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Jaime Bellolio: “La razón por la cual se busca a Ricardo Lagos es por ese liderazgo más autoritario” Diputado y referente de su generación en la UDI

Jaime Bellolio: “La razón por la cual se busca a Ricardo Lagos es por ese liderazgo más autoritario”

Valentina Araya
Por : Valentina Araya Estudiante de Periodismo UC
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A dos meses de las elecciones internas de su partido, el parlamentario miembro de la Comisión de Educación de la Cámara suena como presidenciable del gremialismo. Reconoce que la colectividad ha perdido su espíritu fundacional, critica duramente las reformas y falta de conducción del Gobierno y lo culpa de que el candidato presidencial de la Nueva Mayoría sea un fiel exponente de la vieja Concertación. Aquí se refiere a la nula condena de la UDI a Jovino Novoa, el futuro del legado de Bachelet y la necesidad de modificar, pero no cambiar, la actual Constitución.


-Cuando Ernesto Silva renunció a la presidencia de la UDI por su vinculación con el caso Penta habló de la necesidad de una renovación del partido, idea que han repetido diversos militantes. ¿Necesita “renovación” la UDI?
-Yo creo que todos los partidos necesitan renovación. Más aún cuando estamos en una época en la que hay un verdadero nuevo ciclo político y los partidos tal como hoy día están funcionando, son dinosaurios en fase de extinción. ¿Cuáles son las condiciones que han cambiado? Es que el poder hoy día se ejerce de manera distinta. Antes era mucho más piramidal, hoy la ciudadanía ya no solo quiere participar del producto final de algo, sino que quiere participar del proceso. El estándar que hoy nos exige la ciudadanía es mucho más alto. La lógica en la cual los intereses deben ser transparentados es completamente distinta. Entonces los partidos necesitan reconectarse con la ciudadanía, necesitan modernizarse.

-¿Qué significa modernizarse, renovar ideas, caras…?
-Yo creo que este es un problema de la cultura interna. La UDI fue capaz de sintonizar con Chile en los 90, fue muy exitosa en eso, por algo llegó a ser el partido más grande y que elegía más diputados, pero ese mismo espíritu fundacional se ha perdido y tiene que ver con lo popular, con hacer una política distinta. Hoy día no somos distintos en política y eso es algo que es urgente poder recuperar.

-¿Y cómo podrían recuperarlo? ¿Cómo podrían ser distintos en política?
-Yo creo que vamos como un avión con la nariz hacia abajo y se necesitan dos cosas: cambio de dirección y energía. El cambio de dirección implica un proyecto distinto al que hoy día tenemos. En términos de principios son los mismos, pero los principios que se definen en los 80 y los 90 están enmarcados en el contexto de los 80 y los 90, y esos principios hoy día son totalmente distintos porque estamos en un nuevo ciclo, no solo del país sino que de la política en general.

-La UDI no condenó el actuar de su ex presidente Jovino Novoa. Como parte de la “nueva generación” de la derecha, ¿cree que el partido debería cambiar su forma de actuar o respalda la decisión de Hernán Larraín que resolvió “no enredar la institucionalidad”?
-Yo creo que esto ya cambió. En enero de 2016 se aprobó una ley que es súper importante y cambia el estándar legal completo en qué es lo que debe hacerse en términos de financiamiento de campañas y de partidos. Tanto así que alguien que haya financiado de manera irregular su campaña pierde el cargo y si son montos muy importantes tiene pena de cárcel. Y eso para los partidos significa que tienen que ajustarse no solo a esa normativa legal, sino que significa que el estándar al cual estamos sujetos es mucho más alto en transparencia, en rendición de cuentas, en coherencia.

-Pero más allá de ese estándar que es transversal a toda la ciudadanía, ¿debería la UDI, como partido, sancionar a eventuales futuros imputados o condenados de sus filas?
-No voy a comenzar a contradecir lo que ha dicho la directiva del partido, hoy día no hay impunidad en esos temas, están siendo investigados y sancionados por la justicia y lo que uno espera es que esa investigación y esas sanciones de la justicia sean justas, que haya un tratamiento igual para todos quienes estén en las mismas situaciones y hasta ahora eso no lo hemos visto.

-En mayo se realizarán las elecciones internas de la UDI, que elegirá a su nueva directiva. Se ha hablado de su posible candidatura e incluso que, de postularse, contaría con el apoyo de Ernesto Silva. ¿Bajo qué condiciones estaría dispuesto a asumir la presidencia del partido?
-Yo no creo en los proyectos individuales, ni en los mesías, ni en redentores. Aquí esto tiene que ser un proyecto colectivo de cambio y por lo mismo nunca va a ser unánime, porque, si es unánime, entonces es la perpetuación del statu quo. Yo creo que la UDI necesita un cuerpo mayoritario común, pero no unánime, para romper con el statu quo en el que hoy día estamos. Yo creo que también va a ser importante para la UDI que la elección sea mucho más participativa, más abierta, competitiva. A mí me gustaría para el partido que la elección de la directiva fuese por un militante un voto, porque como es importante el cambio, tiene que estar validado por la mayor cantidad de militantes posible.

