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El discurso que Burgos no pronunció y donde justifica los «matices» de su agenda propia Tras la abrupta renuncia de Jorge Pizarro a la presidencia de la DC

El discurso que Burgos no pronunció y donde justifica los «matices» de su agenda propia

«La DC entiende -y seguro que lo hace- que ser parte de la Nueva Mayoría la obliga a respetar su agenda y programa de gobierno. Ese es su compromiso. Pero una definición más concreta de esa agenda admite matices, como no podría ser de otra manera en un pacto de partidos que precisamente porque se respetan deben reconocer que tienen historia, filosofías, formas de juzgar la realidad que son diferencias, aunque no tanto como impedirles para trabajar en conjunto», sostiene el ministro del Interior.


El ministro del Interior, Jorge Burgos, tenía pensado realizar un discurso durante la Junta Nacional de la Democracia Cristiana en donde abordaría el rol del partido en el gobierno, pero la abrupta renuncia de Jorge Pizarro a la presidencia de la colectividad determinó que el secretario de Estado no pronunciara palabra alguna. Sin embargo, el texto elaborado para la ocasión justifica algunos matices que se tiene respecto a la agenda impulsada por el gobierno.

Según consigna El Mercurio, antes de la salida de Pizarro algunas figuras de la DC habían hablado con Burgos para que diera su visión sobre el papel del partido en el gobierno, lo cual era una agenda sensible. Sin embargo, lo ocurrido en la Junta Nacional no permitió que el jefe de Gabinete expresara su sentir.

El texto que Burgos tenía preparado señala que la DC es «la segunda fuerza política del país y la primera de la Nueva Mayoría. Ser un partido de estas dimensiones no es gratis. Ello, por razones entendibles y algunas odiosas, ha molestado a nuestros adversarios, y a veces a nuestros aliados. Siempre ellos nos vaticinan que estamos en decadencia y prontos a desaparecer».

«Hay algunos en la derecha que nos acusan de irrelevantes por la sencilla razón de que no impulsamos sus políticas; y para contar toda la verdad, algunos, por suerte muy pocos en nuestra coalición, nos acusan porque no adherimos de modo acrítico a posiciones ideológicas que no compartimos», sostiene Burgos.

Además, la carta expresa que «tenemos el orgullo del gobierno de Eduardo Frei Montalva, con su revolución en libertad, la reforma agraria, la liberación de los campesinos, la chilenización del cobre, el desarrollo explosivo de las organizaciones, como hoy se llama a la sociedad civil, como son los sindicatos, los centros de madres, las juntas de vecinos».

«Tenemos el orgullo de haber encabezado la lucha contra la dictadura. Nuestro esfuerzo en la defensa de los derechos humanos siempre, y en cualquier lugar del mundo; nuestra política de acercamiento al PS, al Radical y a sectores de la derecha liberal para crear la Alianza Democrática y luego la Concertación, y nuestro triunfo en el plebiscito», precisa.

En ese sentido, Burgos buscaba exponer que «tenemos el orgullo de los diez años de las presidencias de Patricio Aylwin y Eduardo Frei Ruiz-Tagle, que son la década de mayor crecimiento (8% anual) que haya conocido la República y una enorme disminución de la pobreza».

«Sí, tenemos orgullo de la Concertación y de su obra, de las presidencias de nuestros aliados Ricardo Lagos y Michelle Bachelet. Su obra la consideramos como propia», agrega.

En su discurso, Burgos también tenía contemplado ahondar en las diferencias que ha tenido la DC al interior del bloque oficialista, indicando que «en su esencia, el programa de la Nueva Mayoría está acorde con lo que pensamos y con lo que han sido los rasgos de nuestro accionar político por décadas. Por supuesto, tenemos algunas diferencias, ¿pero qué conglomerado no las tiene? Discrepamos no sobre lo fundamental, pero sí en matices, y eso es bueno, saludable y sano».

«La DC entiende -y seguro que lo hace- que ser parte de la Nueva Mayoría la obliga a respetar su agenda y programa de gobierno. Ese es su compromiso. Pero una definición más concreta de esa agenda admite matices, como no podría ser de otra manera en un pacto de partidos que precisamente porque se respetan deben reconocer que tienen historia, filosofías, formas de juzgar la realidad que son diferencias, aunque no tanto como impedirles para trabajar en conjunto», expone.

«En esta coalición, un rol fundamental de la DC es mantener la influencia de su posición política, de los valores que la inspiran. Pedirnos que no lo hagamos es no conocernos», indica el jefe de la cartera de Interior.

Respecto a la reforma laboral y las diferencias que hay con el PC, Burgos señala que «nos une el propósito de una reforma laboral que dé un mayor poder de negociación a los trabajadores en la determinación de sus remuneraciones. Por su puesto queremos sindicatos más fuertes y una negociación colectiva más igualitaria. En eso nos distanciamos de la derecha, que siempre ha estado en contra de sindicatos fuertes, unidos».

Menciona que «nuestra historia como partido es la opuesta; ha sido siempre a favor del movimiento sindical. El gobierno de Eduardo Frei Montalva será recordado como aquel que mayor impulso dio el sindicalismo. Bajo la dictadura, mientras el gobierno perseguía a los sindicatos, nosotros como partido y dirigentes como Manuel Bustos los defendíamos».

El secretario de Estado finalmente se hace cargo de las diferencias que tiene su colectividad con el PC, afirmando que «es cierto que en esta materia tenemos diferencias dentro de la Nueva Mayoría. Pero eso es parte de la historia. La forma como el Partido Comunista enfrenta este problema es muy distinta a la nuestra, y nosotros estamos orgullosos de pensar distinto a ellos. En esta materia hemos tenido diferencias; pero nuestra contribución a hacer una mejor reforma laboral ha sido decisiva».

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