Ministro Larroulet habla de incertidumbre en la recta final de segunda vuelta
El titular de la Segpres sostuvo que los planes de la abanderada de la Nueva Mayoría influyeron en la cifra del Imacec de octubre, que se dio a conocer el jueves pasado y que alcanzó un magro 2,8 por ciento. Semejante postura tuvo, hace unas semanas, la historiadora y consejera del Instituto LyD, Lucía Santa Cruz, quien aseguró que las ideas de Bachelet son «un primer escalón al establecimiento del socialismo en Chile». Algo parecido ocurrió en los días previos al plebiscito de 1988.
«La debilidad que está mostrando la inversión y que explica ese bajo crecimiento se debe fundamentalmente a las propuestas de Bachelet», sostuvo el ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet, en entrevista con La Tercera. A menos de una semana de la segunda vuelta presidencial y en línea con el despliegue que realiza el gabinete en favor de Evelyn Matthei, el titular de la Segpres arremetió contra la abanderada de la oposición asegurando que sus propuestas son las responsables de crear un clima de incertidumbre y temor que ahuyenta la inversión.
«Claramente los anuncios que han existido no contribuyen al crecimiento futuro de la economía (…) se está viendo con preocupación que los anuncios de nuevas inversiones están siendo postergados y, por lo tanto, la única explicación que eso tiene es que hay incertidumbre, temor, y en consecuencia creo que eso hay que tenerlo presente», indicó la autoridad.
«El jueves se dio a conocer el Imacec de octubre, que creció 2,8%. Durante todo el año el promedio del crecimiento estaba en torno a 4,8 y creció sólo 2,8%, la tasa más baja en los últimos 27 meses. La debilidad que está mostrando la inversión y que explica ese bajo crecimiento se debe fundamentalmente a las propuestas de Bachelet», agregó Larroulet.
Tesis que fue planteada por primera vez por el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, cuando comentó el Imacec de abril, que alcanzó 4,4 por ciento: «Propuestas de asamblea constituyente, AFP y alzas de impuestos de los candidatos de la Concertación y el PC ya han provocado efectos negativos sobre la inversión. Hay que decirlo claramente, la inversión responde a señales, no responde sólo al dinamismo de la economía».
Más recientemente, la consejera del Instituto Libertad y Desarrollo (LyD), Lucía Santa Cruz, fue más allá y dijo que las iniciativas planteadas por la abanderada del pacto Nueva Mayoría son «un primer escalón al establecimiento del socialismo en Chile».
«La gratuidad me temo que finalmente lo que pretende es estandarizar la educación universitaria, condicionar la acreditación a requisitos impuestos por el Estado y se transforma así en un instrumento para el control estatal de gran parte del sistema educacional”, acotó la historiadora.
Ya en los días previos al plebiscito del 5 de octubre de 1988, los empresarios –agrupados en la Sofofa y la CPC– y algunos medios de comunicación controlados por la dictadura hablaban del pandemónium que se provocaría en caso de que ganará el «NO».
«Un eventual triunfo del No provocará la parálisis inmediata de toda la actividad productiva, financiera y comercial del país»; «Un hipotético triunfo del No llevará al país al desastre total»; «El triunfo del No instalará una escalada violentista y subversiva», se escuchaba por esos días.
Desde La Moneda, el ministro secretario general de Gobierno, Osvaldo Poblete, comentaba en un seminario con profesionales del comando del Sí, que «la victoria de la oposición traería el desorden, pues no eran responsables de sus actos (…) las actividades productivas son crecientes y muestran un desarrollo promisorio, por eso el Sí representa la opción de todos aquellos que quieran democracia con estabilidad y orden».
En esa misma línea, el subsecretario de Desarrollo Regional, general Patricio Serre, señalaba que «el triunfo del No podría llevar al país al desastre total».
