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Marcelo Díaz en medio de polémica por el computador de Dávalos: «Este error es mío, y lo asumo yo»

Marcelo Díaz en medio de polémica por el computador de Dávalos: «Este error es mío, y lo asumo yo»

La declaración del encargado de informática de La Moneda lo dejó sin piso y se vio obligado este jueves a hacer un mea culpa por la entrega a la prensa de «información» incompleta sobre por qué al equipo del hijo de la Mandataria se le había borrado toda la información. En su defensa alegó que cuando ocurrieron los hechos ni siquiera estaba en Chile, y confirmó que fue el administrador de La Moneda, Cristián Riquelme, quien le proporcionó la versión del supuesto protocolo para formatear los PC de las autoridades.


El ministro secretario general de Gobierno, Marcelo Díaz, reconoció haber cometido un error al atribuir a un “protocolo” las circunstancias en que fueron borrados los datos del computador que utilizaba el ex director Sociocultural de la Presidencia, Sebastián Dávalos, en circunstancias que el jefe de informática de La Moneda, Luis Escalona, afirmó ante los diputados de la comisión investigadora del caso Caval que fue el propio hijo de la Presidenta Michelle Bachelet quien, momentos antes de dejar su cargo, en febrero pasado, le solicitó eliminar toda la información de ese equipo.

«Este error es mío, y lo asumo yo», dijo el vocero del Ejecutivo, después de quedar en una incómoda posición que lo obligó a salir a hacer un mea culpa, aunque haciendo hincapié en que cuando ocurrieron los hechos él se encontraba en Buenos Aires ejerciendo como embajador de Chile en Argentina; y en que la información incompleta sobre el asunto la recibió de boca del administrador de La Moneda, Cristián Riquelme, un miembro de la denominada G90 muy cercano al ex ministro del Interior Rodrigo Peñailillo, con quien este participó en la compra de un terreno por 380 millones de pesos en Peñalolén durante la precampaña de Bachelet.

Con semblante serio, Díaz dijo que “con mucha franqueza, creo que lo que corresponde decir es que recibí información incompleta que fue la que posteriormente les proporcioné a ustedes, que lamento que eso haya ocurrido porque ha generado una situación inconfortable para mí en lo personal, sin duda, y para el Gobierno. Y por cierto, a partir de este episodio vamos a tomar todas las medidas para que aquello no vuelva a ocurrir. Ese es mi ánimo, porque, ustedes saben bien, el vocero trabaja a partir de la información que obtiene respecto de distintos antecedentes sobre los que es requerido por los medios de comunicación, y probablemente en este caso debí haber sido especialmente prolijo en la recopilación de los antecedentes”.

Sobre el rol de Riquelme, afirmó: “Efectivamente, con quien conversé fue con el señor Cristián Riquelme minutos antes de concurrir o comparecer ante ustedes para efectos de poder entregar una respuesta respecto de aquello que ustedes nos habían anticipado y querían consultarnos, no es un funcionario que esté bajo mi dependencia, tampoco sé si él estaba completamente informado, yo no soy experto en la materia, lo dije en ese momento, pero aquí estoy delante de ustedes haciéndome cargo de haber entregado una información incompleta, porque fue la información que yo recibí”.

Díaz tampoco quiso volver a referirse al computador de Dávalos. “No voy a cometer dos veces el mismo error y no voy a opinar respecto de una materia que es especial y estrictamente técnica y sobre la cual no tengo competencias ni información que entregar. Me remito a lo que señaló el señor Escalona en el día de ayer a la comisión y, por cierto, como lo hemos señalado de manera reiterada, sobre este y otros casos, nuestra voluntad va a ser siempre de colaborar con la investigación que se realice en la Cámara de Diputados”.

El ministro no quiso tampoco señalar de quién depende Riquelme, ni tampoco si la situación amerita que se le pida la renuncia. “Lo que sí puedo señalar es que probablemente la responsabilidad de haber requerido todos los antecedentes era mía”, señaló.

Riquelme, quien se había desempeñado anteriormente como administrador del comando presidencial de Bachelet en la calle Tegualda, dependería directamente de la jefa de Estado. De hecho, su cargo oficialmente es de director administrativo de La Presidencia.

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