«Terminé defraudado por este sacerdote y condeno absolutamente los delitos por él cometidos. El daño que ha causado es enorme», dijo en un comunicado Juan Barros Madrid, después que la congregación de los Sagrados Corazones lo conminara a presentar su renuncia.
A pocos días que asuma al frente de su diócesis, al designado obispo de Osorno, Juan Barros Madrid, salió al paso de quienes lo acusan de haber encubierto los abusos sexuales cometidos por el ex párroco de la Iglesia del Sagrado Corazón de El Bosque, Fernando Karadima, y aseguró que nunca tuvo conocimiento ni avaló esos actos.
Según informa este martes el diario El Mercurio, el prelado se refirió a la polémica en un comunicado que emitió poco después que la Congregación de los Sagrados Corazones, mediante una columna de su provincial Álex Viguera, lo conminara a renunciar y deslizara que el Papa Francisco no recibió por parte de la Nunciatura Apostólica toda la información a la hora de resolver su nombramiento.
«Jamás tuve conocimiento de alguna denuncia respecto del sacerdote Karadima», manifestó Barros, al tiempo que enfatizó que «jamás tuve conocimiento ni imaginé nunca de aquellos graves abusos que este sacerdote cometía con sus víctimas. No he aprobado ni participado en esos hechos gravemente deshonestos».
El matutino recordó que Juan Barros formaba parte de la disuelta Unión Sacerdotal que, cuando Karadima fue declarado culpabe por una investigación eclesiástica, hizo pública una declaración en la que expresó que «con gran dolor hemos asumido la sentencia que declara su culpabilidad en las graves faltas sancionadas por la Iglesia».
Asimismo, afirmó en el comunicado que participó en la iglesia de El Bosque «en tiempos hermosos de espiritualidad y apostolado, pero terminé defraudado por este sacerdote y condeno absolutamente los delitos por él cometidos. El daño que ha causado es enorme».
