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Opinión: Los “principios y doctrinas” que tienen a la UDI en el suelo

Opinión: Los “principios y doctrinas” que tienen a la UDI en el suelo

Este es un análisis del documento doctrinario del gremialismo que plantea «que el pluralismo político tiene límites», que tiene como «enemigo interno» al marxismo en algunas de sus variantes, que otorga a las Fuerzas Armadas el «rol garante de la institucionalidad» y que no contempla, en ninguna parte, la expresión «derechos humanos».


En la columna «UDI, ¿actualizar el relato?», el director del Departamento de Estudios Pedagógicos (DEP) de la Universidad de Chile, Ernesto Águila, analizó el documento «Principios y Doctrina” de la Unión Demócrata Independiente (UDI), fechado en 1991 en la localidad de Punta de Tralca, acercamiento que, asegura el autor, «permite acercarse a las concepciones más profundas del que ha sido el principal partido de derecha en las dos últimas décadas».

Todo esto en medio de la crisis que enfrenta el gremialismo y que se traduce «no sólo en una drástica disminución de su caudal electoral y en su desconexión de las clases medias y populares -encontrándose hoy reducida a “partido del distrito 23”-, sino también en el creciente divorcio entre sus ideas y valores, y la evolución social y cultural de la sociedad chilena post 1990», reza el texto  publicado en el diario La Tercera.

Una de las primeras conclusiones arrojadas por el autor es que documento doctrinario «no ha envejecido bien», especialmente respecto de la concepción de democracia que de allí se extrae. En el documento «se considera lícita la suspensión ‘de los principales derechos cívico-políticos’, de ‘personas, partidos o grupos’. Se concluye, así, que “es preciso aceptar que el pluralismo político tiene límites”.

«El texto es una pieza de la Guerra Fría. Se construye sobre la idea de un ‘enemigo interno’, el cual se identifica con el ‘marxismo’ en algunas de sus variantes. Repasa a Marx, Engels y Lenin, pero alcanza su paroxismo cuando llega a Gramsci, a cuyo pensamiento acusa de “fomentar la destrucción sistemática de los valores cristianos, la familia y las costumbres públicas y privadas”, para luego, superándose a sí mismo, concluir: “El debilitamiento del matrimonio, la legalización del aborto, la permisividad con la pornografía y las drogas son síntomas (…) que se fomentan o aprovechan de esta nueva expresión gramsciana del marxismo”, señala la columna.

A continuación, Águila explica la «obsesión de la derecha con Gramsci» con el hecho de que filósofo italiano «develó mecanismos de funcionamiento íntimo del poder» que hasta ese punto sólo eran conocidas por algunas elites.

Otro ingrediente que el autor resalta y que conforma el concepto de democracia de la UDI es el «rol garante de la institucionalidad a las Fuerzas Armadas y de Orden». De esta forma, el panorama se traduce en un «pluralismo restringido; un marxismo caricaturizado y convertido en ‘enemigo interno’; licitud de la proscripción de ideologías, personas y partidos en ciertas circunstancias; rol garante de las Fuerzas Armadas y de Orden, configuran esta singular concepción de la democracia», señala.  Asimismo, recalca «que en la extensa declaración no aparece nunca la expresión ‘derechos humanos'».

«Se sabe que este texto es hoy objeto de controversia dentro de la UDI. Su presidente ha tratado de atenuar los alcances de esta revisión, señalando que sólo se trata de ‘actualizar el relato’. Es obvio que en lo que se refiere a la concepción de la democracia presente en esta declaración de principios, lo que está en juego es de mucha más profundidad conceptual e histórica que una simple ‘actualización del relato'», concluye el texto.

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