Compañía aceptó la cifra y comprometió plan de acción de US$52.3 millones
Tras una investigación de 10 meses, el organismo fiscalizador detectó múltiples incumplimientos relacionados con emisiones atmosféricas y generación de malos olores, contenidos en distintas Resoluciones de Calificación Ambiental de la empresa. Sin embargo, se consideró como atenuante el que no se haya podido constatar si estos tuvieron o no un impacto directo en la salud de las personas.
Tras 10 meses de investigación, la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) resolvió multar a ENAP Refinerías S.A., titular del proyecto “Enap Refinerías Bío Bío”, por 865 UTA ($ 422.787.780), debido a «incumplimientos graves y leves» por parte de la empresa. La cifra es la mayor sanción que se ha impartido a una empresa estatal.
El Superintendente del Medio Ambiente, Juan Carlos Monckeberg Fernández, señaló que se procedió a sancionar a ENAP Refinerías S.A. porque, según la graduación establecida en la Ley Orgánica de la Superintendencia, se detectó una serie de incumplimientos relacionados con emisiones atmosféricas y generación de malos olores, contenidos en distintas Resoluciones de Calificación Ambiental (RCA) con que cuenta dicha instalación.
Los cargos que gatillaron la aplicación de las sanciones tienen que ver con: a) «los incumplimientos a las normas, condiciones y/o medidas establecidas en la RCA N° 187/2005, entre los que se cuentan no haber instalado el sistema de sellos dobles para el control de emisiones atmosféricas en 4 estanques de almacenamiento y no haber construido la torre separadora de amoníaco y el incinerador de tres etapas», y b) «incumplimientos a las normas, condiciones y/o medidas establecidas en la Resolución Exenta N° 16/ 2007, entre los que se cuentan no haber pavimentado las calles interiores del complejo industrial y no haber instalado ningún sistema de abatimiento de emisiones atmosféricas en la caldera B101»;
En tanto, respecto de cargos anteriores formulados por la SMA contra la empresa, se determinó absolver al titular «de los cargos formulados respecto a la RCA N° 133/2012, relativos al monitoreo de residuos industriales líquidos (riles). Esto, debido a que en sus descargos, ENAP Refinerías presentó las autorizaciones respectivas de la Superintendencia de Servicios Sanitarios y la Dirección General de Aguas».
La sanción fijada por la SMA es el resultado de una fiscalización realizada al complejo industrial Refinería Biobío de ENAP a comienzos de 2013. Al encontrar infracciones a sus RCA, se inició el procedimiento sancionatorio con la formulación de cargos a la empresa, ocurrida el 3 de junio de 2013, siguiendo luego el procedimiento de acuerdo a la Ley Orgánica de la SMA.
“Es importante recalcar que estamos realizando un trabajo muy acucioso. En este caso, realizamos una actividad en el marco del Programa de Fiscalización 2013 y nos encontramos con incumplimientos leves y graves a los permisos ambientales con que cuenta el proyecto y hemos aplicado la sanción que estimamos corresponde a nuestra Ley”, afirmó el Superintendente del Medio Ambiente, Juan Carlos Monckeberg.
El Superintendente agregó que entre los factores para determinar la multa se consideraron: el número de infracciones a las condiciones, normas y/o medidas establecidas en las RCA del proyecto; el beneficio económico obtenido con motivo de la infracción; la conducta anterior y la capacidad económica del infractor. Como atenuantes, se tuvo en cuenta que no se pudo constatar durante el procedimiento que se haya podido generar un riesgo para la salud de las personas como consecuencia directa de los incumplimientos detectados, y se suma la cooperación eficaz de la empresa en el procedimiento.
Por su parte, además del pago de las multas, ENAP comprometió un Plan de Acción que alcanza US$52,3 millones y que contempla el recambio de sellos dobles de los 4 tanques de almacenamiento; un plan para asegurar la eliminación de amoníaco en las Plantas de Azufre y la pavimentación de las calles interiores del complejo.
Por su parte, la empresa señaló a través de un comunicado de prensa que «respetamos la decisión de la Superintendencia» y que «estudiaremos los cursos a seguir».
Asimismo, señalaron que se encuentran desarrollando «un ambicioso plan de inversiones a corto, mediano y largo plazo, tendientes a elevar sus estándares operativos y ambientales. Estos y otros esfuerzos obedecen a nuestro compromiso de seguir avanzando en el mejoramiento permanente y continuo de nuestras operaciones, con respeto a trabajadores, comunidad vecina y medio ambiente».
