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Las claves de la llegada de Andrés Palma al Mineduc y la operación para neutralizar a Walker Gobierno blinda a Eyzaguirre del “fuego amigo”

Las claves de la llegada de Andrés Palma al Mineduc y la operación para neutralizar a Walker

Marcela Jiménez
Por : Marcela Jiménez Periodista de El Mostrador
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El ex parlamentario y ex ministro del gobierno de Lagos, que ayer asumió como secretario ejecutivo de la Reforma Educacional, deberá coordinar uno de los temas fundamentales de la administración Bachelet. Uno de sus objetivos será fortalecer la relación con las bancadas parlamentarias; aunque, de paso, también quedará otro mensaje: “Que la DC está con la reforma”, explican en la disidencia de ese partido.


Es el último paso de la “intervención” que La Moneda hizo al Mineduc para reforzar la “magullada” gestión del ministro Nicolás Eyzaguirre y asegurar, así, que los proyectos de ley de la reforma educacional avancen en el Congreso y se aminore el “fuego amigo” de las críticas en el seno del propio oficialismo, especialmente desde la Democracia Cristiana (DC). La llegada del DC Andrés Palma, como “subsecretario en las sombras” al Ministerio, es una carta que se jugó silenciosamente en Palacio, entre el momento de la llegada de Harold Correa como jefe de gabinete a Educación –hombre de confianza del ministro Rodrigo Peñailillo– y del lanzamiento de la “agenda corta” que anunció la Presidenta Michelle Bachelet la semana pasada.

Tan sigilosamente se fraguó, que el lunes en la mañana en el mismo comité político con los presidentes de partido de la Nueva Mayoría, en que participó por más de dos horas Eyzaguirre, no se trató el tema. No se dijo nada del nombramiento de Palma ni menos de las funciones que tendría. Y eso que dicha cita fue precisamente para “apuntalar” al ministro, ordenar a los partidos, cerrar el capítulo de los conflictos con los “matices” de la reforma y marcar el hito del segundo tiempo del debate.

Sólo se adelantó vagamente –según explicó uno de los timoneles– que se iba a “terminar de reforzar” al Mineduc y la mayoría tenía claro que eso implicaba a un DC, aunque “no fue un tema tratado ahí” y algunos se enteraron “bajo cuerda” del nombre elegido durante la tarde.

Todas las gestiones se hicieron en reserva. Es más, el nombre ya estaba definido desde la semana pasada, al punto que al propio Palma –afirman en el gobierno– se le contactó en esos días para hacerle formalmente el ofrecimiento. Un dato no menor. Todo se selló antes de que la Presidenta Bachelet viajara a Estados Unidos, gira a la cual originalmente partía el sábado en la noche, por lo cual la Mandataria “visó” la elección.

 El diseño

Las semanas previas a la intervención de Palacio, en el Mineduc llovían las críticas en público y en privado a los errores cometidos por Eyzaguirre: la falta de diálogo con los partidos y parlamentarios, la marginación de la Nueva Mayoría de la toma de decisiones, el despliegue de un método cuestionado para la reforma, incluido el orden en que se privilegiaron los proyectos de ley que hasta ahora se han mandado al Congreso.

La llegada de Palma al Mineduc es formalmente en calidad de secretario ejecutivo de la Reforma Educacional, lo que significa que básicamente deberá hacer la coordinación del equipo del Ministerio, aunque la aspiración de La Moneda realmente es que se haga cargo de la “articulación política” de esta. Y, así, poder empezar ya la segunda etapa de la reforma, subsanando los cuestionamientos de la Nueva Mayoría a los “problemas comunicacionales” y la “poca claridad” para referirse a los temas más importantes de la iniciativa, razón por la que desde ahora se van a intensificar las reuniones con los partidos y se fortalecerá la relación con las bancadas parlamentarias.

