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Navarro y nueva Ley de Lobby: «Sin registro de lobbistas, el anhelo de mejorar la política se frustró»

Navarro y nueva Ley de Lobby: «Sin registro de lobbistas, el anhelo de mejorar la política se frustró»

El parlamentario sostuvo que la aprobación del polémico proyecto en el Congreso «formó parte de la desesperación del gobierno por subir en números sus estadísticas legislativas, sacrificando un debate íntegro».


«Sin registro de lobbystas, el anhelo original de mejorar la política en nuestro país se frustró». Así criticó el senador del MAS, Alejandro Navarro, el proyecto de ley que regula las actividades de los lobbistas y que fue aprobado ayer en el Senado y este miércoles en la Cámara de Diputados. La iniciativa, sin embargo, no incluye el registro de lobbistas previo, medida que estaba establecido en su versión original.

El parlamentario se mostró convencido de que la votación de la Ley del Lobby, que fue promovida por el Ejecutivo, «formó parte de la desesperación del gobierno por subir en números sus estadísticas legislativas, sacrificando un debate íntegro».

«La Ley del Lobby propuesto por el actual gobierno es un prototipo que no va a cumplir su tarea, pues no tiene lo que estimamos sería desde ya fundamental: un registro de lobbystas remunerados; esto, pues solo declarar las reuniones es un mecanismo que, en definitiva, no garantiza nada», indicó.

El legislador recordó que hace más de una década, cuando era diputado, propuso regular el lobby: «Viajé a Washington, Estados Unidos, conversé con senadores republicanos y demócratas y también con los lobbystas».  En este contexto puntualizó que «en Chile proponíamos que fuera la Contraloría General de la República la que registrara a lobbystas, trabajamos en un diseño. Sin embargo, en la primera sesión en la Cámara de Diputados para ver ese proyecto del lobby, junto a uno del diputado Burgos y de la diputada Tohá, finalmente se echó para atrás la idea».

Navarro reconoció que «las empresas, corporaciones, sindicatos y cualquier entidad tienen el legítimo derecho de informar a los legisladores, de convencerlos para sus posiciones». Pero, aclaró que «Lo que queremos nosotros es que los que van a hacer lobby se inscriban en el registro de lobbystas, y así la ciudadanía supiera quién es el lobbysta y con quién se relacionará sea parlamentario, alcalde, concejal, funcionario pública, Presidente de la República u otra autoridad, pues los lobbystas no solo llegan al Poder Legislativo, sino que también al Poder Ejecutivo».

Por último, Navarro concluyó que «nuestra intención es que hubiera transparencia para mejorar la política, para establecer que la gente volviera a creer en la política y de que los intereses corporativos o los conflictos de intereses, que existen, pudieran estar desnudos y ser claros. Con esta ley, todo aquello se frustró. Así, lo que sembró este gobierno será crear controversia, dañar la administración en donde habrá una ley de lobby que solo operará en apelar a la conciencia de declarar o no, o de aceptar o no una reunión. Aspectos que más adelante esperamos revertir».

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