«Si yo creyera que mi petición de perdón ayudara a la reconciliación nacional lo haría, pero francamente creo que estarle planteando al otro la obligación de pedir perdón para humillarlo, para tratar, en definitiva, de que el gobierno militar se redujo a una asociación ilícita, del mal y del robo, negando las grandes obras que hizo, evidentemente yo no me voy a poner a esa cola», dijo el diputado de RN en el programa Tolerancia Cero.
El diputado de Renovación Nacional Alberto Cardemil descartó la posibilidad de “pedir perdón” por las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura militar, aunque reconoció que, en su calidad de subsecretario del Interior entre los años 1984 y 1988, podría “haber hecho mejor las cosas”.
Entrevistado la noche del domingo en el programa Tolerancia Cero de Chilevisión, Cardemil dijo que si él pedía o o no perdón no era un aporte a la reconciliación, sobre todo porque considera que no todo lo obrado por el régimen militar fue malo, destacando el rol que jugaron civiles como él para facilitar la transición.
«Si yo creyera que mi petición de perdón ayudara a la reconciliación nacional lo haría, pero francamente creo que estarle planteando al otro la obligación de pedir perdón para humillarlo, para tratar, en definitiva, de que el gobierno militar se redujo a una asociación ilícita, del mal y del robo, negando las grandes obras que hizo, evidentemente yo no me voy a poner a esa cola», dijo el legislador oficialista.
Y añadió que “si todos los actores nos convocamos y nos planteamos, vamos mutuamente a reconocer errores para dar vuelta la página y tener un país mejor lo haría. En las cirscunstancia actuales, francamente no creo que aporte nada».
Respecto a su rol durante la dictadura dijo que “yo fui subsecretario en un momento específico entre 1984 y 1988, y por supuesto que tengo respecto de esa gestión, una responsabilidad política. Y creo obviamente que uno la tiene que asumir”. Y enfatizó que podría “haber hecho mejor las cosas en el desempeño de mi cargo”.
Cardemil también lamentó que el Presidente Sebastián Piñera hablara de “cómplices pasivos” del Golpe Militar del 11 de septiembre de 1973, ya que “la palabra complicidad denota un grado de autoría penal y creo que en eso se equivocó. No soy cómplice ni me siento aludido».
Respecto a las violaciones a los DD.HH. dijo “las condeno y las he condenado siempre” y destacó que “en mi tiempo intervinieron los jueces y los autores de los delitos están presos”.
Asimismo, se mostró orgulloso del trabajo que durante los 17 años del régimen de Augusto Pinochet desempeñaron civiles como él, quienes, afirmó, ingresaron a ese gobierno “para organizar la salida, de la que me enorgullezco siempre».
Y agregó que “la realidad de los civiles que trabajabamos en la transición estaba complicada por la situación de guerra sucia, de la cual a uno le llegaban elementos parciales de información (…) Hay algo que no se toma en cuenta: fue la actuación del FPMR, brazo armado del PC. Hubo 56 asesinatos mientras fui subsecretario, internación de armas, atentado al presidente de la República».
