Estaban en huelga en empresa donde marido de la candidata integra directorio
Flanqueados por el candidato presidencial Franco Parisi, los dirigentes acusaron a la abanderada de la Alianza de no atender sus denuncias de prácticas antisindicales durante y después de la movilización. Y no dudan en relacionar la falta de atención de la ex ministra con el rol que juega su esposo en la compañía vitivinícola.
Hasta el comando del candidato presidencial Franco Parisi llegaron este jueves varios dirigentes sindicales de la Viña Concha y Toro, quienes además de manifestar su respaldo al economista frente a las denuncias que ha presentado en su contra la abanderada del oficialismo, Evelyn Matthei, acusaron a esta última de no recibirlos cuando se desempeñaba como ministra del Trabajo, pese a que la solicitud la efectuaron mientras protagonizaban una huelga legal que se extendió durante un mes y medio.
Flanqueados por el propio Parisi y el asesor de prensa de este último, Patricio Mery, los trabajadores no ocultaron sus sospechas de que la negativa se habría debido al hecho de que el esposo de Matthei, el ex consejero del Banco Central Jorge Desormeaux, es integrante del directorio de la viña.
“Aquí lo que nosotros queremos denunciar es la inconsistencia en el discurso de la señora Matthei, porque si como ministra del Trabajo no hizo nada por los trabajadores, mal lo podría hacer en el futuro siendo Presidenta de la República”, dijo el dirigente Ricardo Santana, recordando que tras el inicio del paro, el 8 de mayo pasado, “no tuvimos ninguna respuesta, ninguna señal de parte del Ministerio del Trabajo”.
Asimismo, aseguró que los problemas de “prácticas antisindicales” persistieron con posterioridad a la firma de un contrato colectivo, sin que existiera pronunciamiento alguno de la cartera. Indicó que intentaron a través de la dirección regional del Trabajo concretar una audiencia con la titular de la cartera, esfuerzo que resultó en vano.
“Hoy día, después de haber cerrado la huelga con un contrato colectivo al 20 de junio, seguimos teniendo problemas con la compañía por prácticas antisindicales, donde tenemos una clara injerencia de la compañía en la afiliación de los trabajadores a nuestro sindicato”, dijo. Y afirmó que, a pesar de que cuentan con un documento que acreditaría que los derechos de los trabajadores fueron vulnerados, “aun así la dirección regional del trabajo da claras señales, castigando solamente a la empresa para que, mediante una declaración pública, diga que no hace nada y, además, mandando a capacitar a los trabajadores cuando hubo claras discriminaciones”.
Ante este escenario, Santana dijo que “podríamos pensar claramente que aquí está ligado a que la señora Matthei es esposa del señor Desormeaux, el cual a la vez es director de la Viña Concha y Toro”.
Los trabajadores desde un comienzo dejaron en claro que estaban ahí por una invitación del propio Franco Parisi, quien el martes último, durante la entrevista que concedió al programa «El Informante», de TVN, sacó a colación los estados financieros de Concha y Toro, para demostrar que también mantenían deudas de imposiciones impagas a sus trabajadores, como ocurre con la sociedad que él integra junto a su hermano Antonino Parisi –Palermo Multimedia– respecto de los funcionarios de los colegios La Fontaine y Las Américas.
Parisi tomó posteriormente la palabra para acusar que era víctima de una “tortura política” y de una maquinación de los “poderosos” motivada por su alza en las encuestas.
“Nosotros estamos viviendo una tortura política. Esto es una maquinación política. Nómbreme una persona que recibe, él o su familia, más de cuatro querellas, denuncias, etcétera, contra su persona. Esto es una tortura política”, expresó.
En la oportunidad declinó referirse directamente a la investigación de la que está siendo objeto por la Fiscalía por la supuesta malversación de fondos cuando fue decano interino de la Facultad de Economía de la Universidad de Chile, pero volvió a cuestionar a la candidata de la Alianza por Chile por el episodio del “Kiotazo” en 1992 y a cuestionar el papel que jugó el padre de la ex ministra, el general (r) de la Fuerza Aérea, Fernando Matthei, como miembro de la Junta Militar durante la dictadura.
“Con el permiso de los torturados durante el período de la Junta, donde el padre de la señora Matthei moviendo este meñique los pudo haber salvado, lo mismo le digo yo, para que terminemos con la tortura política y el abuso del abusador”, afirmó, recordando el emplazamiento que hizo en abril la propia Matthei a Michelle Bachelet para que sus partidarios en el Congreso evitaran la destitución del ministro de Educación Harald Beyer.
E insistió en que “vamos a jubilar a Matthei y también a (Alberto) Cardemil, porque los cómplices de la dictadura, de las violaciones a los Derechos Humanos, tienen que quedar en el pasado. Yo soy un profesor que quiere ser Presidente de la República, y solamente para poder hacer que el poderoso sea menos poderoso”.
Y frente a la insistencia de los reporteros sobre el caso de la Facultad de Economía se limitó a señalar que “todas las respuestas que ustedes necesitan las tienen que dar los tribunales donde se están llevando estas causas. Ya no sé qué van a sacar, ya duermo tranquilo, porque cualquier cosa que venga ya no le tengo miedo. Esto es como Rocky, nos están dando duro, pero acuérdense, el round final se da el 17 de noviembre. Cuando pasemos a segunda vuelta y el poderoso va a ser menos poderoso”.
Antes de ingresar a la sede de su comando y cerrar la puerta para no recibir más preguntas, dio muestras de ofuscación: “¡Ustedes son periodistas, ya po’ hombre! ¿Cuántas veces a ustedes les han bajado una nota que perjudicaba al poderoso? Estamos haciendo temblar a la derecha ortodoxa, estamos haciendo temblar a la derecha de un período oscuro en Chile”, afirmó.
