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Bachelet: “Tal vez sea el peor incendio en la historia de Valparaíso” Autoridades corrigen cifra de víctimas de 16 a 11 fallecidos

Bachelet: “Tal vez sea el peor incendio en la historia de Valparaíso”

La Onemi ha enviado camiones con colchones, mantas, agua, mascarillas, carpas y alimentos a los albergues que han acogido a las cientos de personas que han perdido su hogar y todos sus enseres. Además, las autoridades han dispuesto una campaña de vacunación masiva contra la influenza y el tétanos, dirigida especialmente a la población de riesgo.


En apenas doce horas, cinco cerros de la zona urbana de Valparaíso quedaron calcinados por un incendio que ha provocado la muerte de al menos 11 personas, destruido medio millar de casas y obligado a evacuar a más de 10.000 vecinos, según señalan fuentes oficiales. Incluso, la Presidenta Michelle Bachelet calificó el siniestro como el peor en la historia de la ciudad del principal puerto del país.

La mayoría de las víctimas corresponde a ancianos que no lograron abandonar a tiempo sus hogares, ante el rápido avance de las llamas por una zona llena de maleza y residuos urbanos y surcada por vaguadas donde soplaba un fuerte viento, dijo a los periodistas el general Julio Pineda, jefe zonal de Carabineros.

Durante el transcurso de la mañana se informó de 16 personas fallecidas producto de las llamas, pero las autoridades corrigieron las cifras durante la tarde y las víctimas fatales llegan a 11, según lo expresado por el general Pineda en una conversación con radio Bío Bío, quien aseguró que tras verificar los datos que se tenían se procedió a rectificar el número de muertos.

El incendio, que comenzó a las 16:00 horas del sábado en un área forestal del camino La Polvora, se propagó rápidamente a los cerros La Cruz, El Vergel, San Roque, Las Cañas y Mariposas, donde viven miles de familias que han construido sus viviendas sin permiso de edificación.

«La gente de Valparaíso tiene coraje y fuerza y no está sola», afirmó la mandataria al encabezar este domingo una reunión del Comité de emergencia en la Intendencia regional, tras la cual anunció ayuda para los damnificados.

Las autoridades reconocen que ésta es la peor tragedia que se recuerda en esa ciudad portuaria, donde viven unas 250.000 personas y se encuentran la sede del Parlamento y de la Armada.

Unas veinte aeronaves entre helicópteros y aviones cisterna se afanaban por combatir desde el aire los numerosos focos del incendio que seguían activos este domingo, mientras que en tierra más de 3.500 hombres, pertenecientes a las brigadas forestales, bomberos, policía, el Ejército y la Armada luchaban por controlar el fuego.

Las calles de Valparaíso son patrulladas por efectivos de la Marina, en aplicación del estado de excepción decretado por Bachelet, quien declaró la ciudad como zona catastrófica.

Las condiciones meteorológicas no ayudan a la eliminación del fuego, que ya ha arrasado más de 800 hectáreas, debido al viento y las temperaturas en la zona, inusualmente altas para esta época del año, aunque las autoridades confían en poder controlarlo en las próximas horas.

«Tal vez sea el peor incendio en la historia de Valparaíso», dijo a los periodistas Bachelet, quien no descartó que las cifras de víctimas y daños puedan aumentar a medida que avanza la remoción de escombros y se hace el catastro de las casas destruidas.

Bachelet envió «un mensaje de apoyo a los cientos de familias que han perdido sus hogares, sus enseres y en algunos casos, a sus seres queridos», aseguró que la red de salud pública está en completo funcionamiento, y que las autoridades «seguirán trabajando» en apoyo a las personas afectadas.

La Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) ha enviado camiones con colchones, mantas, agua, mascarillas, carpas y alimentos a los albergues que han acogido a las cientos de personas que han perdido su hogar y todos sus enseres.

Además, las autoridades han dispuesto una campaña de vacunación masiva contra la influenza y el tétanos, dirigida especialmente a la población de riesgo.

Unos 2.940 internos e internas de la cárcel local fueron puestos a salvo por el personal de Gendarmería (Servicio de Prisiones), incluidas ocho mujeres con bebés que fueron trasladadas a la ciudad de Quillota.

Mientras tanto, en Santiago y otras ciudades del país se han puesto en marcha campañas ciudadanas para recopilar ayuda a través de la Cruz Roja o los municipios para los damnificados.

Ésta es la segunda catástrofe en menos de un mes que golpea al país, donde el pasado día 1 un terremoto de 8,2 grados causó seis muertos y severos daños materiales en tres regiones del extremo norte.

Unos 2.000 policías se han desplazado desde Santiago para apoyar a los militares en la protección del orden y la ayuda a la población, informó Bachelet, quien este domingo visitó algunos albergues pero no la zona donde todavía está activo el incendio, para -según dijo- no entorpecer el trabajo de los equipos de emergencia.

Además de los fallecidos, 500 personas han sido atendidas por diversos motivos, según las autoridades.

Entre los heridos más graves se encuentran personas con quemaduras en las vías respiratorias.

Entre escenas de dolor, angustia y desesperanza, los vecinos de los lugares en donde el fuego ya ha remitido han comenzado a remover los escombros, mientras los equipos de emergencia trabajan para controlar las llamas, antes de que el viento vuelva a soplar con la misma fuerza de ayer.

El ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, dijo que hay varios focos activos todavía y advirtió de que a pesar de que el incendio «está un poco más controlado», no hay que confiarse, «porque el fuego puede rebrotar».

Además, informó que se decretó la entrega de un bono a las personas afectadas, para que puedan comprar vestimentas y artículos personales en tiendas de la zona.

La autoridad también anunció que se entregarán «subsidios de arriendo, ayuda para quienes se van a casa de familiares o viviendas de emergencia, las cuales ya están llegando».

El cónsul de España en Santiago, Juan Serrat, se desplazó a Valparaíso para hacer entrega de un camión con ayuda humanitaria, en tanto fuentes diplomáticas informaron de que no se tiene constancia de que haya ciudadanos españoles entre los afectados.

Asimismo, la Municipalidad de Valparaíso informó que para mañana lunes se suspendieron las clases en todos los establecimiento dependientes de la Corporación Municipal de Valparaíso, salvo los colegios de Placilla de Laguna Verde, dejando en claro que a pesar de la decisión municipal, los recintos educacionales repartirán normalmente alimentación a los menores.

En tanto, la Onemi decretó alerta roja en la comuna de San Antonio por un incendio forestal que afecta al sector de Cantamarra y que hasta ahora ha consumido 20 hectáreas de terreno.

Por su parte, el gerente general de Esval, Cristián Vergara, salió al paso de algunos comentarios respecto a que habrían corte de agua en algunos sectores de Valparaíso, señalando que lo que puede suceder es una baja de presión porque se está orientando el agua hacia los lugares afectados por el siniestro.

«Queremos garantizar el suministro en los focos de emergencia y también estamos coordinados con la autoridad para proveer agua en los albergues», dijo el ejecutivo, explicando de paso que «es probable que en sectores donde no está el incendio se vean afectados por baja de presión en el agua».

«El esfuerzo nuestro ha sido proveer de agua de los recursos más cercanos para ayudar a bomberos», concluyó.

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