El artículo vetado define el pluralismo como «el respeto a la diversidad social, cultural, étnica, política religiosa, de género, de orientación sexual e identidad de género».
Una serie de figuras de las artes y la cultura, agrupados en la Unión Nacional de Artistas (UNA), como el cineasta Silvio Caiozzi, el escritor Reynaldo Lacamara, los actores Mario Horton y Edgardo Bruna y el músico Alejandro Guarello, entre otros, expresaron su rechazo el veto parcial del Ejecutivo a la Ley de TV digital, asegurando que la medida presentada al Congreso por el Presidente Sebastián Piñera pretende eliminar el «principio del pluralismo».
El artículo vetado define el pluralismo como «el respeto a la diversidad social, cultural, étnica, política religiosa, de género, de orientación sexual e identidad de género».
El presidente subrogante de la UNA, Alejandro Guarello, recordó que un grupo de parlamentarios de la UDI luego de aprobarse la Ley de TV Digital, presentó un requerimiento para que el Tribunal Constitucional, TC, declarara la inconstitucionalidad de varios aspectos de la ley, entre ellos la promoción del pluralismo y la obligación de los canales de respetar los derechos de los artistas.
«Aunque el Tribunal Constitucional rechazó los argumentos de la UDI, el gobierno optó por eliminarlos a través del veto. Con esto no solo desconoce el trabajo de más de 5 años de los parlamentarios, sino que también el de la gran cantidad de agrupaciones de la sociedad civil que participaron de esta discusión. Se trata de un hecho inédito en la historia de nuestro país», indicó el dirigente de la UNA.
Guarello destacó que «con el veto del gobierno se eliminan aportes fundamentales de la ley como el principio de pluralismo y la necesaria regulación del funcionamiento de los canales», dijo, agregando que «el gobierno le teme a la diversidad y a la cultura».
Otra de las medidas censuradas se refiere a la incorporación del cumplimiento de las tres leyes que protegen a los artistas a la idea de «correcto funcionamiento de un canal», que el gobierno argumenta como innecesaria, por estar consideradas en las leyes. En este contexto, el dirigente explicó que «uno de los casos más emblemáticos es el de José Sosa, que durante 20 años de trabajo nunca fue considerado un trabajador de TVN. Tuvo que llegar hasta la Corte Suprema para que el canal le pagara cotizaciones».
La ley de TV contempla que, al menos, se programen obligatoriamente 4 horas semanales de programación cultural, al respecto Guarello indicó que «el veto se redactó de tal manera que en vez de ser el mínimo, las 4 horas se pueden interpretar como el máximo».
