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Se apaga el genio de Eco: el hombre que hizo de la risa el sentimiento más humano A los 84 falleció el escritor italiano Umberto Eco

Se apaga el genio de Eco: el hombre que hizo de la risa el sentimiento más humano

Macarena Segovia
Por : Macarena Segovia Periodista El Mostrador
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El genio revolucionario de las letras, semiólogo, filósofo y escritor prolífico falleció en su hogar. El escritor reconocido por su ácida crítica a los medios y el poder detrás de ellos, nos dejó una de sus más magníficas obras, «El nombre de la Rosa», destacamos su genialidad y la simpleza de lo más importante en la vida, la risa, la alegría de la simple existencia.


A los 84 falleció el escritor italiano Umberto Eco.

Cerca de las 22:30, hora local de Italia, el genio revolucionario de las letras, semiólogo, filósofo y escritor prolífico, decidió descansar en su hogar.

El autor de El nombre de la rosa, se caracterizó por llevar el arte de escribir más allá de la literatura. En 1988 fundó el Departamento de Comunicación de la Universidad de San Marino y desde 2008 fue profesor emérito y presidente de la Escuela Superior de Humanidades de la Universidad de Bolonia.

Su crítica ácida al desarrollo de los medios de comunicación y el análisis del poder de estos fueron una tónica constante entre sus escritos e intervenciones públicas. Así lo definió en su último libro, Número cero.

«Hoy en día estamos en contacto con tantas culturas y lenguas, tantas prácticas y costumbres que piden ser reconocidas, a veces de manera pacífica, a veces por la fuerza, que me parece más necesario confrontar diversos sistemas de comunicación o diversas visiones del mundo», señaló en una entrevista para El correo de la Unesco en 1993.

«Número Cero es una parodia feroz del periodismo. Su reportero más aguerrido, por nombre Braggadocio, exclama en plena fiebre investigadora que ‘los periódicos no están hechos para difundir sino para encubrir noticias’ mediante el método de ahogarlas bajo una inundación. Algo que Internet ha llevado al paroxismo. Sucede el hecho X, no puedes obviarlo, pero, como pone en apuros a demasiada gente, en ese mismo número te marcas unos titulones que le ponen a uno los pelos de punta y tu noticia se ahoga en el gran mar de la información», señaló el crítico de El País, Jesús Ceberio.

«Número Cero es una parodia del periodismo pero también de los políticos y aun de los jueces de un país que no ha sido capaces de fijar una versión fidedigna de su historia más reciente», agregó el crítico.

De la densidad de El nombre de la rosa y la magnificencia de la risa

En 1980 Umberto Eco publicó su principal obra y primera novela, El nombre de la rosa. A través de un denso relato narra, en mitad del medioevo italiano, la historia de un fraile inglés llamado Guillermo de Baskerville, quien investiga una serie de asesinatos hasta resolverlos.

«En parte homenaje a su admirado Borges (Jorge de Burgos, el bibliotecario ciego está inspirado en él), la obra es un raro y genial puzzle de diversas formas literarias: la novela negra, el género histórico, incluso las historietas de humor modernas», describen en FilosofíaHoy.

La genialidad de Jorge de Burgos y la ácidez de uno de sus personajes más queridos fue retratada por el sociólogo Alberto Mayol, en el año 2011, en una carta al director, en El Mostrador.

«Desconozco las razones, pero esta semana no he logrado dejar de pensar en El Nombre de la Rosa. Con frecuencia mi pensamiento se ha detenido en Jorge de Burgos, personaje de Umberto Eco en dicha novela ambientada en la Italia medieval. Jorge de Burgos es un bibliotecario ciego, una ironía sobre Borges (juego con palabras /Burgos/ y /Borges/ manteniendo el nombre de pila y conservando los rasgos de oficio y la ceguera visual). Jorge de Burgos sabe que dentro de la biblioteca que administra se encuentra un libro decisivo, supuestamente perdido. Es la Comedia de Aristóteles».

«Y Jorge de Burgos toma una decisión radical: hay que salvar al mundo de la risa, el humor y el placer. Para ello toma la decisión de poner veneno en la comedia. Es una gran metáfora de la historia en general, es decir, de esas situaciones en que los hechos se suceden de un modo desestructurado y divertido y donde destacan las peripecias (el cambio en la suerte). Y claro, aunque a veces el resultado es tragicómico, de todos modos es divertido. En eso se está en la historia, en la diversión, cuando de pronto llega un Jorge de Burgos y llena de veneno la comedia. Es un interesante personaje para reflexionar este verano», sentencia Mayol.

Así como Alberto Mayol destaca la genialidad de Jorge de Burgos y su decisión de «poner veneno en la comedia», nosotros destacamos el mayor legado que nos dejó Umberto Eco: la genialidad y la simpleza de lo más importante en la vida, la risa, la alegría de la simple existencia.

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