La titular de Desarrollo Social, María Fernanda Villegas, quien junto a su marido, Carlos Cano participa en la propiedad de la firma Sectra, descartó que exista una incompatibilidad entre su cargo y la compañía. Y asegura que no participa en la gestión de ésta desde el año 2006. [Actualizada]
Dirigentes de distintos sindicatos cuestionaron el negocio de asesorías sindicales que, aseguran, llevan a cabo distintas firmas con el fin de conseguir el bono de término de conflicto y empujar a la huelga para lograr que la contraparte empresarial ponga el dinero que les asegure la obtención de recursos.
Según informa este martes El Dínamo, una de esas empresas es el Centro de Estudios del Trabajo (CETRA), de propiedad de la ministra de Desarrollo Social, Maria Fernanda Villegas y su esposo, Carlos Cano. Otro caso es el de Desarrollo y Trabajo Consultores, creada por la ex directora del Trabajo, Patricia Silva, y por el actual subdirector de ese organismo, Rafael Pereira.
Respecto a Cetra, el presidente del Sindicato Autónomo de Jumbo, Manuel Sandoval, dijo al mismo medio digital que “el trabajo de Cano lo conozco a la perfección. Lo que ellos crean es una dependencia de los dirigentes hacia las asesorías. Manejan todas las cláusulas y mientras menos participación y menos información sobre la negociación tenga el dirigente, mejor para ellos, porque así siguen dependiendo de los asesores. Ellos crean el proyecto de contrato, lo defienden y lo cierran».
Por su parte, el secretario de la Confederación Coordinadora de Sindicatos del Comercio, Sergio Cisternas, dijo que la secretaria de Estado “nos asesoró en varias ocasiones. Ella era parte de las planificaciones estratégicas, en la asesoría directa, y estuvo en la empresa hasta antes de entrar al gobierno. Es una señora bastante amable… Era la encargada de hacer la planificación, organización por organización, en cómo se iban a tirar las líneas para organizar un bloque. También era parte de las capacitaciones para la negociación colectiva y también de las movilizaciones que realizábamos”.
Consultada al respecto, la ministra Villegas dijo que no participa en CETRA desde 2006. “Tal como se señala en la declaración de intereses y patrimonio actualmente no se tiene participación en la gestión de la empresa. En realidad, no tengo participación en la gestión desde el año 2006 como lo consigna la Modificación de Sociedad de fecha 20 de abril de 2006 en la Notaría Ñuñoa”.
Respecto a cómo opera la firma, señala que ésta “asesora a organizaciones sindicales de los sectores públicos y privados. Este servicio incluye apoyo técnico en negociaciones y formación sindical y asesoría estratégica. Respecto de la contraprestación por los servicios prestados estos se fijan en razón a la duración y tipo de asesoría requerida”.
Finalmente, aseguró que durante su gestión al frente de la cartera de Desarrollo Social no se ha presentado situación alguna que amerite su inhabilitación por el hecho de participar en la propiedad de la empresa y afirmó que en la Operación Renta 2014 Cetra no tuvo utilidades operacionales, lo que no debiera sorprender, dijo, porque “las cancelaciones de los honorarios de asesorías a sindicatos del sector privado se prolongan a veces de un año calendario a otro”.
Según El Dínamo, la empresa de Carlos Cano cobra caro en relación al mercado: no menos de $25 mil por socio parcial y $35 mil por socio full. Y si se considera sólo la negociación colectiva, sin asesoría permanente, la federación del retail le reporta a Cano y Villegas no menos de $500 millones de pesos. Entre sus clientes se encuentran más de 60 sindicatos -Walmart, Falabella, Paris, Monserrat, Ripley, Sodimac, Álvarez (reponedores externos), Cooperativa de Carabineros, entre otros- y tiene como asociados a más de 17 mil 500 trabajadores, sólo en el retail.
Asimismo, el reportaje asegura que el Centro de Estudios del Trabajo es una institución de larga historia que fue fundada por sacerdotes salesianos a fines de los ‘70, el entonces centro de estudios sociológicos pasó a ser liderado en los ochenta por el cura francés Michel Bourguignant, quien junto a un grupo de profesionales convirtió al CETRA-CEAL en el brazo de apoyo de los grupos de la Coordinadora Nacional Sindical (CNS), asociación al alero de la Vicaría de Patoral Obrera que reactivó el sindicalismo en Chile y se convirtió en el articulador de la nueva CUT. El objetivo inicial de CETRA entonces era promover y apoyar a las organizaciones sindicales en el contexto del ‘Plan Laboral’, puesto en marcha por el ministro del Trabajo de la época, José Piñera. Entre las características que se recuerdan del centro de estudios estaba su pluralidad, ya que participaban personas de diversos credos y vinculaciones políticas, a quienes los unía la lucha por la recuperación de la democracia.
Agrega que en esa época se allegó Carlos Cano a CETRA y que habrían sido los propios salesianos quienes enviaron al joven historiador de la Izquierda Cristiana a estudiar a Francia, al Instituto de Altos Estudios de América Latina. A su regreso participó en la integración de la IC al Partido Socialista e intentó paralelamente algunos negocios con compañeros que volvían del exilio, como Camilo Escalona y María Emilia Tijoux, sin mayores resultados. De hecho, Cano aseguraría a sus cercanos que el concepto ‘Nueva Izquierda’ -con que se conoce a la facción liderada por Escalona- es de su autoría».
Escalona, sin embargo, en una carta enviada a El Mostrador, asegura sobre este artículo que “nunca he tenido ni directa ni indirectamente vinculación alguna con el tipo de actividad que señala en dicha nota”.
El actual presidente de la coordinadora de sindicatos del retail, Manuel Díaz, dijo que “antes existían sindicatos diversos, pero sobre todo colocados por la empresa, distantes unos de otros, y así las negociaciones colectivas eran un verdadero chiste. Entonces nos encontramos con CETRA en 2008 e iniciamos una estrategia que consistía en organizar varios sindicatos nuevos y conseguir en el tiempo una fuerza tal que la empresa no quisiera pelear contigo».
“Cuando haces una negociación colectiva debes fijarte que los asesores sirvan para sacarle a la empresa el dinero que pagas en la asesoría. Si tienes una buena negociación colectiva, donde en realidad puedes amenazar con un derecho a huelga real, sin reemplazos, y donde puedas ocasionar un gran daño a la empresa y así evitar que esta te desafíe a la huelga, obviamente que puedes sacar la plata para pagar la asesoría y obtener otros beneficios”, explicó.
