Inédito nombramiento de la Iglesia Católica
Para el sacerdote Luis Escobar Torrealba, quien previo a su nombramiento formal ha pasado los últimos ocho años combatiendo a Satanás, algunas de las señales que revelan la presencia del demonio son la educación «cada vez más laica y relativista» y los modelos económicos «con sus falsos profetas que aparecen anunciando una mejoría sustancial en la vida de los ciudadanos cuando ellos mismos saben que no lo van a hacer».
Increíble pero cierto. Se trata del sacerdote Luis Escobar Torrealba, quien fue nombrado el primer y hasta hora único exorcista de nuestro país por Monseñor Alejandro Goic, vicepresidente del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal.
Mediante el decreto número 66, Escobar fue designado “exorcista de la diócesis de la Santa Cruz de Rancagua”.
Pero el párroco de la Parroquia Santísima Trinidad no es un novato en esta materia. De hecho, «manteniendo informado al obispo Goic o contando con su autorización», según consigna el portal de noticias religiosas Portaluz, Escobar –quien lleva ocho o nueve años abordando este tipo de casos– viene realizado la liberación-sanación de decenas de personas que padecían de la presencia de alguna entidad demoníaca.
«Este nombramiento da cuenta de una situación que está afectando a muchas personas en el país. Me refiero a quienes hoy padecen junto a sus familias la acción extraordinaria del demonio en sus vidas y que en ausencia de sacerdotes formados y disponibles para este ministerio buscan solución a manos de inescrupulosos –chamanes, magos, tarotistas, adivinos, brujos y semejantes– que no sólo les expolian su dinero, sino que potencian el mal espiritual que les afecta», señala el recién nombrado exorcista en entrevista con Portaluz.
El sacerdote asegura que actualmente «la actividad del demonio» se ha manifestado a través de los cambios que en los últimos años ha vivido la sociedad chilena, como el progreso de una educación laica y el avance en las libertades individuales, expresadas, por ejemplo, a través de la reivindicación de los derechos homosexuales o de la mujer.«Sucede que cuando la gente se aleja de la fe o en este caso cuando una sociedad se descristianiza no sólo aumenta la superstición como ha ocurrido en Chile, sino que se crean las condiciones para el mal», explica.
Con un discurso casi medieval, el párroco de Rancagua asegura que entre las distintas formas que tiene el Diablo para manifestar su presencia se encuentran «la falta de fe», la educación «cada vez más laica, relativista, donde se promueve una moral particular que alienta al hacer cada uno lo que quiere», el incremento del consumo de drogas, la violencia en la sociedad y al interior del hogar, las desigualdades sociales que generan algunos modelos económicos «con sus falsos profetas que aparecen anunciando una mejoría sustancial en la vida de los ciudadanos cuando ellos mismos saben que no lo van a hacer ni lo pueden hacer desde una ideología que no valora aspectos esenciales como la vida».
Por último, Escobar habla de las estrictas normas de obediencia que en adelante deberá seguir para cumplir su cometido como el único exorcista reconocido por la Iglesia en nuestro país. «El sacerdote que tiene este mandato de su obispo debe siempre ser obediente y tener también conciencia de sus propios pecados confesándose regularmente, porque el diablo no nos va a dejar tranquilos en ningún momento, yo puedo dar testimonio de eso», concluye el primer exorcista chileno.