-¿Y usted estaría dispuesto a liderar ese proyecto?
-Yo creo que hay muchos que están dispuestos a liderarla, estamos trabajando en equipo para eso y yo no me voy a pronunciar sobre si soy yo o no, pero esto es una decisión colectiva.

-¿Qué piensa de que caras históricas de la UDI, como Lavín y Coloma, pudieran asumir su presidencia? ¿Interferiría con el proceso de renovación y/o reestructuración? ¿Qué candidatos sí representarían la renovación?
-Yo creo que la renovación no tiene que ver con edad. Pero sí hay un ciclo nuevo en política que la UDI tiene que tomar, que de alguna manera comenzó Ernesto Silva y esa directiva que sufrió un revés por los casos que conocemos, que no pudo concluirse, y hay que retomar un rumbo transformador.

-¿Y qué candidato sí podría representar la renovación?
-Muchos. Yo creo que Javier Macaya, Felipe Ward, José Antonio Kast, otros que no son parlamentarios que también podrían ser parte de este nuevo ciclo y tener liderazgos importantes.

-¿Cuál es el mayor activo de la UDI en el contexto actual?
-Uno de ellos es que a lo largo de todo Chile hay dirigentes sociales, concejales, alcaldes y también diputados y senadores que han trabajado durante muchos años, entonces conocen muy bien las realidades locales. Mientras la izquierda ofrece un modelo que se desarma o un modelo único, lo que Chile Vamos y la UDI dentro de Chile Vamos tiene que ofrecer, es un modelo para armar donde no sea tu apellido, tus conexiones políticas las que te permitan llegar más lejos, sino que sea tu talento y tu esfuerzo.

-¿Cree que existe algún candidato con opciones reales de ganar las próximas presidenciales dentro de su partido o Chile Vamos?
-Sí, creo que hay varios candidatos y me gustaría que la UDI también, por supuesto, tuviera su candidato. Hoy día José Antonio Kast dijo que está disponible y ha estado recorriendo el país. Veo obviamente también a figuras como el ex Presidente Piñera y yo creo que eso tiene que definirse a través de una primaria. Hoy día hay un 70% de desaprobación a lo que ha hecho la Nueva Mayoría, pero eso no significa que ese 70% se identifique necesariamente con nosotros. Tenemos que ofrecerle una alternativa a ese 70%.

-¿Qué le parece que después de plantearse como una estrategia de cambio, la Nueva Mayoría tenga como su figura presidenciable más fuerte a Ricardo Lagos, fiel exponente de la Concertación?
-Yo creo que habla de la falta total de liderazgo que ha tenido la actual administración. La razón por la cual se busca a Ricardo Lagos es por ese liderazgo más autoritario. Y en el caso de Chile Vamos, obviamente la figura del ex Presidente Piñera, en comparación con lo que ha hecho este gobierno, (la diferencia) es del cielo a la tierra. Entonces yo sí veo que muchas personas que son de centro derecha dicen: “Bueno, queremos volver a ese liderazgo, a uno que dirija hacia un país que es más próspero, que es más justo, que va creciendo, que permite mayores oportunidades”, y por eso yo quisiera que la UDI presentara un candidato que represente el nuevo ciclo en política, que sea capaz de sintonizar con el país para los próximos 15 o 20 años.

[cita tipo= «destaque»]»Lo que Chile Vamos y la UDI dentro de Chile Vamos tiene que ofrecer, es un modelo para armar donde no sea tu apellido, tus conexiones políticas las que te permitan llegar más lejos, sino que sea tu talento y tu esfuerzo».[/cita]

-En una eventual carrera presidencial de Chile Vamos, ¿qué hacer respecto al legado de Bachelet? ¿Deshacer o trabajar desde lo ya hecho, aceptando que se trata de una base contraria a los ideales de su sector?
-Yo creo que los países no funcionan con la lógica del reset. Esa es la lógica de la retroexcavadora que tanto les ha molestado a los chilenos, pero hay muchas de las reformas que son malas reformas y que evidentemente va a haber que modificar. Yo no creo que haya que apretarles reset a esas reformas pero sí modificarlas sustantivamente. Hoy día, cuando estamos conociendo todos los problemas que está teniendo, recién a un par de días de ejecución, la Ley de Inclusión, bueno, obviamente esa es una que hay que modificar. Que la preocupación fuese por la calidad y no por el Rut o el estatuto jurídico que conformaba a ese colegio. Hay otras leyes que están en riesgo de que sean muy malas para el país, por ejemplo, las laborales. Ya se tuvo que reparar la reforma tributaria y probablemente vaya a tener que hacerse otro ajuste para que el país pueda volver a crecer para tener mejores políticas sociales, que es el objeto del crecimiento. Entonces sí, se van a tener que cambiar muchas reformas de manera profunda, pero no es para apretarle reset al país como quiere la izquierda.

