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El despelote administrativo que dejó Pablo Zalaquett en la Corporación para el Desarrollo de  Santiago Resultados de la auditoría entre 2009 y 2012

El despelote administrativo que dejó Pablo Zalaquett en la Corporación para el Desarrollo de Santiago

Bastián Fernández
Por : Bastián Fernández Periodista de El Mostrador
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Desde sobresueldos hasta contratos no fiscalizados, son algunas de las razones que explican los más de $2.300 millones en deuda. En Santiago dos concejales pidieron que se inicien acciones judiciales, mientras que en el municipio aún se evalúa esta posibilidad.


Honorarios sin contratos, sobresueldos, excesivas horas extra, días de vacaciones mal calculados, contratos deficientes y no fiscalizados. Eso es parte del desorden administrativo que existió en la Corporación para el Desarrollo de Santiago (Cordesan) entre 2009 y 2012, mientras Pablo Zalaquett (UDI) fue alcalde.

Después de meses de trabajo, en los que no estuvo ausente la especulación política respecto de su demora, se entregó la auditoría encargada por el municipio que dirige Carolina Tohá (PPD). El resultado son 112 páginas en las que abordan todos los excesos, gastos, faltas y errores en la administración de la Cordesan durante esos cuatro años, los que terminaron por generar un déficit de más de $2.300 millones.

Hernán Cáceres fue el director ejecutivo de la Cordesan durante la gestión de Zalaquett. Hoy es Seremi de Desarrollo Social Metropolitano. El viernes pasado los concejales Ismael Calderón (PS) y Claudia Pascual (PC) pidieron al municipio que interponga una querella contra quien resulte responsable, algo que aún está siendo evaluado en la municipalidad.

La Cordesan se creó en 1985 como una corporación de derecho privado sin fines de lucro. Entre sus objetivos está organizar y promover proyectos para el desarrollo de Santiago. Se financia por subvenciones municipales, prestación de servicios a privados y el arriendo de infraestructuras, entre otros.

La instancia donde se presentan los balances de la organización es el Consejo de Administración, el cual es presidido por el alcalde de turno. Mientras Zalaquett fue alcalde este consejo debió haber sesionado 48 veces de forma ordinaria, pero sólo lo hizo tres veces.

RESPONSABILIDADES

Después de conocer los resultados de la auditoría, las reacciones no se hicieron esperar en el Palacio Consistorial. Ismael Calderón, concejal PS, asegura que ya pidieron que se interponga una querella contra quienes resulten responsables. “Estamos solicitando esa posibilidad y se está evaluando. La información fue ocultada. Esto representa una mala gestión administrativa. Hay una responsabilidad política del alcalde (Pablo Zalaquett), pero también de su círculo cercano”, dice Calderón.

[cita]Al revisar el listado de nombres que recibieron honorarios hay dos que llaman la atención. Carmen de Castro, jefa de gabinete de Zalaquett en Santiago, recibió durante esos años más de $66 millones por concepto de honorarios con contrato. El otro nombre es Eduardo Botetano, encargado de seguridad durante la gestión del ex edil UDI, quien recibió más de $21 millones en honorarios, sin contrato, entre el 2009 y 2012. [/cita]

Como un desorden administrativo pero que no implica necesariamente un delito, define el concejal Felipe Alessandri (RN) las conclusiones reveladas por la auditoría. “Se pasó de vuelta, no fue lo suficientemente organizado. Veo más bien desorden, pero no es sinónimo de delito”, dice Alessandri.

Claudia Pascual (PC), concejala de Santiago, cree que el caso de la Cordesan refleja que la concepción sobre la gestión privada como mejor que la pública es un “prejuicio ideológico”. Además, Pascual coincide en que debe existir una responsabilidad política y administrativa. “Me parecería extraño que él (Zalaquett) no conociera nada. Aguantó que durante dos años no hubiera reuniones de directorio. Los informes y balances presentados año tras año no tenían los números reales”, sostiene Pascual.

Al respecto, Pablo Zalaquett sostiene que asume la responsabilidad política pero que no tiene responsabilidad administrativa, ya que ésta era del director de la corporación. “Sobre cualquier desorden administrativo no tengo ninguna responsabilidad”, dice Zalaquett.  Agregando que existía “un grupo de profesionales, algunos caros, que estaba en la municipalidad, y los contraté adicionalmente por la Cordesan. No estoy en condiciones de justificar todos los casos, ya que no los conozco todos. Si veo un caso con algo raro soy el primero en apoyar cualquier gestión que realice la alcaldesa Tohá”.

A continuación se exponen algunos de los puntos más críticos de la auditoría –a la que este medio tuvo acceso–, que reflejan el desorden administrativo que imperó en la corporación durante la gestión alcaldicia de Pablo Zalaquett.

