Publicidad
Bachelet a lo Pilar Sordo: pasa video motivacional y apela a que Nueva Mayoría no la deje sola Cónclave oficialista definió hoja de ruta con énfasis en salud y seguridad ciudadana

Bachelet a lo Pilar Sordo: pasa video motivacional y apela a que Nueva Mayoría no la deje sola

Marcela Jiménez
Por : Marcela Jiménez Periodista de El Mostrador
Ver Más

Bachelet, quien –según comentaron algunos de los asistentes– hizo una suerte de autocrítica desde la vereda de La Moneda, respecto a asumir la falta de coordinación y diálogo con los partidos, puso el acento con fuerza en imprimir un sello colectivo a sus palabras, en recalcar lo necesario del compromiso de todos con el imperativo de sacar adelante al Gobierno y que llevarlo a buen puerto en marzo del 2018 es una tarea y responsabilidad del oficialismo en pleno y no solo de algunos.


Literalmente a puertas cerradas y con discursos de las autoridades que se mantuvieron en privado, esa fue la tónica de la extensa jornada de trabajo que aglutinó ayer a todo el oficialismo –ministros, dirigentes y parlamentarios– para definir la hoja de ruta que aplicará desde ahora La Moneda. El objetivo se logró, la Nueva Mayoría se alineó tras el liderazgo de la Presidenta Michelle Bachelet y se definió una carta de navegación que mantuvo vigente en líneas gruesas las promesas de campaña contenidas en el programa, pero que incorporó como prioridades gubernamentales parte de las demandas ciudadanas más sensibles: salud y seguridad ciudadana.

El respaldo de la coalición a Bachelet no es un dato menor, se produjo en el momento más necesario, después que la encuesta Adimark arrojara como resultado que hay un 70% de rechazo a la gestión presidencial y que solo un 26% apoya a la Mandataria. En el oficialismo hace rato ya que tienen asumido que quedaron para el cajón de los recuerdos los tiempos en que la Mandataria estaba en el Olimpo de los sondeos, con un liderazgo incombustible que la hacía no necesitar de nada ni nadie, razón por la que el objetivo central del cónclave era obtener un compromiso de defensa y reafirmación del liderazgo de Bachelet y no se escatimaron esfuerzos para ello.

“Se terminó el amor y ahora comienza el verdadero matrimonio”, sentenció una alta fuente de Gobierno para graficar el resultado del cónclave en este punto.

Tras la llegada de la Presidenta a las 15:00 horas al Estadio El Llano de San Miguel, se mostró a los ministros, presidentes de partidos, diputados y senadores un “video motivacional” muy del estilo de los que usa el director de la selección, Jorge Sampaoli, en el que se buscó apelar a la mística y al mejor momento de Bachelet, con extractos del discurso que dio ese 11 de marzo del 2014 desde el balcón de La Moneda, después de ingresar por segunda vez a Palacio con la banda presidencial cruzada y el 62% de los votos en el bolsillo. Un recordatorio tácito a las huestes de la Nueva Mayoría de que la Mandataria volvió a dirigir el país solo porque la coalición así se lo pidió una y mil veces, porque era su única opción viable y real de recuperar el poder.

[cita] Nadie terminó exultante de mística del cónclave, pero sí se reconoció que “se dio un paso hacia adelante que era indispensable” y se asume, que el Gobierno apostó por ceder un poco a todos, transitando por el ancho camino del medio, que es el que evitará las renuncias y, más que nada, el riesgo del discolaje en momentos en que Bachelet necesita gobernabilidad interna para cumplir esta hoja de ruta. [/cita]

Luego del video, fue el turno de Bachelet, quien –según comentaron algunos de los asistentes– hizo una suerte de autocrítica desde la vereda de La Moneda respecto a asumir la falta de coordinación y diálogo con los partidos, pero también puso el acento con fuerza en imprimir un sello colectivo a sus palabras, a recalcar la necesidad del compromiso de todos con la necesidad de sacar adelante al Gobierno y que llevarlo a buen puerto en marzo del 2018 es una tarea y responsabilidad del oficialismo en pleno y no solo de algunos.

Hablo de la importancia de asumir que hay que actuar frente a las posibilidades que entrega “la realidad de hoy y en la realidad de hoy”, con una hoja de ruta clara y, sobre todo, responsable.

El discurso, al cual no se tuvo acceso público, es probable que solo hoy se difunda en la página web oficial del Gobierno. Una reserva que en La Moneda explicaron siempre estuvo contemplada en el diseño original del cónclave, que buscó no dejar nada al azar, asegurarse que nada ni nadie se saliera del libreto antes de poder terminar el debate interno y establecer las conclusiones: “Una precaución necesaria”, precisaron.

