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Analista venezolana dice que sólo habrá diálogo real cuando Maduro frene a los grupos armados

Analista venezolana dice que sólo habrá diálogo real cuando Maduro frene a los grupos armados

Explicó que hoy es imposible hablar de diálogo y paz con un gobierno que incentiva la violencia “mandando grupos armados y civiles a arremeter contra el ciudadano común y contra los estudiantes”.


La analista política venezolana y residente en Chile desde hace cuatro años, María Laura Liscano, planteó que es imposible hablar de diálogo y paz con un gobierno que incentiva la violencia “mandando grupos armados y civiles a arremeter contra el ciudadano común y contra los estudiantes”.

“Llamar a diálogo hoy en Venezuela es como negociar con una pistola en la sien”, expresó la analista tras conocer las intenciones del presidente venezolano, Nicolás Maduro, de entablar un diálogo que busque acercar posiciones, tras la serie de manifestaciones que ya llevan varios días en ese país y que hasta el momento han dejado un saldo de 17 muertos y cientos de heridos.

“La intención (de Maduro) es llamar a un mesa de diálogo para frenar las protestas en la calle y con eso lavarse la cara de dictador y mostrar que él busca la paz, cuando ciertamente no está dispuesto a ceder a ninguna de nuestras demandas. En el 2004, de igual forma se presentaron manifestaciones de calle similares a esta.  En ese entonces, Chávez llamó a una mesa de diálogo e inmediatamente se suspendieron las protestas. Pero en esa oportunidad, no se logró nada. Y hoy, llamar a diálogo en Venezuela es como negociar con una pistola en la cien”, lamentó Liscano.

Asimismo, argumentó que hoy es imposible hablar de diálogo y paz con un gobierno que incentiva la violencia “mandando grupos armados y civiles a arremeter contra el ciudadano común y contra los estudiantes”.

“Cuando el gobierno de Maduro desarme a esos grupos y los aprenda, creo que solo en ese momento se darían muestras de las verdaderas intenciones de un dialogo real”, dijo y agregó que “un ejemplo de buena voluntad de diálogo sería que  el gobierno liberara a los presos políticos como son los casos de Leopoldo López e Iban Simonovis”.

María Laura Liscano se refirió también a que la gran diferencia entre Venezuela y Chile, es que en este último “hay un Estado de Derecho. A diferencia de lo que pasa en mi país, hoy como venezolanos en Santiago, salimos, protestamos y no tenemos miedo de represiones… Sabemos que las autoridades competentes nos escuchan y sabemos que hay un Estado que nos ampara”.

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