[cita]A diferencia de la llegada de Harold Correa como jefe de gabinete y la elección del PC Juan Andrés Lagos –asesor de Interior– para que desde Palacio ayude a “desactivar conflictos” con los gremios, en esta decisión no estuvo la impronta del ministro Rodrigo Peñailillo. En el gobierno explican que, dado que se iba a poner a un DC en el Mineduc, Eyzaguirre optó por potenciar a uno que no fuera afín a la línea política del timonel de la falange, Ignacio Walker, porque ello representaba el riesgo de “alimentar el fuego amigo” en esta segunda etapa.[/cita]

Después de conocerse su nombramiento, Andrés Palma dijo que el ministro le pidió “escuchar todas las opiniones y que hay que tratar de sacar los acuerdos posibles” y señaló que ya se ha reunido con sostenedores.

A diferencia de la llegada de Harold Correa como jefe de gabinete y la elección del PC Juan Andrés Lagos –asesor de Interior– para que desde Palacio ayude a “desactivar conflictos” con los gremios, en esta decisión no estuvo la impronta del ministro Rodrigo Peñailillo.

En el gobierno explican que, dado que se iba a poner a un DC en el Mineduc, Eyzaguirre optó por potenciar a uno que no fuera afín a la línea política del timonel de la falange, Ignacio Walker, porque ello representaba el riesgo de “alimentar el fuego amigo” en esta segunda etapa.

Es más, afirman que el ministro Eyzaguirre conversó el tema con algunos personeros de la disidencia DC –uno de ellos el senador Jorge Pizarro–, precisamente para encontrar el perfil adecuado y luego tener el visto bueno del elegido. Cuentan que el asesor del Mineduc, Exequiel Silva (DC y hombre de la disidencia), trabajó aliadamente con el secretario de Estado para lograr la llegada de Palma y fue a quien le correspondió hacer la ronda de llamados formales a los partidos de la Nueva Mayoría para informar de la decisión de nombrar un secretario ejecutivo de la reforma.

En la mesa DC valoran a Palma, lo consideran un militante que tiene “amplia aceptación” en el partido, pero era en la disidencia donde no ocultaban la sonrisa de satisfacción y consideraron una gran noticia el nombramiento. No es sólo por haber neutralizado a Walker, sino que con su llegada el mensaje es claro: “La DC está con la reforma educacional”, explicaron en dicho sector; una lectura que es compartida en La Moneda, aunque ayer también Eyzaguirre se apuró en aclarar lo siguiente: “Yo creo que la DC no necesita fotos para ejercer su influencia porque es muy notoria e importante además”.

“Andrés no llega como consecuencia de ningún tipo de conversación con los partidos políticos. Llega como consecuencia de la etapa de mayor madurez e identidad que está pasando la reforma”, ahondó Eyzaguirre.

En entrevista con el programa ‘Palabras Sacan Palabras’ de Radio Futuro, Walker reconoció que recién el lunes en la noche le informaron la elección de Palma y que, después de eso, se reunió con él. Agregó que estaba “muy contento” con la designación, lo cual es coincidente con la decisión de la mesa de respaldar a su ex diputado, ya que si bien no es afín a ellos y públicamente el ex ministro de Mideplan ha sido duro con las salidas de libreto del timonel en este tema, la DC logró tener presencia con uno de sus filas en el núcleo más estrecho que define el rumbo de la reforma.

En el oficialismo destacan que Palma tiene a su favor varios factores para la tarea que se le encomendó. No sólo es economista –habla el mismo lenguaje que Eyzaguirre– sino que está vinculado hace años al mundo universitario en la USACH, con experiencia como docente ahí, pero, además, conoce perfectamente cómo funciona el aparato público y el Congreso, dada su experiencia como parlamentario.

El trago amargo

Era comentario hasta la semana pasada en el gobierno y la Nueva Mayoría el mal momento que atravesaba Eyzaguirre. En Palacio decían que se le veía “derrotado”, que estaba “complicado” y “cansado” y que era evidente que había “acusado el golpe” que significó la arremetida intervencionista desde La Moneda a la forma y modo en que se estaba llevando adelante la reforma más relevante para la administración Bachelet.

A algunos en el oficialismo incluso les comentó, en días pasados, que “estaba rodeado” en su Ministerio, aludiendo a Correa, y con otros personeros se quejó bastante respecto a que él trata de explicar y aclarar los distintos temas y puntos de la reforma, pero que “no lo logra”. Ha defendido en público y en privado su decisión de impulsar primero los proyectos de fin al copago, al lucro y la selección –criterio que fue cuestionado en el oficialismo, ya que dejó fuera materias de la educación pública–, argumentando que su idea era partir por “la matriz del problema” y que, sin zanjar estos puntos, no se saca nada con inyectar recursos a la educación pública.

