el curso de la campaña, “en Renovación, al menos, la mayoría que no integramos el comando, nos estamos centrando en nuestras propias pegas”.

[cita]Un analista del sector tiene la convicción de que la molestia con Lavín se debe a que no ha sabido levantar la campaña presidencial de Matthei. Según plantea, lo que habría hecho hasta ahora es “tratar de reeditar su propia campaña, porque está convencido que esa estrategia es que la que reditúa, desde el punto de vista electoral”. En este contexto, lo que estaría haciendo el jefe de campaña “más que buscar llegar a un voto de centro informado, va por el voto popular lo más desinformado posible. De hecho, está haciendo caer a la candidata derechamente en el populismo”.[/cita]

Al ex alcalde se responsabiliza de la serie de errores que habría cometido la candidata presidencial en temas tan sensibles como la conmemoración de los 40 años del Golpe de Estado. Incluso en la propia UDI porque, si bien es un tema que preferían evitar en la tienda, no son pocos los que estiman que la reacción de Matthei fue “poco empática” y que “podría haber dicho lo mismo de una manera políticamente correcta”. Es más, ha habido quien estima que Lavín “no tiene el carácter para hacer de jefe de campaña de una mujer como Evelyn Matthei. Una mujer normal es difícil, con mayor razón una con el carácter fuerte que tiene ella”, comenta un representante gremialista. De ahí que se haya sacado a colación la figura del alcalde de Las Condes, Francisco de La Maza, atribuyéndole una serie de ventajas que, aparentemente, algunos estiman habrían encajado mejor con la abanderada, como la “capacidad de estructurar equipos eficientes”. Y todo, porque la labor de Lavín “está muy mal evaluada”, pero no sólo en el comando o a nivel parlamentario y de partidos, sino también desde el gobierno, donde claramente no agradó la fórmula inicial elegida para salvar el tema de los 40 años de Golpe. Tampoco agradó del todo el diseño elegido por el jefe de campaña para enfrentar las malas cifras de la encuesta CEP, abriendo un flanco con el think tank. En cambio, tanto desde Palacio como desde RN apreciaron mejor el diseño elegido por la vocera Lily Pérez.

Un analista del sector tiene la convicción de que la molestia con Lavín se debe a que no ha sabido levantar la campaña presidencial de Matthei. Según plantea, lo que habría hecho, hasta ahora, es “tratar de reeditar su propia campaña, porque está convencido que esa estrategia es que la que reditúa, desde el punto de vista electoral”. En este contexto, lo que estaría haciendo el jefe de campaña “más que buscar llegar a un voto de centro informado, va por el voto popular lo más desinformado posible. De hecho, está haciendo caer a la candidata derechamente en el populismo”. Ello, porque el perfil natural de la abanderada, dice el experto, “está más en sintonía con un electorado muy informado, al que se llega con ideas que apunten a la gestión eficiente, pero para Lavín eso no reditúa, ahí hay un techo. Entonces, lo que busca es ir por el voto popular al que llega (Michelle) Bachelet”.

Paralelamente, “intenta mantener el voto duro que fue el que le dio el triunfo a Longueira en la primaria. Para eso es que insiste en propuestas como las de seguridad pública que apuntan a ese segmento. Pero como esas son sólo 800 mil personas, está empujando a la Matthei hacia el mundo popular, a que le dispute los votos a la Bachelet”. Lo que se traduce, añade el cientista político de la Alianza, en que se genere una fuerte resistencia a este proceso en un importante sector de la derecha, ya que “se percibe una intensa campaña de terreno, pero sin contenido”.

Y ni hablar de la performance del generalísimo en el programa Protagonistas de Canal 13. En el comando se ironiza con el “nunca más” que planteó Lavín el año 2006, en relación con los atropellos a los derechos humanos en dictadura y la respuesta que la ahora abanderada dio a la prensa cuando se le consulto qué pensaba sobre estos dichos: “Esa es la última tontera de Joaquín Lavín”. Según afirma un integrante del comando, esa situación “describe cómo ha sido siempre la relación entre ellos, por eso que asombró tanto que lo ‘eligiera’ justo a él como su jefe de campaña”.

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