El 81 por ciento de los entrevistados dice no creer al líder del PRO cuando éste asegura que no recibió dineros por parte de Soquimich para su campaña presidencial.
La última encuesta Plaza Pública Cadem dedicó un apartado especial al denominado Caso SQM, donde la más afectada por esta situación resultó ser la Presidenta Michelle Bachelet.
En este sondeo, el apoyo a la mandataria registró una baja de cinco puntos (de 28% a 23%). En tanto, la desaprobación tuvo un aumento de tres puntos (62% a 65%).
El gerente de asuntos públicos en Cadem, Roberto Izikson, sostuvo que estas cifras demuestran que los niveles de apoyo y rechazo en el caso de la Presidenta Bachelet se mueven en cifras más o menos ya establecidas, entre el 25% y sobre el 60% respectivamente, y que el aumento de aprobación que obtuvo hace una semana estuvo asociado a una coyuntura cuyo “efecto se diluyó rápidamente”.
Consultado respecto a que la Presidenta Bachelet sea la figura más afectada por el caso SQM, con un 37% de las menciones entre quienes dicen conocer el caso, Izikson afirmó que la Presidenta se ha transformado -desde el Caso Caval en adelante- en «el símbolo de la falta de confianza política».
En ese sentido, el experto dijo que la relación de su hijo, Sebastián Dávalos, y su nuera, Natalia Compagnon, en el propio Caso Caval; y la relación de Rodrigo Peñailillo y Giorgio Martelli con su campaña, «sin duda la han afectado. Es natural sindicarla a ella cada vez que se habla de estos casos».
De igual modo, la encuesta Cadem constató que los correos electrónicos que vincularían al ex candidato presidencial, Marco Enríquez-Ominami con facturas emitidas por su ex asesor Cristián Warner a SQM y que serían destinadas para un supuesto financiamiento irregular de campañas, afectaron significativamente al ex diputado socialista.
Un 81%, dentro del 81% que dice conocer el Caso SQM, dice no creer al líder del PRO cuando éste asegura que no recibió dineros por parte de Soquimich para su campaña presidencial.
Según el estudio, este porcentaje es similar al que no le creía a Andrés Velasco cuando dijo que los dineros que recibió por el Caso Penta fueron por servicios profesionales y no para financiar su campaña.
Asimismo, un 77% quienes conocen el caso, consideraron que son insuficientes las explicaciones que ha dado el presidente de la Fundación Progresa. Esto es, sólo un poco menos al 82% que encontró insuficientes las disculpas públicas ofrecidas por la UDI tras el Caso Penta.
Del mismo total: un 60% opina que la imagen de Marco Enríquez-Ominami «se ve mucho» o «bastante» dañada; mientras el 19 % considera que «no se ve afectada» y un 18% manifestó que en “algo” se ve afectada por su supuesta vinculación a estos posibles aportes de campañas desde la empresa de Julio Ponce Lerou.
De todos modos, MEO aparece detrás de Bachelet, la UDI y el propio Ponce Lerou, como los más afectados por el Caso Soquimich.
«Está metido en un aprieto similar al de (Andrés) Velasco», indicó el gerente de Asuntos Públicos de Cadem, quien agregó que Enríquez-Ominami «debería estar mirando cómo se movió el propio líder de Fuerza Pública ante la situación». Aunque, advirtió: «MEO está lejos de situarse fuera de la carrera presidencial, debe encontrar un relato para hacer frente a quienes lo involucran».
