Ambos conglomerados registran más de un 70% de desaprobación
El experto en estudios de opinión pública dice que en la baja de aprobación influyó que los cambios expresados a partir del nuevo gabinete no surtieron efecto. Asimismo, añadió que más allá de los problemas puntuales el escenario es complicado para todos los partidos.
Roberto Méndez, director de la empresa Adimark, dedicada a los estudios de opinión pública y que mensualmente entrega una encuesta sobre evaluación del gobierno, explicó la histórica desaprobación que registró en el último sondeo la Presidenta Michelle Bachelet.
Según las cifras, la aprobación del Gobierno llega sólo al 24% y la desaprobación a un histórico 72%, números que no se habían registrado desde que se realiza la encuesta.
«La baja mensual no fue tan fuerte. Lo que pasa es que como viene tantos meses cayendo consecutivamente, llegó a este nivel que no habíamos visto nunca. Un 72% de desaprobación y solamente un 24% de aprobación, ni siquiera en el peor momento de Piñera. Entonces, nos marca un territorio nuevo, marca un distanciamiento del Gobierno con la ciudadanía, que no habíamos visto», afirmó Méndez en ‘Desde Zero’, de Radio Zero.
Sin embargo, fue más allá, recordando que la desaprobación no es solo respecto al gobierno, sino con toda la clase política. «Hay una cuestión, que al gobierno le está yendo mal, pero aquí si uno lee la encuesta con cuidado, es a la clase política entera, un alejamiento, un cabreamiento, un enojo de la ciudadanía, porque el juicio es muy lapidario con el Gobierno, con el gabinete, con la Nueva Mayoría, con la Alianza», señaló.
Ambos bloques políticos están empatados en solo un 15% de aprobación. «Es un clima muy complicado, el gobierno está siendo víctima de todo esto que tiene que ver con el financiamiento de la política, con esta desconfianza que se ha producido. Y bueno, con problemas más puntuales del gobierno, que se le juntó el tema de la delincuencia, que cayó a unos niveles impresionantes», dijo Méndez.
A su juicio en la baja puntual del Gobierno también influyó que los cambios en el gabinete y la nueva hoja de ruta de esta administración, no surtieron efecto. «Había una expectactiva en el mes de agosto, que el gabinete liderado por Burgos, Valdés, Díaz en la vocería, iba a aglutinar, a ordenar el equipo político, pero eso no pasó. Uno de los momentos claves de agosto fue el cónclave, que creó expectativas de que iba a haber una nueva hoja de ruta, un reordenamiento por parte del Gobierno, y no salió nada. Esa frase tan extraña del realismo sin renuncia, que ha creado más confusión».
