«Nuestro prestigio como funcionarios (…) no lo hemos ganado violando los derechos humanos, no lo hemos ganado haciendo desaparecer a nadie, no lo hemos ganado mintiendo y traicionando a la patria sobre la base de las atribuciones que la ley nos ha otorgado”, sostuvo el timonel del gremio, Oscar Benavides.
El presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios, Oscar Benavides, se sumó al debate por el Penal Cordillera asegurando que los gendarmes están “para servir a los funcionarios, a los internos de la población penal» y «no estamos para estar atendiendo a violadores de derechos humanos».
En entrevista con Radio ADN, el dirigente se refirió a las declaraciones del ex director de la DINA Manuel Contreras, quien dijo que al interior del penal tenía un gendarme para que le llevara el bastón.
“Nosotros entendemos que nuestro prestigio como funcionarios lo hemos ganado a través del esfuerzo, sacrificio y compromiso de nuestras mujeres y hombres, pero no lo hemos ganado violando los derechos humanos, no lo hemos ganado haciendo desaparecer a nadie, no lo hemos ganado mintiendo y traicionando a la patria sobre la base de las atribuciones que la ley nos ha otorgado”, resaltó Benavides.
«El proceso judicial para los militares condenados por casos de derechos humanos ya determinó su condena, por lo tanto desde ese punto de vista ya no se justifica mantener un recinto de este tipo en estas condiciones especiales, porque ya el proceso de condena, de investigación, se terminó, y ahora lo que tienen que hacer ellos es derechamente cumplir su condena”, agregó el representante de los funcionarios penitenciarios.
“Nosotros criticamos la tardanza del Presidente Piñera en estas materias. Nosotros creemos que aquí el toro por las astas se debió haber tomado hace mucho tiempo, una vez que ya se terminaron los procesos judiciales, tenemos que terminar con este tipo de recintos, porque generan una sensación de injusticia. Primero para la población penal que tenemos a nivel nacional, que son 54 mil reos que están en condiciones muchos infrahumanas, otros en condiciones un poco mejores en los recintos nuevos, pero mantener un recinto de este tipo, un despilfarro de recursos en términos de gendarmes, en términos de seguridad, en términos de metros cuadrados para la atención de unos pocos internos en esta condición, resulta en definitiva una verdadera afrenta para todo el resto de la población penal que se encuentra en condiciones terribles”, concluyó.
