El texto recuerda Estados “represores y adoctrinadores” del siglo XX
A comienzos de mayo la Vicaría para la Educación evacuó el primero de una serie de documentos que invitan a reflexionar sobre la materia. En conjunto con un consejo asesor, el vicario Tomás Scherz elaboró un documento llamado “Por una educación pública, laica y gratuita”. Un texto que, según comentan al interior de la PUC, fue editado por la máxima autoridad de esa casa de estudios. La presentación la firma el cardenal Ezzati.
La mañana del viernes 9 de mayo, en el Aula Magna Manuel José Irarrázaval de la Casa Central de la Universidad Católica, el vicario para la Educación del Arzobispado, Tomás Scherz, presentó “Por una educación pública, laica y gratuita”, el primer documento de una serie de trabajos por los que la Iglesia busca tener voz en el debate educacional.
“¡No dejemos que una pequeña cúpula de poder nos arrebate el derecho de pensar y de proponer! La educación es un patrimonio público: un derecho y un deber de todos, mi derecho y mi deber”, se lee en la presentación del texto, escrita por el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati.
El documento, que se presentó a comienzos de mayo, fue fruto del trabajo de Scherz, pero también de un consejo que nació a comienzos de 2013 para reflexionar sobre temas de educación y que se levantó en el seno de la Vicaría para la Educación; una tarea a cargo de Scherz. En ese consejo que sesionó cerca de nueve veces en el primer piso de la referida Vicaría, en Cienfuegos 51, y a la hora de almuerzo, se sumaron nombres –según detalla el propio texto– como “Bernardo Abad, Guillermo Baranda S.J., Mauricio Bustamante, Eliana Corbett, Cristián Infante, Patricia Matte, Sergio Micco, Teresa Ríos, Ignacio Sánchez, Fernando Montes S.J., Sol Serrano, Manuel Sepúlveda, Francisco Javier Gil, entre otros”.
Otro de los nombres importantes del consejo es el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, que ha sido duro para levantar la voz de su institución frente al nuevo esquema que propone el gobierno de Bachelet: fue quien en conferencia de prensa salió a decirles a los medios que las “confianzas estaban quebradas” al interior del Cruch y quien se encargó de explicar que uno de los detonantes fue el “trato preferencial” a las universidades estatales del que habló el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, al comienzo de su gestión. También levantó la voz después que la Presidenta anunciara, en la última cuenta pública, la intención de despenalizar el aborto en tres circunstancias.
Pese a que al interior de la Vicaría comentan que la voz de Sánchez se sumó como una más al resto de los invitados y que también hubo sesiones a las que no asistió, otra fuente de la Universidad Católica señala que el rector Sánchez se reunió con Tomás Scherz en los meses de verano para revisar el primer documento que también habla de uno de los temas que le ha preocupado al rector de la Universidad Católica: el debate sobre lo público y lo privado.
[cita]En el documento de 27 páginas se abordan también temas como la laicidad en la educación, el aporte de la educación particular y el poder del Estado. En una de sus páginas se lee, por ejemplo, esta reflexión: “Concentrar todo el poder educativo, académico y científico en manos del Estado podría ser una amenaza seria a la democracia, en una sociedad como la nuestra. La razón laica y pública perdería pluralismo y vitalidad”.[/cita]
“Se trata de una falsa generalización el asociar lo estatal a lo público, pues aparte que establecimientos particulares pueden ofrecer educación cumpliendo con este régimen público, no siempre es cierto que el Estado garantice el interés general por medios visibles. El siglo XX, y los estudiantes lo saben bien, fue testigo de Estados represores y adoctrinadores, o que hicieron de sus instituciones medios de un despotismo blando y clientelismo político, donde no faltó la corrupción al poner medios públicos al servicio de enriquecimientos privados o intereses partidarios”, se lee en el documento.
En el documento de 27 páginas se abordan también temas como la laicidad en la educación, el aporte de la educación particular y el poder del Estado. En una de sus páginas se lee, por ejemplo, esta reflexión: “Concentrar todo el poder educativo, académico y científico en manos del Estado podría ser una amenaza seria a la democracia, en una sociedad como la nuestra. La razón laica y pública perdería pluralismo y vitalidad”.
“Lo leyó completamente y lo revisó. Prácticamente fue el editor del texto”, comentan en la UC, acerca del rol que cumplió Sánchez en la edición final de esta primera entrega, que también señala que la educación está llena de ejemplos de personas y comunidades no estatales que dan educación sin perseguir ganancia pecuniaria. Más aún, el movimiento estudiantil es una parte de la sociedad civil, no de la estatal, que persigue un interés general: el garantizar una educación de calidad para todos. Lo hacen además en forma visible y sometida al escrutinio público. Pero atención, también partes del movimiento estudiantil pueden usar métodos secretos para promover intereses gremiales, privados e incluso injustos”.
Sin embargo, desde la Vicaría señalan que Sánchez no fue editor del texto que se presentó en uno de los salones de la PUC, “sino que sólo lo leyó e hizo algunos comentarios” antes de ser publicado.
El segundo de los textos que se publicará como fruto de estas conversaciones saldrá a la luz en las próximas semanas y se refiere a la “calidad”. Sin embargo –y aunque el consejo seguirá sesionando en la Vicaría–, la conducción estará en la Conferencia Episcopal, donde se radicó hace un mes el tema para elaborar las propuestas de la Iglesia en torno a la Reforma Educacional.
