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Todas las dudas sobre la agenda energética de Bachelet y el proyecto HidroAysén Asesores en la sombra y falta de definiciones en el sector

Todas las dudas sobre la agenda energética de Bachelet y el proyecto HidroAysén

El tema es uno de los flancos abiertos de la ex mandataria, en cuya administración se aprobaron 42 termoeléctricas. Pese a ello no existe una comisión de Energía oficial, siendo el único rostro visible el ex ministro Eduardo Bitrán, quien se ha asesorado por emblemáticos cuadros de la tecnocracia concertacionista como Marcelo Tokman y Vivianne Blanlot. Todo bajo estricta reserva.


Cuando falta apenas un mes y medio para las presidenciales y los candidatos se aprestan para entrar a la recta final de las elecciones, los nombres de los miembros y colaboradores de una comisión clave de la candidata de la Nueva Mayoría son un completo misterio.

Se trata de Energía, sector que se transformó en un flanco complejo durante el pasado gobierno de Bachelet —principalmente en términos ambientales— por la gran cantidad de proyectos termoeléctricos aprobados, que llegaron a 42, y entre los que se cuenta la Central Campiche de Aes Gener que vio la luz, en gran parte, gracias a las gestiones del propio gobierno. Su período también se vio marcado por el fuerte lobby desde el Ministerio de Energía, liderado por Marcelo Tokman, para lograr la aprobación de proyectos energéticos complejos, como HidroAysén.

A mediados de agosto pasado, en una reunión con representantes de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Bachelet aseguró que la agenda energética sería una de las prioridades en su eventual gobierno.

Pese a ello y a que en un nuevo mandato de Bachelet deberá lidiar con un negro escenario energético, además de la papa caliente que significa HidroAysén, la identidad de los personajes que están definiendo los lineamientos y políticas se maneja bajo un completo hermetismo.

Lo único claro es que quien lidera el análisis de temas relacionados con Energía al interior del comando es el ex ministro de Obras Públicas, Eduardo Bitrán, quien forma parte de la comisión de Economía del equipo de apoyo de Bachelet y que hace unos días desmintió un reportaje de El Mercurio donde se señalaban algunos lineamientos de las propuestas del comando, que incluían transformar Enap en una empresa nacional de Energía.

Pero quiénes son los asesores trabajando en el proyecto energético de la candidatura, es un asunto que se maneja bajo cuerdas.

[cita]Hoy y en vista que aún está pendiente la aprobación de la línea de transmisión del proyecto —lo que es clave para que pueda concretarse—, la apuesta para hacerlo viable iría por dar luz verde a la carretera eléctrica pública, que sería la salida política que podría destrabar el proyecto hidroeléctrico que pretende inyectar al sistema 2.750 Mega Watts (MW). Esto porque la mayor piedra en el zapato para HidroAysén es justamente la línea de transmisión, que atravesaría ocho regiones donde se encuentran terrenos indígenas, parques nacionales, y un sinfín de dueños de terrenos. [/cita]

Fuentes internas señalan que “no hay una comisión de Energía en esta etapa”, sino que desde la comisión de Economía, Bitrán es el encargado de los temas energéticos. Tarea para lo cual consulta a expertos “cercanos a la Concertación y la Nueva Mayoría, pero no hay una comisión formal”.

El Mostrador solicitó reiteradamente la lista de integrantes y asesores de la comisión de Energía al comando, pero no hubo respuesta.

Los asesores en la sombra

Según diversas fuentes, entre los asesores de la comisión se encuentran varios ex secretarios ejecutivos de la Comisión Nacional de Energía (CNA), como Vivianne Blanlot.

Blanlot, que hoy es miembro del Consejo para la Transparencia, fue integrante de la Comisión Asesora para el Desarrollo Eléctrico (CADE) impulsada cuando Laurence Golborne era biministro de Energía y Minería.

El CADE, presidido por el ex ministro de Educación de Pinochet, Juan Antonio Guzmán, elaboró el modelo del proyecto de carretera eléctrica pública, anunciado en la cuenta de Sebastián Piñera en mayo de 2011, y que busca que el Sistema Interconectado Central (SIC) cuente con una línea de transmisión única. Lo que se ha interpretado como un salvavidas para HidroAysén, cuyo mayor obstáculo es justamente la aprobación de la línea de transmisión de más de 2 mil kilómetros, que aún no ha sido sometida al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA).

En el CADE también participaron el ex ministro de Energía, Marcelo Tokman y la actual directora de Energía y Cambio Climático de la Fundación Chile, Nicola Borregaard. Todos nombres que son vinculados hoy a la comisión de Energía del comando de Bachelet.

Sobre su rol en el comando de Bachelet, Marcelo Tokman precisa que no es parte de ninguna comisión, pero “ayudo a la gente del equipo programático en los temas que pueda aportar por mi experiencia, como Energía y Hacienda. Pero nada formal”.

Vivianne Blanlot señala que “he dado algunas opiniones, pero entiendo que hay un grupo de cerca de 20 personas que han participado en entregar material y distintos temas, así que soy una más de los que hemos dado opinión, esencialmente a Eduardo Bitrán”.

En tanto, Nicola Borregaard aclara que “no hay una comisión de Energía en el comando, Eduardo Bitrán maneja el tema. Y yo no tengo contacto directo con el comando”.

