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Vocero de la Corte Suprema y violadores a los DD.HH. en dictadura: «Soy partidario de que las condenas no sean muy duras» Aseguró que la labor de los jueces era imposibilitada por la falta de información

Vocero de la Corte Suprema y violadores a los DD.HH. en dictadura: «Soy partidario de que las condenas no sean muy duras»

El magistrado Hugo Dolmestch apeló al «margen de error» que el tiempo ha conferido a la posibilidad de establecer sanciones a los autores de los crímenes y aseguró que estos «han recibido otro tipo de sanciones» en un sentido mas bien social y moral. Asimismo descartó que el máximo tribunal del país haya debatido sobre la necesidad de pedir perdón respecto de su actuar durante el régimen militar.


En el contexto del transcurso de los cuarenta años desde que ocurrió el Golpe Militar que dio inicio a la dictadura de Augusto Pinochet y la seguidilla de análisis, reflexiones y disculpas públicas que han protagonizado figuras políticas de distintos bandos políticos, el vocero de la Corte Suprema, el ministro Hugo Dolmestch, se refirió a la posibilidad de justiciar a las víctimas de violaciones de DD.HH. y a los autores de estos abusos. En este sentido el magistrado aseguró en entrevista con CNN Chile que «la plena justicia es imposible», agregando que «se ha podido hacer mucho, establecer la verdad, algunas responsabilidades, pero justicia plena no».

Sin embargo, aunque el jurista recalcó la necesidad de que se devele «más verdad» sobre los abusos cometidos en la dictadura, dijo no ser partidario de que los autores de estas violaciones a los DD.HH. sean sometidos a condenas «muy duras». «Si usted empieza a leer los procesos en esta época, interrogar a gente ahora cuando ya sus superiores jerárquicos se han muerto, su verdad no es cien por ciento verdad. Al aplicar una sanción a personas que tienen un grado de responsabilidad relativa o a lo mejor completa, no sé, hay un gran margen de error. Es bueno saber los hechos, aplicar algunas sanciones que no sean… Yo soy partidario de que las condenas no sean muy duras», señaló el magistrado.

«Yo pienso que como la verdad no es absoluta, debería haber un margen de error. A 40 años hay un margen de error. Además, el transcurso del tiempo, a mí se me he ocurre que la gente que ha participado de esto también ha recibido otro tipo de sanciones. No creo que sea fácil para alguien mirar de frente a sus hijos, nietos, que esto se sepa públicamente», añadió.

Este miércoles, la Asociación de Magistrados pidió disculpas por su desempeño durante la dictadura y por la «la vulneración de los derechos básicos de la persona humana producidos durante el régimen dictatorial. (…)el Poder Judicial y, en especial, la Corte Suprema de la época, claudicaron en su labor esencial de tutelar los derechos fundamentales y proteger a quienes fueron víctimas del abuso estatal”, señalaron a través de un comunicado.

Al respecto, Dolmestch descartó referirse directamente al tema señalando que «esta entrevista se me ha pedido como vocero de la Corte Suprema, yo soy representante de la Corte y la Corte no tiene noticia de ello (el gesto de la Asociación de Magistrados). No la voy a comprometer». Asimismo dijo no estar al tanto de la existencia de un debate al interior de la institución sobre esta posibilidad de pedir disculpas públicas pero aseguró que «no me cabe duda de que se va a plantear y va a salir una determinación».

Consultado por su postura personal al respecto, el magistrado dijo que «el perdón es una actitud individual íntima cuando uno siente un grado de responsabilidad. Todos tenemos un grado pero para pedir perdón… no sé si estaré en ese grupo». A esto agregó que «yo pienso que no podía hacer más» y que «nadie está obligado al suicidio (laboral)».

El magistrado se refirió además a las dificultades que tenían los jueces en esa época al tener que pedir los informes sobre detenciones a la policía o al Ministerior del Interior. «Las informaciones que llegaron en esa época eran muy sesgadas, casi no había información».

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