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Brasil, la FIFA y los elementos decisivos para el partido de Chile Análisis futbolístico

Brasil, la FIFA y los elementos decisivos para el partido de Chile

¿Se le puede ganar a Brasil? Se puede. Dando por hecha la presencia de Arturo Vidal, el mediocampo chileno tendrá una dinámica más parecida a la que mostró ante España que ante Holanda. Y a diferencia de Holanda, Brasil no se va a echar atrás. No puede, sería antinatural, por lo que el partido será mucho más abierto.


A Chile no podría haberle tocado más duro. Brasil, el eterno verdugo de la Roja, será nuevamente el rival en octavos de final. Anoche, en la radio, decía Cristián Castañeda –parte del plantel de Chile en Francia 1998– que este Brasil no es el mismo que les tocó enfrentar a ellos. Claro, tampoco es el mismo de 1962, que con un 4 a 2 nos excluyó de la final de nuestro Mundial. Y tampoco es el de 2010, aunque se le parezca.

Este Brasil es más europeizado, con dos volantes de contención más duros que dinámicos, con una defensa a la que le pesan los nombres propios en la espalda y con un 9 mucho más torpe que Garrincha, que Ronaldo e incluso que Luis Fabiano. Con un Hulk que con el paso del tiempo ha desarrollado más potencia que talento. Las diferencias las marcan los del Chelsea, como Oscar y los inexplicablemente suplentes Ramires y Willian. Y por supuesto Neymar, el baluarte de este Brasil, el único que se resiste al proceso de europeización. Gary Medel y Mauricio Isla tendrán que hacer el partido de su vida.

¿Se le puede ganar a Brasil? Se puede. Dando por hecha la presencia de Arturo Vidal, el mediocampo chileno tendrá una dinámica más parecida a la que mostró ante España que ante Holanda. Y a diferencia de Holanda, Brasil no se va a echar atrás. No puede, sería antinatural, por lo que el partido será mucho más abierto.

¿Y si se le va ganando a Brasil? La única forma de que la FIFA podría hacer algo, sería a través del árbitro. ¿Lo ha hecho antes? Por supuesto.

Inglaterra ganó su único título mundialista gracias a un gol fantasma, un tanto que nadie sabe, excepto el árbitro, los ingleses y la FIFA, si fue o no gol.

Además, los ingleses fueron ayudados a llegar a la final, por ejemplo, con la expulsión del argentino Antonio Rattín en los cuartos de final. El presidente de la FIFA de ese entonces era Stanley Rous, ex árbitro inglés.

[cita]¿Y si se le va ganando a Brasil? La única forma de que la FIFA podría hacer algo sería a través del árbitro. ¿Lo ha hecho antes? Por supuesto. Inglaterra ganó su único título mundialista gracias a un gol fantasma, un tanto que nadie sabe, excepto el árbitro, los ingleses y la FIFA, si fue o no gol. Además, los ingleses fueron ayudados a llegar a la final, por ejemplo, con la expulsión del argentino Antonio Rattín en los cuartos de final.[/cita]

Claro, en la década del 60 no había la tecnología actual que, por ejemplo, evitaría un gol fantasma. Pero la designación del árbitro Gassama para el partido de Holanda y Chile da para pensar. ¿Por qué, para un partido definitorio, se designa a un juez que viene de un país con nula cultura futbolística como Gambia? La política de la FIFA ha sido, desde hace varios años, llevar el fútbol a los más remotos países del mundo en desmedro de la calidad de, en este caso, el arbitraje.

Sergio Jadue ya ha hecho una petición formal para que el árbitro designado para el partido del sábado sea uno de clase mundial. Vamos a ver cuánto pesa la ANFP para la FIFA.

¿Y qué significaría para la FIFA que Brasil se quede en octavos? Quizás desinterés por parte de los brasileños.

Quizás menos público en las graderías para instancias definitorias. Quizás más protestas, combinando la frustración brasileña de haber perdido con la indignación por el gasto descriteriado del Estado en la construcción de los estadios, por exigencia de la FIFA. Un duro golpe para la imagen de la institución de Joseph Blatter, el heredero de Havelange.

Y si el juez designado fuera, por ejemplo, Howard Webb, el inglés que dirigió el mismo partido en Sudáfrica 2010, o fuera Nicola Rizzoli, un italiano sobreviviente al corte arbitral que trajo como consecuencia el escándalo de arreglos de partidos en Italia en el 2006, el partido hay que jugarlo de todas maneras. Y Chile jugará contra un ambiente hostil, contra el calor, contra Brasil y quizás contra la FIFA. Si quieren ser campeones del mundo, los muchachos deberán sobreponerse a todo. Y con fútbol, que es de lo que se trata todo esto.

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