El factor HidroAysén

La falta de información sobre quién trabaja en estos temas juega en contra de la transparencia y sobre todo no permite tener luces de cuáles serán los lineamientos del tema energético de un eventual gobierno de Bachelet. La ex mandataria tampoco ha sido clara al respecto. De hecho, aún no existen propuestas oficiales.

En el caso de HidroAysén, que será un tema complejo por el que deberá responder si resulta electa, sus respuestas han sido ambiguas.

Por ejemplo, a fines de agosto pasado, Bachelet visitó Coyhaique sin cerrar las puertas al proyecto, ya que al ser consultada sobre el tema señaló que “bueno, yo lo he dicho ya muchas veces y no tengo dos discursos, lo mismo que dije en las primarias lo digo ahora. Nosotros creemos que tal como está el proyecto ahora no es viable. Nosotros hicimos lo que se tenía que hacer en un gobierno, en una etapa en que no se tenía la institucionalidad ambiental como la que tenemos hoy día”.

Respuesta que no descarta que, si existieren otras condiciones, la apuesta de Endesa y Colbún podría concretarse.

Según fuentes del sector, estos cambios en el escenario se habrían estado discutiendo entre los impulsores de la apuesta energética y el comando de Bachelet. Lobby que estaría vinculado principalmente a importantes miembros del PPD relacionados con HidroAysén, como el presidente de Endesa, Jorge Rosenblut y el vicepresidente ejecutivo del megaproyecto hidroeléctrico, Daniel Fernández.

Durante el gobierno de Bachelet, el entonces ministro de Obras Públicas, Eduardo Bitrán, a quien lo une una gran amistad con Jorge Rosenblut, respaldó explícitamente al proyecto, señalando que su desarrollo era prioritario para el país.

Las señales políticas a favor de la apuesta energética en ese período fueron diversas. El ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma y el titular de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), José Antonio Viera Gallo, dieron explícitos espaldarazos antes de que el proyecto ingresara al antiguo Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA). Tras su ingreso, el titular de Energía, Marcelo Tokman, mantuvo un gallito con la ministra de Medio Ambiente, Ana Lya Uriarte, que no respaldaba HidroAysén.

La postura de Tokman se reflejaba en las presiones a los servicios sectoriales que sus operadores Juan José Rivas y Jaime Bravo —que hoy es asesor de la comisión de Medio Ambiente del comando—, conocidos en el sector como “los hombres de negro” hicieron a favor del proyecto de los Matte, impulsando su rápida tramitación.

La apuesta gubernamental del gobierno de Bachelet, quien personalmente no quería pasar a la historia como la Presidenta que abrió la Patagonia a la construcción de represas, apuntaba a aplazar la aprobación hasta el próximo período presidencial, pero dejando cimentado el camino para que se concretara.

Hoy y en vista que aún está pendiente la aprobación de la línea de transmisión del proyecto —lo que es clave para que pueda concretarse—, la apuesta para hacerlo viable iría por dar luz verde a la carretera eléctrica pública, que sería la salida política que podría destrabar el proyecto hidroeléctrico que pretende inyectar al sistema 2.750 Mega Watts (MW).

Esto, porque la mayor piedra en el zapato para HidroAysén es justamente la línea de transmisión, que atravesaría ocho regiones donde se encuentran terrenos indígenas, parques nacionales y un sinfín de predios de particulares.

Además, para que el traslado de energía desde la Región de Aysén hasta la Región Metropolitana sea eficiente es necesaria una línea de corriente continua, que reduzca a la mitad la pérdida de energía transportada. El problema es que no permitiría que otros proyectos se cuelguen de ella, por lo que sería exclusiva para HidroAysén.

Por eso la carretera pública ideada por el gobierno de Piñera sería la respuesta. Sobre todo tomando en cuenta que la fase relativa a la construcción de las cinco represas ya está aprobada y cuenta con la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) correspondiente, que obtuvo en mayo de 2011. Solo está pendiente que el Comité de Ministros resuelva las reclamaciones presentadas tanto por la empresa como por opositores, lo que le ha tomado  más de dos años.

Según las mismas fuentes, la semana pasada habría sido clave para las supuestas conversaciones entre los gestores del proyecto y el comando de Bachelet, ya que se habría concretado un encuentro entre representantes de ambos para sellar un acuerdo al respecto.

Coincidentemente, el presidente de Endesa, el PPD Jorge Rosenblut, que vive en Miami, se encontraba en el país y el domingo volvió a mostrar sus cartas en una columna titulada “Energía: Chile no puede esperar”, publicada en La Tercera: “Sin duda, se necesitarán cambios legislativos que permitan, por ejemplo, que las comunidades reciban los beneficios de acoger los emplazamientos de las nuevas centrales. Para ello, es necesario avanzar en una hoja de ruta energética de Estado, independiente de la contingencia política y de los gobiernos, cuya elaboración cuente con la participación de todos los actores involucrados, autoridades, empresas generadoras, ONG, asociaciones gremiales, y el Poder Judicial y Legislativo. El bienestar de Chile requiere que demos ahora este paso…”, es parte de lo que escribió.

Sin embargo, desde el comando de la representante de la Nueva Mayoría la existencia de conversaciones con Endesa son negadas de plano y aseguran que “nunca hemos abordado el tema de HidroAysén como proyecto específico”. También señalan que no ha existido ni se proyecta algún encuentro con representantes de la eléctrica.

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