Se trata de Cristian Curinao, quien se unió a Luis Marileo, Cristian Levinao y Leonardo Quijón, quienes piden la revisión de sus procesos judiciales y el traslado a un Centro abierto de estudio y trabajo de Gendarmería.
Un cuarto recluso se sumó en las últimas horas a una huelga de hambre que desde hace 35 días mantienen otros tres presos mapuches en la cárcel de Angol, informaron las autoridades penitenciarias.
El nuevo huelguista, identificado como Cristian Curinao, se unió a Luis Marileo, Cristian Levinao y Leonardo Quijón, quienes piden la revisión de sus procesos judiciales y el traslado a un Centro abierto de estudio y trabajo de Gendarmería.
También demandan un indulto humanitario para José Mariano Llanca, otro preso mapuche, que padece una cirrosis hepática terminal según sus familiares.
Los presos fueron condenados por diversos delitos, incluido un homicidio, cometidos en el marco del conflicto que desde hace varios mantienen en la Araucanía algunas comunidades indígenas que reclaman la propiedad de tierras ancestrales y las empresas agrícolas o forestales que las poseen legalmente.
Los huelguistas, que se consideran presos políticos, alegan que para condenarlos se les aplicó de forma arbitraria la ley antiterrorista.
José Mariano Llanca fue trasladado hace unos días al hospital de Temuco, la capital regional, situada a 672 kilómetros de Santiago, para ser sometido a exámenes que determinen su real estado de salud, mientras el gobierno evalúa su petición de indulto, según dijo el ministro de Justicia, José Antonio Gómez.
Este fin de semana, las autoridades carcelarias restringieron a dos familiares por cada interno las visitas a los huelguistas de hambre, después de que el pasado 3 de mayo un grupo de 35 visitantes encabezados por algunos dirigentes políticos mantuvieron ocupadas durante varias horas algunas dependencias de la prisión.
Hace algunos días fracasó una reunión entre los familiares de los presos y el ministro de Justicia en la que se buscaba poner término al prolongado ayuno.
Las autoridades aceptaron trasladar a los presos a un centro de educación y trabajo, pero con vigilancia y otras medidas de seguridad y no a uno abierto, como pretenden, dada las penas, superiores a diez años, a que fueron condenados.
El gobierno, según el ministro, también está dispuesto a revisar la ley antiterrorista y respecto del indulto para el recluso enfermo, se pronunciará una vez que disponga de toda la información médica necesaria.
En Santiago, en tanto, dieciocho personas fueron detenidas ayer sábado tras una manifestación de apoyo a los huelguistas de hambre en el céntrico cerro Santa Lucía, donde quemaron la base de un cañón antiguo, dos rehues (monumentos mapuches), algunos escaños y otros objetos.
Mientras la Municipalidad de Santiago valoró los daños en diez millones de pesos (unos 17.800 dólares), la mayoría de los detenidos recuperaron su libertad y sólo cuatro mujeres comparecerán durante este domingo ante un Juzgado de Garantía, acusadas de causar daños a un monumento nacional, dijo la policía.
