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Jaime de Aguirre: “Sí, esperábamos este impacto de audiencia” Director Ejecutivo y la exitosa apuesta de Chilevisión por los 40 años del Golpe

Jaime de Aguirre: “Sí, esperábamos este impacto de audiencia”

Alejandra Carmona López
Por : Alejandra Carmona López Co-autora del libro “El negocio del agua. Cómo Chile se convirtió en tierra seca”. Docente de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile
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Ni una pizca de falsa modestia; De Aguirre siempre creyó que con “Ecos del desierto” y “Chile, Las Imágenes Prohibidas”, lograrían llegar al corazón de los televidentes. Aquí analiza las razones de las buenas cifras y compara lo que puede decir ahora con lo que se podía contar en los ’90, cuando fue director de Programación de TVN, “con un Pinochet que pasó vivo durante toda esa época, siendo Comandante en Jefe, senador designado, era otra realidad”.


En una nueva conmemoración del Golpe, Chilevisión no empató la historia. Con imágenes crudas y un revisionismo que dejó sobre la superficie lo peor del régimen, se ganaron a la audiencia con “Ecos del desierto” –la producción de Andrés Wood basada en la vida de Carmen Hertz– y las postales tristes de la historia reciente en “Chile, las imágenes prohibidas”.

Sentado en su oficina, en el mismo lugar donde se encuentran los estudios de CHV, con música clásica de fondo y cinco monitores de Televisión, Jaime de Aguirre, director ejecutivo de la estación, cuenta que nunca tuvo dudas del éxito que tendrían con la apuesta que los puso por sobre los demás canales de televisión.

«Lo que nosotros hicimos de alguna manera fue tomar los dos pilares sobre los cuales se basa la televisión. Uno es la ficción y el otro la información. Los dos géneros que nunca han pasado de moda han sido estos. Y desde ambos puntos de vista nosotros estuvimos presentes en la conmemoración de los 40 años del Golpe Militar. Sin duda, y como se comprobó, son de gran interés público”, dice.

-¿Dónde están las razones de ese éxito?
-Ha habido un estado de madurez en el país que requería de una manera más profunda, en primer lugar, y con mayor calidad, desde todos los ámbitos, conmemorar esta fecha. No sólo desde la perfección, del equilibrio matemático, sociológico o filosófico, si no que también desde la cercanía y los sentimientos. Eso fue lo que hicimos. En el caso de “Chile, las imágenes prohibidas”, hicimos un recuerdo de lo que fue la década de los 80 producto del Golpe Militar con imágenes que, si bien es cierto algunas se conocían, estaban prohibidas de ser vistas de manera masiva por el público en general. Sobre esa base hilamos, contamos la historia, desde ahora, tantos años después, una visión de lo que era el Chile de la época. Y luego ‘Ecos del desierto’ que es una historia concreta, uno de los periodos más negros de la historia del país después del Golpe, como lo fue la Caravana de la Muerte. De la mano, en conjunto con Wood y su productora llevamos a cabo una serie de ficción”.

[cita]Ha habido un estado de madurez en el país que requería de una manera más profunda, en primer lugar, y con mayor calidad, desde todos los ámbitos, conmemorar esta fecha. No solo desde la perfección, del equilibrio matemático, sociológico o filosófico, si no que también desde la cercanía y los sentimientos. Eso fue lo que hicimos. En el caso de “Chile, las imágenes prohibidas”, hicimos un recuerdo de lo que fue la década de los 80 producto del Golpe Militar con imágenes, que si bien es cierto algunas se conocían, estaban prohibidas de ser vistas de manera masiva por el público en general. [/cita]

-¿Cuándo comenzaron a preparase con estas dos series?
-Este año. La veníamos pensando a fines del año pasado. Sabíamos que teníamos que hacer algo, lo hicimos para la conmemoración pasada con un programa que se llamó “Septiembre”. Y sabíamos que para los cuarenta debíamos hacer algo, sobre todo porque nuestro punto de vista nos decía que era el momento.

