«Las empresas europeas van a seguir estando aquí (…) la reforma tributaria en Chile está generando un debate sano», sostuvo el jefe de la Delegación de la UE, Rafael Dochao.
Los embajadores de los Estados miembros de la Unión Europea no han percibido inquietud en las empresas de sus países por la reforma tributaria impulsada por el gobierno de Michelle Bachelet y que actualmente se discute en el Parlamento.
Así lo expusieron varios representantes diplomáticos durante el encuentro con la prensa que sostuvieron hoy en Santiago con motivo del Día de Europa organizado por la Delegación de la UE en Chile.
«Las empresas europeas van a seguir estando aquí», aseguró el jefe de la Delegación de la Unión Europea, Rafael Dochao, quien consideró que «la reforma tributaria en Chile está generando un debate sano».
«En otros países de América Latina las inversiones se está viendo afectadas por la inseguridad jurídica; esto en Chile ni se ha visto, ni se ve, ni se verá», enfatizó Dochao, quien recordó que las inversión de los 28 países de la UE en Chile alcanzan los 28.500 millones de euros (un 25 % del total), en tanto que el comercio supera los 18.000 millones de euros al año.
«En los últimos meses he mantenido numerosos contactos con las empresas españolas más importantes que están en Chile y no he detectado preocupación alguna», manifestó por su parte el nuevo embajador de España, Carlos Robles Fraga.
Las empresas españolas han elogiado la seguridad jurídica para las inversiones y el desarrollo de los negocios en Chile. «Todo lo que me han dicho es que están felices de estar aquí», agregó.
Por su parte, el encargado de negocios de la Embajada alemana en Chile, Daniel Kriener, dijo que un aumento de la recaudación de un 3 % del PIB (8.200 millones de dólares) como pretende la reforma tributaria «no es una suma pequeña», pero «si el Gobierno quiere agrandar el rol del Estado, necesita recursos», precisó.
Respecto a la evolución de la crisis económica en Europa, el embajador Dochao destacó que «todos los datos demuestran que la luz al final del túnel se hace presente» y para el próximo año habrá un crecimiento en todos los países en torno al 2 por ciento.
«La salida de la recesión es un hecho», dijo el jefe de la delegación en Chile de la Unión Europea, quien expresó su preocupación por el ascenso que según las encuestas registrarán los partidos euroescépticos y xenófobos en las elecciones al Parlamento Europeo del próximo día 25.
Este fenómeno «es motivo de preocupación, porque muestra un rechazo a la construcción europea» en aspectos tan importantes como la libre movilidad de las personas, agregó el embajador de la UE, quien también advirtió sobre la alta abstención que se prevé en los comicios.
Lo que han vivido los ciudadanos europeos durante la crisis «ha sido dolorosísimo», reconoció el embajador de Portugal, Luis Lorvao, pero puntualizó que el repunte de las exportaciones de su país se debe, precisamente, a que existe un una integración también de los mercados.
Respecto, al funcionamiento de la UE y el papel de sus instituciones en la resolución de la crisis económica, el embajador de España, Carlos Robles, aseguró que «no existe un déficit democrático» y enfatizó que todas las leyes de ámbito comunitario tienen que ser aprobadas por la Eurocámara.
«A veces, cuando a los gobiernos nacionales no les van bien las cosas, le echan la culpa a Bruselas», reconoció por su parte la embajadora de Holanda, Marion Kappeyne, «pero hay que pensar en la fuerza que tienen 28 países trabajando juntos», enfatizó.
Respecto a la situación en Ucrania y las medidas adoptadas por la UE contra personalidades cercanas al presidente de Rusia, el jefe de la delegación de la UE dijo que «nadie está pensando en una escalada de sanciones para doblegar a Putin».
En tanto, el embajador francés, Marc Giacomini, apuntó: «las sanciones son un instrumento que no nos gusta; Europa tiene más lazos que Estados Unidos con Rusia. Pero desaprobamos el cambio por la fuerza de las fronteras, que recuerda el pasado más negro de Europa».
