Javiera Blanco advierte «machismo» detrás de cuestionamientos
Marco Enríquez-Ominami considera que la llegada de Eugenio Ortega a Barrick Gold es un «escándalo», mientras que el diputado DC Iván Flores lo califica como «políticamente imprudente». Pero no sólo hubo críticas, ya que el también falangista Fuad Chahín cree que «las inhabilidades que pueden tener los funcionarios les afectan a ellos personalmente, no a sus familiares».
Una crítica transversal generó el nombramiento de Eugenio Ortega Frei, marido de la ministra del Trabajo, Javiera Blanco, como gerente de Asuntos Corporativos de Barrick Gold, minera que lleva adelante el polémico proyecto aurífero Pascua Lama.
Tal como informó El Mostrador, Ortega fue contratado el 2 de junio por sus “enormes capacidades profesionales y una compatibilidad con la mirada transparente y eficiente que tiene el equipo de la nueva fase de Pascua-Lama”.
La secretaria de Estado acusó «machismo» detrás de los cuestionamientos, recurriendo al mismo argumento que utilizó a mediados de 2007 la Presidenta Michelle Bachelet, cuando en un escenario de baja aprobación ciudadana y de protestas estudiantiles acusó ser víctima de un «femicidio político».
«Es machismo que critiquen a una ministra por medio del marido. Esta ministra tiene una trayectoria y un compromiso que la gente conoce, mi compromiso con el gobierno es total, y se redobla cada día», dijo Javiera Blanco este viernes en La Moneda.
Pero, por el contrario, el presidente de la Fundación Progresa, Marco Enríquez-Ominami, consideró que se trata de un “escándalo” comparable a anteriores salidas de autoridades públicas para desempeñarse en el mundo privado.
Y para ejemplificarlo recordó el caso de la actual ministra secretaria general de la Presidencia, Ximena Rincón (DC), cuando después de desempeñarse como superintendenta de Seguridad Social, ingresó el año 2006 al directorio de la AFP Provida. Y también citó el caso del actual presidente ejecutivo del proyecto Alto Maipo, Jorge Rodríguez Grossi, quien fue gerente general de la termoeléctrica Guacolda antes de asumir a comienzos de la década pasada como ministro de Economía, Energía y Minería.
“Es un escándalo porque simbólicamente es jodido, porque también cuando, Ximena Rincón creo que fue, era superintendenta de AFP, se pasó a una AFP”, dijo a Enríquez-Ominami a Radio Bío Bío.
Por su parte, el diputado DC Iván Flores, declaró a la misma radioemisora que el caso de Ortega es políticamente imprudente. “Desde el punto de vista personal me parece impresentable e inaceptable y desde el punto de vista político me parece imprudente. El esposo de la ministra del Trabajo, quien lo está haciendo muy bien, no puede, a mi modo de ver, asumir una gerencia de la empresa más cuestionada en Chile”.
En tanto, la diputada de RN Paulina Núñez dijo que “nosotros solamente rechazamos este nombramiento y llamamos al gobierno a que tenga cuidado. No solamente han estado nombrando ejecutivos cuestionados en las empresas públicas, sino que hoy día también extendiendo redes a las empresas mineras”.
Pero no sólo hubo críticas. El diputado demócrata cristiano Fuad Chahín considera que las inhanbilidades son “personales” y que la situación de su cónyuge no afecta a la ministra Blanco.
“Las inhabilidades que pueden tener los funcionarios les afectan a ellos personalmente, no a sus familiares. Me parece que es hilar demasiado fino. Si no es un ámbito que esté estrechamente ligado a la cartera, a mí me parece que no hay ningún inconveniente”, afirmó.