-¿Fue intuición? ¿O hay certezas de que la gente requiere ver más sobre la dictadura?
-De todo un poco. Sobre todo ver en una forma más directa, sin complejo, más cruda. Una forma donde se cuentan las verdades completas y traspasar experiencias. Porque finalmente la historia es experiencia para poder enfrentar el futuro. Y eso se hace de la manera menos eufemística y más directa. Y eso era para lo que nosotros creemos que el país estaba preparado. Y por supuesto con ganas de escuchar las historias. Hay mucha gente que no vivió esa época. Y hay historias que se comienzan a desdibujar, redibujar, y a nosotros nos interesaba que se contaran desde fuentes directas y con testimonios directos.

-¿Como lo de Carmen Hertz?
-No es casualidad, es un testimonio viviente de un episodio muy oscuro de nuestro país. Y lo mismo con Imágenes Prohibidas, es un testimonio viviente y documental de algo real, verídico, que nosotros sentimos que la gente no sólo debe conocer sino que también quería conocer.

-¿Qué los hizo darse cuenta de esto?
-No tuvimos una epifanía mágica. Esto es producto del trabajo que diariamente nosotros hacemos a través de todos nuestros programas. Hoy la gente demanda veracidad y autenticidad acerca de sus problemas y sensaciones. La televisión opera cada vez más como puente entre el pensamiento institucional y el pensamiento real de la ciudadanía. Uno nota que hay demanda al respecto. Además la tecnología ha avanzado lo suficiente como para que la gente protagonice sus verdades y de alguna manera presione a la TV para que estas realidades aparezcan y se hagan colectivas. Hoy es más real que nunca que la tv se ha convertido en la plaza pública de las demandas, los sentimientos, las alegrías y las penas colectivas. Y eso uno lo nota porque sabe lo que la gente demanda.

-¿Pero tiene que ver la coyuntura de los 40 años del Golpe o es un estado del país?
-Creo que el tiempo pasa. El ser humano es aficionado a recordar fechas precisas. Lo hacemos para la Navidad en un sentido, para el Día de Todos los Santos y para el 18 de septiembre. El Golpe Militar se ha convertido en un hito muy importante en el país, por lo que la fecha también ayuda.

Otro Chile

-¿Cuáles son las diferencias con la apuesta de los otros canales?
-Te puedo hablar de lo que hicimos nosotros. Lo tomamos con mucha seriedad. Con mucho afecto, y con mucho profesionalismo, eso es lo que puedo decir. Lo demás no tuve mucho tiempo para verlo, y si lo hubiera visto, no quisiera opinar de la competencia porque no me corresponde.

-¿Qué le parece el impacto de la audiencia? ¿Se lo esperaba?
-Sí. Te voy a ser muy franco, creo que sí. Apostamos por estos dos formatos y nos concentramos en ellos, porque apostamos a que la audiencia iba a responder. Y nos respondió, prácticamente todas las noches fuimos primera audiencia, por ahí nos ganaron en algunos puntitos con una teleserie. Pero da lo mismo. Tiene una audiencia masiva, se produjo buena comunicación entre el canal y la audiencia, y recibió un gran respaldo.

-Según varios realizadores audiovisuales hay una sensibilidad especial en el público y tiene que ver con las movilizaciones que han sacudido al país, especialmente desde 2011. ¿Comparte esta visión?
-No sé si después del 2011. No nos olvidemos que antes estuvieron los pingüinos y nosotros estuvimos muy presentes en ese movimiento. No hay una fecha exacta. Es una evolución de la ciudadanía que se ha hecho más presente a través de las redes sociales, los cazanoticias, y ha hecho sentir su voz como ciudadano y consumidor. Y yo creo que eso ha influido. A nosotros nos interesan las audiencias como aliado estratégico. No somos canal de Iglesia, del Estado o de empresas, nuestros principales aliados son las audiencias y trabajamos de la forma más directa con ellos. Estamos atentos a lo que pasa con la sociedad. Un medio de comunicación tiene que tener como principal objetivo entender la sociedad en la que vive para tener éxito. Tratar de contextualizar de la forma adecuada, saber mirar, ver y escuchar.

