«Pongo mi firma. ¿La ponen Matthei y Bachelet?”, preguntó el ex candidato a quien le llegó el fuego de los aportes raros por medio de un asesor, que recibió más de 300 millones desde SQM, según el testimonio judicial de la asistente de los máximos ejecutivos de la minera no metálica.
El ex candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami siguió dando explicaciones hoy, luego de que el fin de semana fueran publicados los correos entre su asesor histórico Cristian Warner y la secretaria de SQM, Katherine Bischof. En estos mensajes se explica el pago de $362 millones durante tres años a la empresa de Warner, la sociedad unipersonal Cristián Warner Comunicaciones Publicidad y Marketing EIRL, según informó a La Tercera.
En los correos la secretaria de Ponce Lerou y Patricio Contesse nombra a Enríquez-Ominami. En ese contexto el líder del PRO, quien negó estar enterado de estas gestiones, dijo a Radio El Conquistador que «es entretenido demostrar una mentira y una contradicción. No la hay, hay una coherencia entre lo que dije el día sábado y el día domingo. Sí, yo recomendé a Cristián Warner, ahora mi empresa se llama Rivas y Rivas Limitada, y les puedo decir mirando a los ojos: yo no tengo una sola factura, no hay enriquecimiento personal, no conozco a Ponce Lerou, que es otras de las acusaciones que intentan instalar”, afirmó, respecto del llamado a explicar que le han hecho desde la Nueva Mayoría.
El hijo del fallecido secretario general del MIR insistió en que «jugué dentro de las reglas. No soy ningún santo. Pero puedo decir que no hay enriquecimiento personal alguno, no tengo facturas falsas, ninguna cuenta pendiente con Impuestos Internos. Y sí he sido escrutado mil veces, no hay nada que temer”.
Precisamente, escrutado como nunca antes, sacó una carta y propuso «de manera exclusiva» que la Presidenta Michelle Bachelet impulse una decisión: «Abramos los aportes reservados. Pongo mi firma. ¿La ponen Matthei y Bachelet?”.