Su mal momento no se debió solamente a las críticas de los partidos, sino que a varios factores que confluyeron para que en el Mineduc se estuviera ad portas de la “tormenta perfecta” y la reforma sí estuviera en riesgo de naufragar.

En el gobierno se reconoce que el ministro tiene responsabilidad, más allá de su estilo “canchero” y algo soberbio que lo llevó –dicen– a no sopesar lo complejo que sería el tema, no dar los espacios de diálogo con la coalición y confiarse en exceso en que los presidentes de la Nueva Mayoría y sus partidos habían adscrito a un programa de gobierno, a la reforma, que la respaldaban y no que le darían la espalda, aludiendo principalmente a la seguidilla de críticas de Walker.

Pero en paralelo también pesó el papel de la subsecretaria Valentina Quiroga –uno de los cerebros de Educación 2020-, cuyo nombramiento había sido un guiño precisamente al movimiento social. La instalación de Palma como “subsecretario en las sombras” deja en mal pie a Quiroga, porque la eclipsa, y en Palacio explican que se hizo necesario porque, a pesar de ser considerada un elemento “brillante”, le jugó en contra su poca experiencia política, su insistencia –agregaron– en jugar un “rol demasiado secundario”, en circunstancias que se necesita a alguien empoderado.

Pero también refleja –el modelo completo de intervención– que los partidos de la Nueva Mayoría se quedaron con todas las riendas de la reforma, desplazando a un segundo plano a quienes en el Mineduc estaban como voz del movimiento social y nuevos rostros, como era el caso de los asesores que instaló Revolución Democrática.

Ayer, antes de entrar a la Comisión de Educación del Senado, el ministro Nicolás Eyzaguirre se refirió al nombramiento de Andrés Palma y dijo que venía pensando “con la Valentina (Quiroga) en la figura del secretario ejecutivo hace bastante tiempo. Lo que ocurre es que el Ministerio de Educación es un Ministerio grande, con muchas, muchas actividades. La Valentina es víctima de aquello, tiene que estar diariamente preocupada del pago de las subvenciones, de los distintos programas del Ministerio, de las Seremías, de las provincias”, señaló Eyzaguirre, quien también apuntó al tamaño de la reforma: “Es copiosa, tiene ocho, nueve leyes, entonces simplemente no damos abasto y nos pareció necesario con la Valentina reforzarnos con alguien que esté dedicado exclusivamente al paquete de la reforma con todo lo que ello implica y revisando la elaboración de los proyectos de ley, estar viniendo al Congreso, negociando con nuestros parlamentarios de la Nueva Mayoría, conversando con la oposición, porque queremos hacer de esto una tarea nacional y definitivamente necesitábamos refuerzos, así que nuestro amigo Andrés Palma gentilmente accedió a aquello”.

En la Nueva Mayoría y en La Moneda afirman que Eyzaguirre ya está “recuperándose” del trago amargo, del mal momento que pasó en las semanas anteriores y que, si bien fue un difícil revés para él y su reconocido estilo “ganador”, lo cierto es que a nadie se le pasó por la cabeza la posibilidad de que el ministro diera un paso al costado. La reforma ha sido más cuesta arriba de lo que se planificó para esta etapa y no se contaba con el rechazo que ha generado en sectores como los apoderados de colegios. Una eventual salida del ministro “habría sido un error político grave, especialmente a estas alturas, en la primera etapa” y casi un daño irreversible a la reforma, debilitándola.

Por eso se dio cancha, añaden, a que en el caso de la elección de Palma fuera relevante su opinión, para reforzarlo, dar señas de que cuenta con todo el piso político que requiere, razón por la cual también la Nueva Mayoría se alineó con él, tras el comité político del lunes, donde se acuñó lo del segundo tiempo.

A tono con la jerga, ya entraron nuevos jugadores a la cancha, se hicieron ajustes en la estrategia con la ronda de intervenciones al Mineduc y el ministro ya se “hidrató” para seguir jugando. Ahora, sólo resta por ver cómo termina el partido y si habrá alargue.

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