Sector se ha opuesto a la igualdad de hijos nacidos fuera del matrimonio y al divorcio
El rector de la UDP afirma que lo raro no son las afirmaciones de Otero, sino que quienes las comparten en la derecha guarden silencio y no lo defiendan. Señala, además, que el criterio expresado por el ex senador de RN no es «ni una excentricidad ni una salida de madre», sino que representa a muchos de su sector.
El rector de la UDP, Carlos Peña, afirmó que las aseveraciones del ex senador de RN, Miguel Otero, que condicionó el rendimiento intelectual de los hijos a su procedencia de familias de padres casados o divorciados o bien monoparentales, constituye no una “salida madre”, sino que es representativa de los prejuicios de muchos integrantes de la derecha en Chile, como quedó claro hace un par de años cuando tuvo lugar el debate por el divorcio y los hijos naturales.
En su columna de los domingos en El Mercurio, Peña repasó los hitos de la agenda valórica de los últimos años, destacando que la mayoría de los representantes de la UDI y RN se han opuesto sistemáticamente a cambios que la misma sociedad exige, esgrimiendo posiciones ideológicas que, en su minuto, llevaron a Sergio Díez a equiparar las uniones homosexuales con aceptar la poligamia o la esclavitud.
“Lo que Otero dijo no es ni una excentricidad ni una salida de madre ni un exabrupto, ni mera ignorancia ni el tipo de cosas que dicen quienes viven envueltos en las nubes de los años”, señaló el rector. Y agregó: “Lo interesante de esa intervención de Otero es que es representativa de los prejuicios y de lo que piensan muchos integrantes de la derecha”.
A continuación, recordó el debate que se dio en torno a los hijos naturales. Señaló que Bombal, Cardemil y Hernán Larraín se opusieron a suprimir la distinción entre hijos legítimos e ilegítimos, argumentando que al igualarlos ante la ley, “se deterioraba la institución del matrimonio sobre la que reposaban todas las virtudes estimables”.
Peña abundó recordando un argumento del senador UDI Hernán Larraín: “‘Colocar a los hijos naturales en la misma categoría de los hijos legítimos –explicó entonces Larraín, echando mano a unas citas– sería arruinar la institución fundamental del matrimonio’”.
Indicó que la identidad de la derecha afloró en el debate sobre el divorcio, hace diez años, cuando “el planteamiento, hecho sin pizca de rubor, rozó el paroxismo”.
“‘Los hijos de divorciados –informaba de nuevo el senador Larraín– incurren en ebriedad 5 veces más que los hijos de matrimonios unidos; en robo, el triple; más del doble en heridas con necesidad de atención médica de la víctima; y mienten un 30% más’”, citó Peña al senador gremialista.
El rector de la UDP afirmó que Otero, con sus dichos, “no ha hecho más que reiterar ideas alojadas en algunas de las cabezas más prestigiosas de la derecha. (…) Lo raro es que quienes las comparten ahora guarden silencio y no lo defiendan”.
Finalmente, Peña señaló que las ideas expresadas por Otero “no son más que la racionalización del mito sobre el que ciertos grupos de derecha gustan elaborar su historia: la idea de que la única identidad digna es la que está atada a un linaje, a una cadena de reproducción de la vida, cuyos eslabones, sin falta o salto alguno, serían el matrimonio y la propiedad. Se trata, por supuesto, de un mito”.
