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Riquelme se va a lo Insulza y atribuye su salida al «enrarecido clima que se ha ido generando en el país» Calificó negocios con el Estado como «emprendimientos» que le permitieron sostener a su familia

Riquelme se va a lo Insulza y atribuye su salida al «enrarecido clima que se ha ido generando en el país»

Tras hacer oficial su renuncia, el ex mano derecha de Rodrigo Peñailillo y militante del PPD señaló, por medio de un comunicado público, que «me retiro con la tranquilidad de que en 15 años de desempeño como funcionario en el Estado, realicé mis labores con compromiso y vocación de servicio público, así como con estricto apego a la normativa legal vigente».


Este lunes, a las 12:00 horas el ex administrador de La Moneda, Cristián Riquelme oficializó su renuncia, tras seis años en el cargo.

Desde Presidencia aseguraron que uno de últimos bastiones de la G90 que quedaban en el Gobierno llegó hasta Palacio temprano y se fue directamente a su oficina que queda en el «búnker», el subterráneo de La Moneda, en donde se reunió con sus colaboradores y jefes de servicios.

Todo esto mientras en La Moneda solo se encontraba la Vocera de Gobierno (s), Javiera Blanco, ya que el ministro del Interior, Jorge Burgos –quien dio a conocer su salida el pasado miércoles 17 de febrero y que habría cumplido un rol clave en la decisión de La Moneda–, se encuentra de vacaciones. Además, mientras la Presidenta Michelle Bachelet se encontraba en una pauta sobre educación en un Liceo de Melipilla.

Tras hacer oficial su renuncia, el ex mano derecha de Rodrigo Peñailillo y militante del PPD señaló, por medio de un comunicado público, que «me retiro con la tranquilidad de que en 15 años de desempeño como funcionario en el Estado, realicé mis labores con compromiso y vocación de servicio público, así como con estricto apego a la normativa legal vigente. Por ello comparto que, para la defensa de mi propia honra y prestigio, sea la Contraloría General de República quien, en uso de sus facultades, revise lo que estime conveniente».

Cabe recordar que Riquelme salió de su puesto tras verse involucrado en una serie de hechos que llevaron a políticos de todos los sectores a pedir su salida. Primero fue con el caso Caval, a partir de la cita que tuvo con Juan Díaz, el operador de la UDI comisionado por el síndico Herman Chadwick para vender los terrenos en Machalí. Díaz llegó a la oficina de Riquelme en La Moneda pidiéndole interceder ante Natalia Compagnon para que esta le pagara una deuda proveniente de un trabajo que hizo para Caval por encargo de CCU. Reunión que fue revelada por Patricio Cordero, también ligado a la UDI, en el marco de su testimonio judicial en el caso.

Riquelme, en su declaración ante la comisión investigadora de la Cámara de Diputados, reconoció que había cometido «una imprudencia» al recibirlo y aseguró que no sabía, «aunque parezca inverosímil», de su vinculación con el caso Caval. «No lo hubiera recibido», dijo.

El otro episodio complejo fue el relativo al formateo del computador de Sebastián Dávalos cuando este renunció a la Dirección Sociocultural de la Presidencia. Riquelme, se supo durante la investigación, participó en el formateo del computador de Dávalos. Luego volvió a generar controversia cuando se conoció que, usando sus prerrogativas, autorizó el pago de $40 millones para la realización de un documental dirigido a resaltar la gestión de Bachelet.

A esto se le sumó una declaración de patrimonio «incompleta», que debió rellenar después de las críticas del propio ministro Burgos. En dichos datos, fue posible apreciar un total de $570 millones en propiedades. Pero el tiro de gracia lo efectuó Ciper, cuando reveló el pago, en un lapso de tres años, de más de $417 millones de pesos corrrespondientes a contratos con el Estado de empresas ligadas a Riquelme. Socoar y Greentec concretaron negocios con el Estado para vender insumos médicos.

Todos estos hechos fueron calificados por Riquelme como un «enrarecido clima que se ha ido generando en el país», el que «ha hecho insostenible mi permanencia en el Gobierno».

Luego agregó que «rechazo enérgicamente esta práctica de culpar y sancionar a las personas antes de que se demuestre cualquier responsabilidad sobre sus actos», aplicando la tesis del delegado chileno ante La Haya, José Miguel Insulza, quien respaldó el rol en Chile de Pablo Longueira y acusó una persecución pública a su persona, luego de que se revelara una serie de correos entre el UDI y el ex gerente general de SQM, Patricio Contesse.

Finalmente, Riquelme se refirió a los negocios que mantuvo con el Estado. «En lo personal, durante un periodo complejo en lo laboral, constituimos dos sociedades. Esto permitió sostener a mi familia en ese tiempo y, debido a lo difícil que es desarrollar exitosamente los emprendimientos, decidimos continuar con el giro. Posteriormente, cuando asumí por segunda vez como Director Administrativo de la Presidencia, me desligué completamente de la administración de estas sociedades. Con respecto a mi declaración de patrimonio, quisiera manifestar que así como se menciona mis activos, no se ha mencionado que cada uno de estos tiene asociado un crédito bancario».

Quien ocupará el cargo de Cristián Riquelme en La Moneda será Óscar Sandoval, quien era el subdirector administrativo de Palacio.

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