Asimismo, la instancia que asesora a la Presidencia en esta materia recomendó la creación de un indicador multidimensional que contemple criterios como salud, empleo, entorno, educación y vivienda.
Este jueves, el Presidente Sebastián Piñera recibió en La Moneda a la Comisión Asesora Presidencial de Expertos para la Actualización de la Línea de la Pobreza y de la Pobreza Extrema, la que hizo entrega de un informe en el que consignan una serie de recomendaciones para mejor los mecanismos para medir este tópico en nuestro país.
El documento de la comisión, presidida por Rodrigo Román (de la Fundación para la Superación de la Pobreza), apuntó a modificar algunos criterios en los que se centra el foco para hacer la medición. Según explicó Piñera, se está proponiendo «dejar de medir la pobreza a nivel individual y medirla a nivel de hogares, porque al fin y al cabo la calidad de vida se debe medir al nivel de los hogares y no al nivel de las personas».
De igual forma, el texto recomienda «la incorporación de nuevas categorías: la de pobreza, dentro de la cual hay una categoría especial de pobreza extrema, pero incorpora una nueva, que es de vulnerabilidad», explicó el Mandatario. Esto último abordaría «sectores que no están en la categoría de pobreza, pero que muestran síntomas de vulnerabilidad y, finalmente, la categoría de los que no son ni pobres ni vulnerables», afirmó.
Entre las otras recomendaciones, se encuentra la incorporación de un indicador multidimensional que contemple criterios como salud, empleo, entorno, educación y vivienda. En este sentido, cuando se detecten carencias en más de un tercio de esos indicadores, se considerará que hay pobreza multidimensional. Asimismo, se sugirió que sea el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en lugar de la Cepal, el que se encargue de realizar el cálculo de los índices de pobreza.
Cabe recordar que la evaluación del estudio y de los criterios a medir tiene lugar tras la polémica que se vivió en 2012, cuando salieron a la luz las modificaciones que se realizaron tanto a las preguntas de la encuesta como al tamaño de la muestra, afectando los resultados finales. De esta forma, la Casen aplicada en 2011 cifró en 14,4% la pobreza en el país.
