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The Economist describe abusos del mercado farmaceútico chileno y asegura que nueva norma se aprobó «pese a serio lobby de la industria» Este jueves el gobierno promulgó la nueva Ley de Fármacos

The Economist describe abusos del mercado farmaceútico chileno y asegura que nueva norma se aprobó «pese a serio lobby de la industria»

Colusión entre las principales cadenas, laboratorios que ofrecen incentivos a los médicos, funcionarios que ganan más al ofrecer al cliente los productos más caros. Así retrata el medio británico los principales problemas de la industria y que vendría a regular la recién promulgada Ley de Fármacos. Una iniciativa por la que, señala el texto, «Piñera y el señor Mañalich se merecen una saludable dosis de aplausos».


El medio británico The Economist, en una columna publicada este jueves y titulada «Consiguiendo el tratamiento» («Getting the treatment«), elogió al Presidente Piñera, al ministro de Salud, Jaime Mañalich, y a la recién aprobada Ley de Fármacos, normativa promulgada hoy por el Gobierno. La nota comienza sacando a la luz el caso de colusión detectado en 2012 entre las farmacias Cruz Verde, Salcobrand y Ahumada.

«Otros problemas abundan en el mercado farmacéutico chileno. Un acogedor sistema de gratificaciones y comisiones lo conduce al abuso. Abundan las historias de laboratorios ofreciendo a los médicos incentivos como vacaciones a cambio de prescribir sus medicamentos. En algunas farmacias de los barrios altos, el personal cobra comisiones del 60% de su pago, siendo alentados a promover las marcas más costosas por sobre las más baratas», señala el texto.

En esta línea, explica que durante cinco años se trató de revertir esta realidad a través de la normativa en el Parlamento. «El 17 de enero, el Presidente Sebastián Piñera le dio su final visto bueno. Desde ahora en adelante las farmacias chilenas estarán obligadas a ofrecer medicamentos básicos, como la aspirina, en lugar de ocultarlos detrás del mostrador», reza el artículo, agregando que la nueva ley permitirá a otros puntos de venta, distintos a las farmacias, ofrecer medicamentos, «aflojando el control de las tres grandes cadenas» sobre el mercado.

The Economist señala que este tipo de reformas «son particularmente bienvenidas en Chile», donde la cantidad de farmacias por persona alcanza la cifras más bajas en Latinoamérica. Según datos la consultora IMS Health, en nuestro país existen 10.6 locales por cada 100.000 habitantes, mientras que en lugares como Argentina hay 32.3, en Brasil, 30.1., y el promedio regional es de 29. «Más de un millón de chilenos (de una población de 17 millones) vive en municipios donde no hay una sola farmacia», agregan.

«Jaime Mañalich, el ministro de salud, dice que esto bajará en un 30% los precios de los tratamientos para enfermedades crónicas como las diabetes», afirma, y agrega luego que «la ley es una de últimas reformas del señor Piñera antes de que deje el gobierno en marzo. Por conducirlo hasta su conclusión, a pesar del serio lobby de la industria, él y el señor Mañalich se merecen una saludable dosis de aplausos», concluye.

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