Durante las casi cinco horas que duró el cónclave imperó un férreo hermetismo acerca de lo que sucedía adentro. Los ministros asistieron sin asesores ni equipos de prensa, no se dejó entrar a nadie que no fuera de los invitados, ministros, parlamentarios y jefes de partido, la idea era proporcionar un espacio de debate y diálogo en confianza. Originalmente se pensó que la Presidenta no iba a estar durante todo el cónclave, solo al principio y al cierre, pero optó por quedarse ahí durante todo su desarrollo y afirman que se le vio escuchar y conversar relajada y abiertamente con todos los asistentes.

El diálogo político durante el cónclave, pero especialmente el que se realizó permanentemente durante toda la última semana con un sinfín de reuniones entre los partidos, los parlamentarios y los ministros rindió sus frutos. Si bien la primera lectura es que, ante el débil momento político que atraviesa la Mandataria, no tenía otra opción más que ceder algunas cuotas de poder, en la Nueva Mayoría celebraron anoche que finalmente La Moneda se decidiera a escuchar a sus partidos y se abriera a incorporar sus planteamientos y no hacer oídos sordos, como fue la tónica durante el primer año y medio.

El ‘realismo sin renuncia’ –del que se habló tanto durante las semanas anteriores, desde el consejo de gabinete en que Bachelet acuñó la frase para graficar que el programa debía adecuarse a la realidad de estancamiento económico– ayer tuvo finalmente algunas precisiones. Significa que se mantienen los objetivos políticos establecidos en el programa, pero que se van a llevar adelante con gradualidad, como en el caso de la reforma educacional, ya que el proyecto de ley que se despachará al Congreso incluirá la gratuidad universal en la educación superior, aunque se modificó el 60% inicial por 50% de los sectores más vulnerables para el 2016 y ampliando, a cambio, la cobertura no solo a las universidades del Cruch sino también a casas de estudios privadas que cumplan con requisitos de calidad y acreditación, además de Instituciones Profesionales y Centros de Formación Técnica.

Se reiteró que serán construidos 20 hospitales, pero en los próximos meses se reasignarán recursos para reducir las listas de espera y potenciar la incorporación de médicos especialistas a la salud pública. Se aseguró que se mantiene la elección directa de intendentes el 2017, que el proyecto de desmunicipalización debe estar aprobado antes de noviembre del 2016 y se comprometió a poner el foco de gestión en la seguridad ciudadana, con un trabajo coordinado que apunte a prevenir el robo de viviendas y automóviles, junto con revisar el sistema penal con miras a establecer una aplicación más inteligente, que contenga, por ejemplo, la libertad de los reincidentes.

Desde La Moneda reconocen que todos estos planteamientos fueron hechos por los presidentes de partido durante la semana pasada en las distintas reuniones, por lo que el hecho de que Bachelet las enumerara públicamente en la declaración que hizo para dar a conocer las conclusiones, implica que efectivamente las propuestas tuvieron eco. “Finalmente la Nueva Mayoría, los partidos, son la contraparte real del Gobierno, como corresponde”, explicaron fuentes de Palacio.

La Presidenta en su declaración final reiteró en forma especial el compromiso con el inicio del proceso constituyente en septiembre, pero acotó que la primera etapa estará enfocada en la educación cívica constitucional, a que la gente comprenda realmente de qué se trata dicho debate y cuál es su importancia. También hablo de la reforma laboral, dijo que se mantiene a firme el objetivo de equilibrar las relaciones entre empresarios y trabajadores, pero que se hará promoviendo el empleo.

La ausencia de detalle y precisión en ambos temas tiene su explicación. Durante todo agosto el ministro del Interior, Jorge Burgos –quien desde hace semanas está a cargo de las riendas políticas del tema constitucional– se reunirá con cada partido de la Nueva Mayoría para escuchar sus propuestas. Eso, además de la idea de realizar un cónclave especial solo para aterrizar, consensuar y organizar las distintas posturas que hay en el oficialismo.

En La Moneda explicaron que en materia laboral se apostará por lo mismo. Generar una reunión, un encuentro de discusión de la Nueva Mayoría para conjugar las posturas en este ámbito, considerando que la reforma ya está en segundo trámite y, por lo mismo, había muchas aprensiones en la coalición en cuanto a que el proyecto quede licuado luego de pasar por la cocina del Senado.

Nadie terminó exultante de mística del cónclave, pero sí se reconoció que “se dio un paso hacia adelante que era indispensable” y se asume, que el Gobierno apostó por ceder un poco a todos, transitando por el ancho camino del medio, que es el que evitará las renuncias y, más que nada, el riesgo del discolaje en momentos en que Bachelet necesita gobernabilidad interna para cumplir esta hoja de ruta.

Ahora viene poner en práctica todo lo que se habló ayer. El PS, con Isabel Allende a la cabeza, con sus diputados y senadores, se reunirá con Bachelet a las 8:30 horas en La Moneda para dar una señal de apoyo al liderazgo presidencial y a las reformas sociales; el senador del MAS, Alejandro Navarro, habló de la importancia de que la Mandataria “vaya a terreno”, y desde el PC, el timonel Guillermo Teillier, despejó las dudas sobre la permanencia de su partido en la Nueva Mayoría.

Publicidad

Tendencias