La planta dejará de entregar 370 megawatts al Servicio Interconectado Central luego que la Corte de Apelaciones de Concepción acogiera una orden de no innovar, al determinar que no cuenta con una resolución de calificación ambiental. Sus detractores advierten que el funcionamiento de la central está produciendo la muerte masiva de especies marinas por la extracción de agua de mar para su refrigeración.
La primera sala de la Corte de Apelaciones de Concepción ordenó este martes la paralización inmediata de la central termoeléctrica Bocamina II de Coronel, acogiendo de este modo un recurso de reposición presentado por pescadores artesanales y recolectores de algas en esa zona de la Octava Región.
El tribunal de alzada, que la semana pasada había denegado las acciones legales en contra de las instalaciones de propiedad de Endesa, estableció ahora que éstas no cuentan con una resolución de calificación ambiental.
En declaraciones a Radio Bío Bío, el abogado Sebastián Inostroza, quien representa a las comunidades que se oponen al funcionamiento de la termoeléctrica, explicó que la Corte acogió una orden de no innovar que obliga a la empresa a paralizar un turbogenerador que aporta 370 megawatts al Sistema Interconectado Central (SIC), la chimenea y el sistema de refrigeración de la planta.
El funcionamiento de este último es el más resistido por la comunidad, ya que la absorción de agua desde el mar absorbe una gran cantidad de especies marinas que son devueltas inertes a su mismo medio.