HONORARIOS Y SOBRESUELDOS

La Cordesan contrató a 41 personas con honorarios entre el 2009-12, pero la auditoría encontró sólo 6 de estos contratos. Al no tener los 35 restantes no fue posible “validar la naturaleza de los servicios y las condiciones generales acordadas”. El ítem no es menor, ya que los honorarios tuvieron un aumento progresivo desde el 2009 al 2012, pasando de $207 millones en 2009 a más de $448 millones el 2012. En cuatro años un incremento del 116%.

Al revisar el listado de nombres que recibieron honorarios hay dos que llaman la atención. Carmen de Castro, jefa de gabinete de Zalaquett en Santiago, recibió durante esos años más de $66millones por concepto de honorarios con contrato. El otro nombre es Eduardo Botetano, encargado de seguridad durante la gestión del ex edil UDI, quien recibió más de $21 millones en honorarios, sin contrato, entre el 2009 y 2012.

AUMENTO DE SUELDOS

Durante los cuatro años analizados no existió en la Cordesan una “política o estructura formal” de aumento en los sueldos. El informe agrega que no existieron “anexos de contrato que justifiquen las modificaciones de remuneraciones”.

En total las remuneraciones son más del 50% del presupuesto que tiene la corporación como gasto anual.

Entre el 2009 y el 2012 este ítem tuvo un aumento del 32%, lo que benefició  directamente a ciertos funcionarios. Es el caso del ex Director Ejecutivo de la Cordesan, Hernán Cáceres. Sólo en el 2012, éste tuvo tres aumentos equivalentes a  $1.144.148, mientras que el subdirector, Enrique García, tuvo cuatro aumentos, equivalentes a $1.115.975.

HORAS EXTRAS

Este es otro de los puntos críticos y que revela el nivel de desorden que existió en la corporación mientras Zalaquett fue alcalde. El cálculo y pago de horas extraordinarias tuvo una serie de deficiencias y representó parte importante del gasto de la Cordesan.

La auditoría concluyó que el monto total que se pagó, entre 2009 y 2012, por horas extras es cerca del 27.26% del monto del sueldo base. Pero más alarmante es la evidencia de que el 48.20% de las horas extras que se pagaron excedieron el tope máximo de 2 horas diarias que establece el Código del Trabajo.

El informe resalta el caso de Elvis González, chofer del director ejecutivo de ese tiempo, Hernán Cáceres. En marzo del 2009 se le pagaron a González 269 horas extras. Si a éstas se le suma su jornada laboral, el total mensual es de 449 horas trabajadas. “Esto se traduce en 14.5 horas diarias considerando 30 días, es decir, como si no hubiera descansado ni sábados ni domingos”, sostiene el informe.

CONTRATOS DE EMPLEADOS

Omisiones y errores en los textos de los contratos de trabajo. Algunas de éstas faltas tienen que ver con las jornadas de trabajo. Así los contratos anteriores a enero del 2005 tienen jornadas superiores a las 48 horas.

Otra falla es que dentro de la jornada de trabajo semanal no se señalan las horas de colación o de descanso dentro de la jornada. Ambos puntos contravienen el Código del Trabajo.

ASISTENCIA

No existió registro sobre la asistencia de los trabajadores, por lo que la auditoría no pudo validar que las horas extras pagadas fuesen coincidentes con aquellas trabajadas. “Algunas de las tarjetas de asistencia de la muestra revisada no registran horarios de ingreso, horarios de salida, firma de los trabajadores, sumas de horas extra, ausencias, licencias y permisos, es decir, no existe un control sobre la correcta mantención de este registro”, dice el informe.

BENEFICIOS

Otro de los puntos críticos fueron los beneficios, remuneraciones no escriturados o formalizados (movilización, colación, entre otros). El trabajo evidenció que no existió en la Cordesan una uniformidad o un criterio claro para el pago de haberes que corresponden.

A esto se suman los días de vacaciones, otro tema donde se evidencia el desorden interno. Hay severas diferencias en el cálculo de la provisión de vacaciones y “los comprobantes de sustento que se encuentra en las correspondientes carpetas de la muestra solicitada de ciertos funcionarios”. En algunos casos las diferencias llegan a ser de más de diez días de vacaciones.

CONTRATOS A PRESTADORES DE SERVICIOS

La auditoría también analizó varios de los contratos con servicios externos, como limpieza y seguridad.  En muchos casos se les pagó a las empresas, pese a que éstas no habían cumplido con el total de horas de trabajo acordadas.

La conclusión general del informe dictó que éstos no fueron controlados ni ejecutados por el personal de Cordesan, sino que por la Municipalidad. Lo anterior “implica una dualidad de responsabilidades que no está absolutamente delimitada y provoca un bajo nivel de control, esta situación se puede evidenciar a través de las entrevistas con personal de ambas instituciones”, concluye la auditoría.

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