El abogado explicó que una forma de ejercer este lobby es por medio de «las fundaciones y los centros de estudios que quedaron fueron de la ley del lobby». «Hay una cultura política en Chile de promover los centros de estudio, las oenegés, las fundaciones», las que «se están convirtiendo en trincheras por donde puede correr el financiamiento electoral en cierto sentido y donde pueden correr directamente las influencias».
Renato Garín, estudiante de la Universidad de Oxford e investigador Centro de Análisis e Investigación Política CAIP, se refirió a la falta de política de generación del conocimiento, los centros de estudios y su relación con el lobby.
«Mi interés han sido la élites, entenderla en su funcionamiento y en su lógica interna. La elite chilena post-Pinochet tiene una lógica de las influencias muy importante, una lógica en la elite ha vuelto al Estado, un Estado neoliberal, que no es menos Estado, sino otro Estado que también lo ha vuelto funcional a los grupos de interés», dijo en el programa ‘No Hay Revolución sin YouTube’.
El abogado explicó que «el lobista por definición es una persona que tiene una gran red tras de sí, que permite intervenir en lo público para ponerlo en fin de los intereses privados (…). El lobby es el fenómeno posmoderno característico de cómo la élite toma esta influencia».
Garín explicó que una forma de ejercer este lobby es por medio de «las fundaciones y los centros de estudios que quedaron fueron de la Ley del Lobby». «Hay una cultura política en Chile de promover los centros de estudio, las oenegés, las fundaciones», las que «se están convirtiendo en trincheras por donde puede correr el financiamiento electoral en cierto sentido y donde pueden correr directamente las influencias».
