El ex ministro de Hacienda aclaró que trató a sus ex compañeros del Verbo Divino como “idiotas” en un diálogo coloquial, pero reiteró que las personas que salen de colegios particulares pagados tienen mayores probabilidades de ocupar puestos privilegiados de la sociedad. “Dichas redes y contactos, permitieron a algunos de pobre rendimiento académico conseguir niveles económicos más que satisfactorios», señaló el PPD.
A raíz de la polémica que provocaron los dichos de Nicolás Eyzaguirre, quien trató a sus ex compañeros del Colegio Verbo Divino como “idiotas”, el ex ministro de Hacienda se excusó por sus palabras y aclaró que en ningún momento su intención fue descalificar a sus ex compañeros ni a su antiguo colegio.
“La forma que usé para describir las ventajas que tienen los alumnos de estos colegios en su futuro laboral fue desafortunada y ofensiva (…) A ellos les presento mis sinceras excusas”, expresó Eyzaguirre en una carta enviada a El Mercurio.
Sin embargo, el ex ministro aclaró que, aunque la forma no fue la adecuada, sigue pensando que los colegios privados de la élite entregan a sus alumnos redes y contactos que a futuro les permiten estar en puestos privilegiados de la sociedad, privilegio que no tendrían si hubiesen estudiado en otros establecimientos.
“En rigor dichas redes y contactos, en mi experiencia, permitieron a algunos de pobre rendimiento académico conseguir posteriormente niveles económicos más que satisfactorios. Esa no es solo mi experiencia, sino una verdad estadística irrefutable”, señaló el PPD.
Eyzaguirre concluye la carta reafirmando que el tono y las desafortunadas palabras que ocupó no reniegan en nada del sentido más profundo de sus dichos, donde además agrega que las élites siempre han intentado defender sus privilegios. “A través de la historia las élites, de cualquier orientación y linaje, han erigido barreras para defender sus privilegios, intentando a su vez transmitirlos por generaciones. Esto es particularmente marcado en Latinoamérica, como ha sido documentado copiosamente”.
