Publicidad
Carlos Cerda: “Se pudo distinguir mi comportamiento como juez durante la dictadura respecto de la prácticamente unanimidad del resto” Magistrado dice que defenderá la independencia del Poder Judicial

Carlos Cerda: “Se pudo distinguir mi comportamiento como juez durante la dictadura respecto de la prácticamente unanimidad del resto”

“Aun cuando el resultado de ese sistema fue adverso para mí. Pero entiendo que eso no fue sino el ejercicio democrático de una atribución que la Constitución entrega a los senadores, para que en conciencia pongan en la Corte Suprema a aquellos que a ellos les dan garantías de sujeción al sistema y respeto del derecho”, explica respecto al rechazo del Senado en 2006.


El nuevo ministro de la Corte Suprema, quien pasará a integrar en los próximo días el máximo tribunal del país, sostiene que la espera de ocho años para poder llegar a esta instancia fue una prueba que tuvo que enfrentar asumiendo su papel en la defensa de los derechos humanos durante la dictadura, afirmando que ha seguido ese camino para “ser juez del pueblo, juez de todos, sin exclusión”.

En declaraciones a La Tercera, el magistrado menciona que “uno ha seguido este camino para ser juez del pueblo, juez de todos, sin exclusión. Y llevó la espina de que hay un sector de la sociedad que no reconoce en mí un servicio que también (hago) a él. Espero, antes de dejar el Poder Judicial, también obtener la comprensión de ese sector”.

Ante su rol durante el régimen militar, Cerda precisa que “me tocó una labor distinta, se pudo distinguir mi comportamiento como juez durante la dictadura respecto de la prácticamente unanimidad del resto. Pero no por eso fui héroe, como se ha querido poner. Y se me ha identificado como el juez que hizo respetar los derechos humanos durante la dictadura y punto, como si no hubiera resuelto otras cosas, incluso en temáticas que pudieran ser contrarias (para quienes) en mí ven un héroe”.

El juez integró varias veces las quinas para poder llegar a la Suprema, pero el Senado rechazó su nombre en todas esas oportunidades y designó a otro magistrado. Además, investigó causas de violaciones a los derechos humanos y a la familia Pinochet, cuando estuvo a cargo del caso Riggs.

A pesar de la negativa que tuvo que enfrentar en 2006 desde el Congreso, Cerda respalda el sistema establecido en la Constitución para la designación de ministros del máximo tribunal del país.

“Aun cuando el resultado de ese sistema fue adverso para mí. Pero entiendo que eso no fue sino el ejercicio democrático de una atribución que la Constitución entrega a los senadores, para que en conciencia pongan en la Corte Suprema a aquellos que a ellos les dan garantías de sujeción al sistema y respeto del derecho”, explica.

Asimismo, dice preocuparle las presiones que sufren los jueces, mencionando que existe una “influencia monopólica de una manera de ver los temas sociales y, de esa manera, intentar conducir la decisión (del juez). El riesgo existe. Con todo, yo creo que la generación nueva, joven, que sale de la Academia Judicial, está mucho más preparada -y lo ha demostrado- para reaccionar frente a ese tipo de intento de influencia que pudiese sacrificar la independencia de esos jueces”.

Sin embargo, admitió estar satisfecho del coraje que tienen los jueces de generaciones más jóvenes para enfrentar el tema de la independencia del Poder Judicial.

Respecto a la declaración que hizo la Corte Suprema al conmemorarse los 40 años del Golpe Militar, en la que señaló que hubo “graves acciones y omisiones”, Cerda menciona que “si bien uno pudo haber querido más (…) la fórmula que se encontró para efectuar esa declaración, que fue de menor intensidad que la Asociación de Magistrados, fue una fórmula muy bondadosa”.

También explicó que seguirá entendiendo que la jurisdicción exige independencia respecto de los actos de cualquier gobierno.

“Tengo que convencer de que lo que hemos realizado es hacer respetar los derechos básicos, sin ningún acto de justicia propia ni con alguna animadversión contra alguien. Y eso lo seguiré haciendo ocho años después, ahora desde la Corte Suprema, con la misma fuerza que le debo al juramento de respetar la Constitución y las leyes dictadas conforme a ellas”, sostiene.

Publicidad

Tendencias