Julio ya comienza a dejar atrás el Mundial luego de la participación de la selección Chilena en Brasil. Pero la agenda no tan sólo estuvo marcada por la «Roja», ya que el mes pasado también dejó momentos complicados para el ministro de Educación Nicolás Eyzaguirre.
Sumándose a las críticas de la derecha política y el movimiento estudiantil, que aparecen como esperables desde un marco general, nacen los cuestionamientos públicos de un aliado dentro de la Nueva Mayoría, ya que la Democracia Cristiana salió con fuerza a defender sus intereses educacionales y económicos a través de su presidente, Ignacio Walker, que podrían ser seriamente perjudicados por la reforma propuesta por el gobierno.
En una astuta movida de tablero que busca minimizar el «fuego amigo» proveniente de la DC, se ratificó el ingreso de Andrés Palma –militante del partido en cuestión– al Ministerio, con tal de apaciguar los ánimos y darle un nuevo aire al segundo tiempo del atribulado Eyzaguirre y al debate por la reforma educacional.
