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Cardenal Errázuriz no creyó denuncias de abusos sexuales de Karadima porque «tenía fama de santo» Declaró durante 5 horas con presencia de dos de los denunciantes

Cardenal Errázuriz no creyó denuncias de abusos sexuales de Karadima porque «tenía fama de santo»

El religioso dijo que cuando fue arzobispo de Santiago desestimó las acusaciones contra el ex párroco de El Bosque debido a su prestigio y porque quienes aparecían como sus víctimas eran «adultos». En su declaración ante el juez Juan Muñoz Pardo, también negó de plano la posibilidad de haber actuado como encubridor.


El cardenal Francisco Javier Errázuriz reconoció que, en su época de arzobispo de Santiago, conoció las denuncias por abusos contra el ex párroco de la iglesia de El Bosque Fernando Karadima, pero que les restó credibilidad debido al prestigio que en ese entonces tenía el cura, afirmando que “hasta tenía fama de santo”.

Según informó el portal T13.cl, en su declaración ante el ministro de fuero de la Corte de Apelaciones Juan Muñoz Pardo –en el marco de la demanda civil que interpusieron los denunciantes para exigir al Arzobispado una indemnización de $450 millones y un acto de perdón público–, por supuestamente haber encubierto los delitos sexuales de religiosos, Errázuriz insistió en que pesó también el hecho que quienes se declaraban como víctimas eran personas adultas.

“A esa época la fama del padre Karadima era extraordinaria, tenía hasta fama de santo, con tal fama lo que era cierto, es decir, la denuncia, en esa época no la creí», manifestó el prelado. Sin embargo, negó tajantemente haber actuado como encubridor.

“No existe en mi conciencia, memoria de haber encubierto abusos sicológicos sexuales ni ministeriales, ni tampoco existió intento de silenciar o acallar las denuncias», dijo.

Y agregó que «después uno sabe que desde la perspectiva actual de la sicología y entiende que el abusado es incapaz de acusar a su abusador o por lo menos tiene mucha dificultad».

El juez Muñoz Pardo le preguntó al cardenal si consideraba que los denunciantes habían hecho “daño a la Iglesia”, como él mismo lo indicó en un diálogo por correo electrónico con el actual arzsobispo, el cardenal Ricardo Ezzati, a lo que respondió afirmativamente, aunque declarando luego que el daño mayor lo había hecho el propio Karadima.

«Sin pretenderlo, debido a la publicidad de la denuncia, sí (…) han dañado su confiabilidad, sin afirmar que se le haya querido dañar, el hecho de referirse públicamente al arzobispo de Santiago como criminal y ecubridor, la dañaba», señaló. Y luego afirmó: “Sin lugar a dudas el mayor daño lo causó Karadima con sus abusos».

Finalmente, recordó que cuando pidió la renuncia de Karadima a su papel de párroco fue por el hecho de haber cumplido 75 años y no por los hechos denunciados, pese a que en esa época ya estaba en conocimiento de las denuncias de José Andrés Murillo y de la madre y la esposa de James Hamilton.

Finalmente, reconoció que ante las denuncias de estos se actuó con “lentitud”, lo que no se repitió con los siguientes demandantes, Juan Carlos Cruz y Fernando Batlle, “ya que se actuó rápidamente para investigar y juzgar».

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