La decisión del mandatario agudizó la tirantez existente con la UDI, lo cual se fue dando desde el inicio de la conmemoración de los 40 años del Golpe Militar y sus declaraciones respecto a los “cómplices pasivos” por las violaciones a los derechos humanos y las críticas a Matthei por haber apoyado la opción “Sí” en el plebiscito de 1988.
La decisión tomada por el Presidente Sebastián Piñera, de cerrar el penal Cordillera donde se encuentran 10 ex uniformados condenados por violaciones a los derechos humanos y entre quienes se encuentra el ex director de la DINA, Manuel Contreras, provocó la molestia en RN y la UDI, partidos que fueron sorprendidos por la determinación gubernamental y sus principales reclamos apuntan a que tiene un “efecto político” al reponer en la agenda las violaciones a los DD.HH., tema que complica a la Alianza y a la abanderada del sector, Evelyn Matthei.
De acuerdo a lo que señala La Tercera, el timonel de RN, Carlos Larraín, al conocer la información envió un mail al ministro del Interior, Andrés Chadwick, en el que cuestionaba duramente la medida y alertaba de las consecuencia política que tendría esta determinación y que la Alianza tendría que enfrentar, especialmente la candidatura presidencial de Matthei.
En el correo electrónico, Larraín manifestó su disconformidad con el cierre del recinto, recordando que su existencia fue determinada como una “política de Estado” que fue adoptada por un gobierno de la Concertación como lo fue el de Ricardo Lagos.
En su carta a Chadwick, el timonel de RN también expone que el cierre de la cárcel implica “agravar las penas” a los “oficiales generales en retiro” que están “enfermos”, lo cual significaba un “cambio injusto y excesivo en las condiciones”.
Sin embargo, el mail también evoca el “efecto político” que tendrá este tema, ya que para Larraín esto implicaba reponer en la agenda las violaciones a los derechos humanos, tema con el que la Alianza terminaba a merced de las críticas de la Concertación.
Sin embargo, Larraín no se quedó ahí y, según indica el diario, se comunicó con todos los miembros de su directiva para notificarles que esa la postura que asumiría públicamente y consultarles si alguno estaba en desacuerdo.
La molestia de Larraín fue secundada posteriormente por la UDI, quienes concuerdan con RN en el sentido que Piñera puso en una incómoda situación a Matthei, pese a que ella respaldó públicamente el cierre del penal.
El mismo día en que se conoció la decisión del mandatario, el generalísimo de la abanderada de la derecha, Joaquín Lavín, comenzó a contactar a parlamentarios oficialistas para que participaran al día siguiente en una vocería en la sede del comando y abordar públicamente este tema.
Los convocados fueron Gustavo Hasbún (UDI), quien no puso asistir, y Nicolás Monckeberg (RN), quien apuntó sus cuestionamientos a la Concertación al afirmar que “es una paradoja que el penal haya sido abierto con privilegios durante el gobierno de Lagos, y que sea cerrado, en respeto de la igualdad ante la ley, por el Presidente Piñera”.
En esa misma línea, Lavín también criticó a la oposición y apuntó sus dardos a la candidata de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, por no haber cerrado la cárcel Cordillera durante su mandato.
El cierre del penal también agudizó la tensión existente entre Piñera y la UDI, el cual se fue dando desde el inicio de la conmemoración de los 40 años del Golpe Militar y las declaraciones del mandatario respecto a los “cómplices pasivos” por las violaciones a los derechos humanos y las críticas a Matthei por haber apoyado la opción “Sí” en el plebiscito de 1988.
Los cuestionamientos a la decisión de Piñera apuntan a la vinculación del sector con el régimen militar y la no posibilidad de que Matthei pueda establecer una agenda propia, lo cual algunos reconocen que es una falencia del equipo del comando presidencial. Sin embargo, muchos acusan a Piñera de establecer una agenda paralela con miras a las próximas elecciones presidenciales de 2017.
