«Su uso debe ser fuertemente desincentivado y deben darse cada vez más incentivos para que las personas usen el transporte público y el no motorizado», dijo el coordinador de Acción Ecológica.
Ante el reciente anuncio del Gobierno de darle urgencia a un proyecto de ley que obliga a entregar estacionamientos gratis en los centros comerciales a los automovilistas, Luis Mariano Rendón, Coordinador de Acción Ecológica, afirmó que ello «constituye un absurdo, desde el punto de vista urbano, ambiental y social».
Rendón dijo que “uno de los problemas que tienen casi todas las ciudades de Chile es la congestión, lo que lleva a que en determinados momentos prácticamente colapse el espacio vial, con grandes costos para la calidad de vida de la población y también para la productividad social. Desde el punto de vista ambiental, la contaminación local sigue siendo un problema insoluble también en muchas de nuestras ciudades, donde se han debido dictar planes de descontaminación, los que en general presentan débiles avances. La vida y la salud de la población sigue siendo severamente afectada».
El dirigente ecologista enfatizó que «el uso del automóvil particular es algo que provoca congestión, contaminación local y emisión de gases de efecto invernadero. Por ello, su uso debe ser fuertemente desincentivado y deben darse cada vez más incentivos para que las personas usen el transporte público y el no motorizado. Esto es algo de consenso entre todos los expertos y ha sido incluso incorporado en las políticas y planes gubernamentales sobre urbanismo y medio ambiente, al menos a nivel de declaraciones. Por eso entregar estacionamientos gratis en los centros comerciales, lo que evidentemente incentiva el uso del automóvil, es un total contrasentido”.
Consultado sobre las consecuencias redistributivas de este proyecto, Rendón afirmó que pese a que se pretende mostrar como algo positivo en términos sociales, esta medida es abiertamente regresiva. Ello, explicó, “porque nada es gratis y la amortización de la construcción de los estacionamientos y su mantención tiene un costo. Si los centros comerciales quedan impedidos de cobrarles ese costo a los automovilistas, lo que harán es llevarlo a arriendos y de ahí pasa a los precios de los bienes y servicios que se ofrecen. Con ello, aquellas personas que por necesidad o por opción consciente van a hacer sus compras en transporte público o no motorizado, causando menos daño a la ciudad, a la salud de todos y al planeta, terminarán subsidiando a los automovilistas. Difícilmente imagino algo más absurdo en un país que, se supone, quiere avanzar en igualdad y sustentabilidad”.
Rendón concluyó llamando al gobierno a recapacitar, a no dejarse llevar por un populismo de corto plazo y a quitar su respaldo a la iniciativa legal que obliga a entregar estacionamientos gratis en los centros comerciales.