-¿Está de acuerdo con la derecha más tradicional, contraria a que se haga una nueva Constitución y, en cambio, solo se hagan reformas sobre el texto actual?
-Yo estoy completamente abierto a que discutamos sobre cuáles son los cambios a la Constitución: qué es lo que hace nueva a la nueva Constitución. Pero suponer que hay que partir desde una hoja en blanco y que de ahí vamos a encontrar la solución a todos nuestros problemas es una ilusión y un populismo inaceptable. Ese es el camino que han seguido países que hoy día están en el desastre institucional. Yo creo que Chile tiene que avanzar en todo lo que ha construido. No me siento incómodo con el Chile de hoy, sino con las injusticias del Chile de hoy.

-Entonces hay que discutir, pero sobre el texto actual…
-Sí, yo creo que el texto actual por supuesto que puede evolucionar. Yo creo más bien en una evolución constitucional que en una revolución constitucional, en que haya que apretarle reset y entonces todos partamos de cero y que vamos a vivir como en el nirvana porque unos seres súper inteligentes, a través de una página en blanco, van a decidir cuáles son nuestros sueños y anhelos.

-¿Por qué la UDI votó en bloque para no reformar el artículo de la Constitución que prohíbe a dirigentes gremiales asumir cargos de representación en el Congreso?
-Ese es un mito de la izquierda que quiere que el presidente de la CUT pueda ocupar ese puesto y ser diputado al mismo tiempo. Lo único que se exige es que el dirigente social renuncie el día antes de levantar su candidatura al Parlamento. Los dirigentes sociales deben representar a sus gremios, no a partidos políticos. La izquierda no cree eso, cree en la instrumentalización de esos cuerpos. Nosotros no, creemos que los parlamentarios deben representar el interés general.

-¿Qué hay de cierto en los comentarios que han surgido desde el interior de la UDI aludiendo a que usted reniega del pasado de la colectividad?
-Yo no reniego del pasado, lo que pasa es que hay ciertas partes del pasado de las cuales yo no soy parte. Por de pronto, yo nací el año 80, entonces hay visiones que son distintas y que pueden convivir dentro de un partido. Pero yo creo que el espíritu fundacional de la UDI tiene que ver con estas ideas de la libertad, de que haya un modelo que permita que sea tu talento y tu esfuerzo lo que te lleve lejos, una preocupación especial por los más vulnerables, que le fue a pelear a la izquierda en las poblaciones en política, cosa que antes era impensada. Las lógicas de los 80 y los 90 pasaron hace 30 años o 20 años y hoy día necesitamos llevarlas a la lógica del 2016 en adelante, para ofrecerle un proyecto actualizado al país.

-¿Ha barajado la opción de renunciar y crear un nuevo referente o unirse a otro, como Evópoli o Amplitud, por ejemplo?
-Yo soy militante de la UDI desde el 2005, llevo 11 años. Y una de las razones por las cuales me metí es porque creo en la institucionalidad y querer cambiar por dentro las instituciones, así que por de pronto estamos en esa idea: en trabajar en equipo para intentar el cambio.

-¿Qué opina de que dirigentes históricos de la UDI, como son Lavín, Larraín, Van Rysselberghe y Chadwick, hayan celebrado en las redes sociales el triunfo en los premios Oscar del cortometraje chileno “Historia de un oso”, inspirado en la experiencia del exilio durante la dictadura, que en su momento avalaron?
-Yo creo que todo exilio es malo y hoy día los exilios que están ocurriendo son los exilios de las dictaduras de izquierda, de Cuba, de Venezuela, de Siria. Entonces es un tema que está vigente y la verdad es que es un orgullo para los chilenos que hayamos recibido, por el esfuerzo y talento de estos realizadores, un Oscar. Entonces, que algunos quieran celebrarlo me parece muy bien y que otros quieran después sacarles la cresta porque políticamente no les gustó que alguien de la derecha celebrara, es una pequeñez. Yo creo que todo Chile se siente orgulloso de que cineastas y realizadores chilenos hayan ganado un Oscar. Ese es un Oscar para el país y no solamente para un sector político.

-Entonces no tendría nada de paradójico…
-Hoy día el respeto a los derechos humanos es universal y espero que estemos en un estándar en el que aquellos que les gustó el Oscar y son de izquierda y están en contra del exilio, también lo condenen en los países que hoy día son de izquierda y están exiliando a personas.

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