El abanderado del PRO dijo que esperaba que el Presidente Sebastián Piñera sí tenga el «coraje» de terminar con el recinto carcelario, el que a su juicio «ofende la moral, el alma y la memoria de Chile».
El inmediato cierre del Penal Cordillera exigió el candidato presidencial progresista Marco Enríquez-Ominami. “Esperamos que el Presidente de la República tenga el coraje y determine el cierre definitivo del Penal Cordillera, cosa que no hizo la Concertación cuando estuvo en el poder”, señaló el abanderado del pacto Si Tú Quieres Chile Cambia.
Enríquez-Ominami agregó que el país tiene una sobrepoblación penal del 23%, lo que «es un problema de hacinamiento que afecta los derechos humanos de los reclusos, su rehabilitación y reinserción. Un poeta decía que la calidad de la sociedad se ve en el trato que le dan a sus presos, y Chile les da un trato inhumano”.
“Frente a esto, en un penal como el Cordillera, existen 10 reclusos resguardados por 38 gendarmes. Como lo ha dicho el Presidente de la República, a él le molestan los cómplices pasivos, y el privilegio que se le ha dado al criminal Manuel Contreras es señal de cómplices pasivos. El gobierno anterior y este gobierno caen en lo mismo, son cómplices pasivos, nada han hecho para terminar con un privilegio inaceptable, que ofende la moral, el alma y la memoria de Chile, este penal es una ofensa a Chile”, enfatizó.
Enríquez-Ominami afirmó que «existen delincuentes de cuello y corbata que deberían estar presos y no lo están, como los ejecutivos coludidos de las farmacias, o los de La Polar; ellos también deberían estar privados de libertad y no gozando de privilegios absurdos o con clases de ética».