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Velasco advierte a la centroizquierda de optar entre la “borrachera” de cambiarlo todo o hacer cambios con estabilidad y prudencia Dice que hay quienes quieren hacer propia la demanda de la calle o redes sociales

Velasco advierte a la centroizquierda de optar entre la “borrachera” de cambiarlo todo o hacer cambios con estabilidad y prudencia

“Hay parlamentarios en la Nueva Mayoría, y no solamente de ese sector, a los que parece que todas las micros les sirven. Si es popular, si está en las redes sociales, si gana un aplauso fácil, subámonos a ella”, asegura el ex ministro de Hacienda y ex candidato presidencial.


El ex ministro de Hacienda en el primer gobierno de Michelle Bachelet y ex candidato presidencial, Andrés Velasco, advierte que la centroizquierda debe optar entre “la borrachera” de querer refundarlo todo o hacer cambios profundos, pero con estabilidad y prudencia, refiriéndose a la disyuntiva oficialista, enmarcada en los dichos del senador Jaime Quintana de querer pasar una “retroexcavadora” al modelo y terminar con el sistema neoliberal.

Velasco sostiene en una entrevista con El Mercurio que los países que avanzan lo hacen sobre la base de lo que ya está construido, ya que “no hay acto de arrogancia política peor que pretender que la historia comienza conmigo o con mi coalición, que todo lo que se hizo antes es descartable”.

Por tal razón estima como preocupante la polémica declaración del senador Quintana y considera que “la centroizquierda en Chile debe optar entre la borrachera de querer refundarlo todo y la sana tradición que la centroizquierda ha tenido en Chile en los últimos 25 años de hacer cambios profundos, pero con estabilidad y con prudencia”.

En cuanto a la borrachera de la centroizquierda que plantea, el ex secretario de Estado precisa que esta se manifiesta en “la tendencia de hacer propia toda demanda de la calle o de las redes sociales sin importar si eso nos gusta”.

“Hay parlamentarios en la Nueva Mayoría, y no solamente de ese sector, a los que parece que todas las micros les sirven. Si es popular, si está en las redes sociales, si gana un aplauso fácil, subámonos a ella”, añade.

Además, considera preocupante que el ministro de Justicia, José Antonio Gómez, continúe siendo partidario de realizar una asamblea constituyente para establecer una nueva Constitución, debido a que “uno no está ahí para darse gustitos ni para comentar preferencias personales. Uno es vocero del Estado y como tal solo puede anunciar políticas de Estado y hay que preguntarse entonces si la asamblea constituyente es o no una política de Estado”.

En ese sentido, Velasco apunta que el programa de gobierno se ha vuelto “algo sagrado y en este tema da luces, pero no es meridianamente claro. Sería bueno que pronto pasemos de las consignas a los contenidos, tanto en la reforma educacional como en la reforma política”.

Agrega que lo más preocupante es el efecto de incertidumbre política, ya que se habla de una nueva Constitución que dará a luz un nuevo sistema político, pero “no sabemos cómo se va a redactar y aprobar esa nueva Constitución y eso genera incertidumbre. Es indispensable dejar la incertidumbre más temprano que tarde”.

Velasco también advierte la existencia de un “populismo puro” en el debate tributario, mencionando como ejemplo el anuncio de los diputados Gabriel Boric y Giorgio Jackson de pretender bajar en un 40% las remuneraciones de los parlamentarios, ya que “el problema del Parlamento no es solamente cuánto ganan los parlamentarios, sino lo poco que trabajan”.

Respecto a la reforma educacional que impulsa el gobierno de Bachelet, el ex ministro coincide con el ex senador socialista Camilo Escalona, en cuanto a la defensa del sistema mixto de educación, señalando que “entiendo bien la importancia de las universidades estatales, pero me parece que se corre un tremendo riesgo cuando se habla de privilegiarlas sin poner sobre la balanza la necesidad que hay en esas universidades de una nueva gobernanza, de una mejor gestión”.

Añade que el país tiene una tradición histórica en que hay una provisión mixta en la educación y “perder esa riqueza y esa diversidad no sería bueno. Obviamente que esa tradición hay que complementarla con algo que hoy está ausente: una política con dientes contra la discriminación y el prejuicio”.

Asimismo, cree que es tiempo de dejar a un lado las consignas y entrar a los contenidos, ya que “hay demasiadas preguntas que hoy día no tienen respuestas. Un ejemplo: el sistema de control exclusivo de los colegios públicos por parte de los municipios, a mi juicio, no anduvo bien y ese es un consenso más o menos extendido y por lo tanto se habla de cambiar el sistema, idea que comparto. El problema es que llegamos hasta ahí. Si no van a ser los municipios, al parecer serían agencias regionales. Pero yo pregunto si son agencias regionales que dependen del Ministerio, de modo que recentralizamos todo, o son agencias regionales autónomas. ¿Quién elige a las autoridades de esas autoridades regionales? ¿De quién dependen? ¿Cómo se relacionan con la comunidad, con el gobierno regional y con los padres y apoderados? No lo sabemos”.

Velasco también se mostró contrario a pretender financiar la educación a los chilenos más acomodados, pues, señaló, “me pregunto, ¿los contribuyentes les irán a pagar la educación a todos los jóvenes o solo a aquellos que van a universidades estatales? Si se extiende a las universidades privadas, ¿van a ser todas, incluso aquellas que tienen políticas discriminatorias que atentan contra los valores compartidos? ¿La gratuidad va a ser para educación de pregrado o de posgrado? ¿Qué va a ocurrir con las universidades técnicas? Ninguna de esas preguntas ha empezado a ser resuelta bajo la consigna de gratuidad y hay ahí asuntos clave de justicia, de equidad y para qué decir de finanzas públicas”.

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