-Y es más fácil cuando el dueño del canal no está sentado en la mesa del poder, sino que es un extranjero…
-Yo no diría eso. Creo que las características de una empresa como la nuestra, Turner, es que es internacional, impersonal sí. Eso es una ayuda porque ahí se valoran el profesionalismo, los resultados, cosas objetivas. Pero no necesariamente un dueño tiene que ser un impedimento para hacer este tipo de televisión.

-¿Cómo decía que CHV no es un canal ligado a las empresas?
-No, no, no. Somos una empresa, por favor, somos una empresa súper privada, internacional. Lo que digo es que nuestros contenidos son producto de una alianza muy directa con el público. No estamos más que al servicio de nuestras audiencias, y si eso lo hacemos bien, estamos haciendo una buena empresa.

-Fue director de programación en los ’90 en TVN, ¿cuál es la diferencia de lo que se podía tocar en ese minuto y ahora con respecto al Golpe de Estado y los DD.HH. en dictadura?
-Yo creo que nuestro país ha evolucionado enormemente. Durante los ’90 vivimos una transición. El principal objetivo, al menos desde la TV, era reinstalar temas democráticos, abrirse a temáticas nuevas, legitimar la nueva democracia. Con un Pinochet que pasó vivo durante toda esa época, siendo Comandante en Jefe, senador designado, era otra realidad. Hoy las demandas son distintas. Hay más demandas sociales, interesa ver la historia directamente, con mayor verosimilitud. Hoy los ciudadanos son consumidores que vitrinean, eligen, demandan, reclaman y a nosotros nos parece adecuado estar ahí. Esa es la gran diferencia. La mirada de los ‘90 fue más institucional, la del Siglo XXI está siendo una mirada más social, mas horizontal con las instituciones y la sociedad. Es una diferencia que hace que los medios hayan evolucionado hacia eso.

-¿Y habían más poderes sobre ustedes…?
-Era más institucional. Había que reconstruir instituciones, gobierno, Estado, la misma legitimidad de los medios de comunicación. La apertura hacia otros temas, la legitimidad, sin ir más lejos, de la huelga, una serie de actividades propias de la democracia y que se reinstalaron en los ’90. Obviamente que las miradas son otras.

-¿Había una lupa mayor para tratar temas como éste, el de la dictadura?
-Probablemente. Había más cuidado. Se estaba tratando re reinstalar una conversación cívica democrática que requería ciertas prudencias. La democracia no llegó avasallándolo todo, sino que se fue instalando de la manera más ligada a las posibilidades. Eso hace una diferencia con una época como la de hoy en la que todo está más maduro. Nos sentimos más legítimamente poseedores de una democracia que nos tiene que servir como instrumento de desarrollo, de salto adelante, de no quedarnos pegados, de progresar en lo económico, en lo temático, en lo social.

-¿Cómo se toman la cantidad de reclamos que hubo en el CNTV por las imágenes prohibidas?
-Se toma como lo que es. Una cantidad de reclamos que tienen el legítimo derecho a hacerse y que el CNTV tendrá que ver si acaso lo considera o no. A nosotros no nos ha llegado ninguno concreto.

-¿Lo que hicieron ahora es una mirada que va a seguir teniendo CHV o es sólo por la coyuntura?
-Nosotros hemos tenido una mirada original en muchos temas desde siempre y procuramos que eso vaya siendo acorde con los tiempos. Cuando hablamos de las celebridades y la farándula, dijimos que nosotros tenemos una mirada de responsabilidad. Por ejemplo, de que aquel que ha tomado la decisión de ser una celebridad basado en su popularidad y en las fotos que se le saca, y en sus declaraciones en televisión tiene que estar dispuesto a responder frente a ello y frente al público. Sobre esas bases generamos nosotros la legitimación del comentario de espectáculo y farándula. Dijimos que el canal tiene que estar al servicio de la ciudadanía y abrirle espacio a ésta en lugar de instalarse desde un pedestal a decir: esto es lo que la gente quiere ver.

Y en lo personal ¿quedó contento con el resultado? ¿Se parece a lo que usted vivió?
-No me voy a prestar a, más encima desde un medio de comunicación, a cubrir una mentira. Acá estamos hablando, y es parte del trabajo que hicimos, de temas que son verdad. Son verdades que yo viví y de mucha gente. No estamos inventando nada.

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