El inspector general de la institución, Jorge Rojas Langer, manifestó que un equipo multidisciplinario determinó que hubo «varios errores de procesos y omisiones que nos dan el fundamento claro y preciso para poder determinar la baja de cuatro funcionarios y una oficial en su retiro».
Carabineros dispuso la baja de cuatro efectivos de la institución por la muerte al interior de un furgón policial de Jorge Aravena Retamales, de 44 años de edad, quien había sido detenido por resistirse a pagar la cuenta en un local de comida peruana en el centro de Rancagua.
A los uniformados, todos de dotación de la Primera Comisaría de la capital de la Región de O’Higgins, se suma el llamado a retiro de una subteniente y la remoción del cargo de otro oficial con grado de mayor, quien se desempeñaba como jefe subrogante del cuartel policial.
En tanto, personal de la Brigada de Homicidios (BH) de la Policía de Investigaciones (PDI) continuaba este martes investigando las razones del deceso de Aravena, quien tras su arresto el lunes último no fue bajado del furgón que lo trasladaba hasta la Comisaría. De hecho pasaron varias horas hasta que, cerca de las nueve de la noche, los mismos policías constataron que el hombre no había sido conducido a los calabozos del recinto y que yacía sin vida dentro del vehículo.
Según informó la agencia de noticias UPI, la oficial a quien se le habría pedido el retiro sería Maritza Díaz Donoso, mientras que el cabo segundo Pablo Urrea Rivera y el sargento segundo Carlos Cheuquiante serían dos de los uniformados sancionados.
El inspector general de Carabineros, Jorge Rojas Langer, manifestó que frente a este hecho se constituyó un equipo multidisciplinario que determinó que hubo «varios errores de procesos y omisiones que nos dan el fundamento claro y preciso para poder determinar la baja de cuatro funcionarios y una oficial en su retiro».
