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Benito Baranda: “Los que marcharon por la vida frente a La Moneda debieran defenderla en todos sus ámbitos: salarios justos, viviendas dignas….” Ex director del Hogar de Cristo critica que la Iglesia aparezca del lado de los colegios particulares subvencionados en la reforma educacional

Benito Baranda: “Los que marcharon por la vida frente a La Moneda debieran defenderla en todos sus ámbitos: salarios justos, viviendas dignas….”

«Estos egoísmos los hemos construido como país, cuando mercantilizamos la educación y la segmentamos. Y eso genera daño. Pero no podemos tener miedo de que nuestros hijos se junten con otros. Al contrario, así van a ser mejores, menos materialistas, más humanistas. Ya nos pasó con los barrios erradicados. Recuperar el sentido social va costar, no es fácil, pero si no lo hacemos ahora, la ciudad se volverá una batalla», explica.


El ex director del Hogar de Cristo y presidente de la oficina chilena de América Solidaria, Benito Baranda, realizó una dura crítica a la Iglesia Católica  al señalar que le ha dolido la postura que ha tenido en educación, ya que se ha puesto del lado de los colegios particulares subvencionados y llamó a quienes defienden la vida a defenderla en todos sus ámbitos «en el salario justo, en las viviendas dignas, en las prestaciones de salud pública».

En declaraciones a La Tercera, Baranda destacó la reforma tributaria que impulsa el Gobierno, pero advierte que «si se quieren más oportunidades e igualdad hay que tener la prudencia de no poner una carga tributaria a la sociedad, que al final impida a los mismos pobres acceder a puestos de trabajo con salarios dignos».

En cuanto a la recaudación, el ex director del Hogar de Cristo señala que los que han estudiado la reforma tributaria han tratado de equilibrar el crecimiento económico con la posibilidad de acceder a mayores recursos, pero «hoy todavía me suena un poco mezquino, pero hay países que iniciaron las reformas hace 20 o 30 años, y ninguna fue tan radical, sino que más bien progresivas. Irlanda lo hizo en el 77. En Europa del norte partieron después de la Segunda Guerra Mundial. En Finlandia la discusión comenzó a fines del 50, y ahora están gozando de esos beneficios. Lo realmente vital, me parece, es ponerse en el lugar de las familias de clase media y las más pobres».

También señala que lo deja tranquilo la iniciativa en ese sentido, agregando que es fundamental alimentar la reforma tributaria «que me imagino será progresiva y acumulativa».

Baranda sostiene que es necesario terminar con el copago, ya que a su juicio es un impuesto que se le ha puesto a la clase media y a los más pobres, mencionando que «era otro impuesto para cofinanciar la política social que ellos mismos ya estaban financiando con el IVA. Y, por supuesto, debemos acabar con el clasismo escondido».

Respecto a este último punto, el presidente de la oficina chilena de América Solidaria explica que «estos egoísmos los hemos construido como país, cuando mercantilizamos la educación y la segmentamos. Y eso genera daño. Pero no podemos tener miedo de que nuestros hijos se junten con otros. Al contrario, así van a ser mejores, menos materialistas, más humanistas. Ya nos pasó con los barrios erradicados. Recuperar el sentido social va costar, no es fácil, pero si no lo hacemos ahora, la ciudad se volverá una batalla».

Sobre la postura que ha asumido la Iglesia Católica en el tema educacional,  «porque Dios no selecciona a las personas. Todos somos hijos de Dios. Hace poco, yo estuve en España, en un colegio católico, y no había ningún criterio de selección. El 40% de sus alumnos era de origen musulmán y marroquí. Si tú pones barreras de acceso generas más segregaciones».

También responde a la declaración hecha por el obispo Alejandro Goic, quien dijo que existe un frenesí legislativo por aprobar las reformas. «Ojalá la Iglesia Católica hubiese hecho reformas aceleradas después del Concilio Vaticano II, que se han tardado años en llegar. Y también me duele que la Iglesia, al menos mediáticamente, aparezca como poniéndose del lado de los (colegios) particulares subvencionados con fines de lucro. Algunos, incluso, lo vinculan a la libertad. Con estas diferencias hemos sofocado la libertad de las personas», precisa.

Y añade que » En 1920, muchos obispos de la Iglesia Católica se opusieron a la escolaridad obligatoria de cuatro años, no explícitamente, pero sí a través de los parlamentarios que los representaban. Nosotros no estamos para juntarnos con los amigos, sino con quienes están más lejos, para mostrarles el valor de la fe. Deberíamos estar abiertos a todas las personas, sin importar de dónde vengan ni qué piensen. Muchas escuelas católicas lo hacen así, porque también tenemos muchos casos de educadores abnegados. Pero la Iglesia debiera tener abiertos sus colegios a todas las personas, sin postulaciones ni criterios de selección. Eso segmenta y va en contra de lo que el evangelio nos pide, que es amarnos los unos a los otros, inclusive a aquellos que parecen más lejanos».

Respecto al debate sobre el aborto, Baranda explica que es necesario reorientar la educación sexual que, a su juicio, queda en manos de los amigos y de las redes sociales y «sólo puedo decir que yo defiendo la vida desde su concepción. Y creo que esa vida hay que defenderla siempre».

Sin embargo, a renglón seguido sostiene que quienes «marcharon por la vida (marcha “antiaborto”) frente a La Moneda  deberían defenderla en todos sus ámbitos, en el salario justo, en las viviendas dignas, en las prestaciones de salud pública. Hace poco, falleció una persona afuera de una clínica. ¿Dónde estaban los defensores de la vida? Estamos en el continente más católico del mundo y 53 millones de personas viven con hambre».

 

 

 

 

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