A los 97 años de edad
El ex Mandatario inició la denominada «transición» en Chile. Fue el primero de una sucesión de cuatro gobiernos de la Concertación. [En desarrollo]
A las 97 años de edad falleció esta mañana, en su residencia ubicada en la comuna de Providencia, el ex Presidente de la República Patricio Aylwin Azócar.
En el momento de su muerte se encontraba con su esposa Leonor Oyarzún Ivanovic, con quien estuvo casado 68 años. Con ella, el jurista tuvo cinco hijos: Isabel, Miguel, José Antonio, Juan Francisco y Mariana.
Cabe consignar que el pasado 18 de diciembre, el ex jefe de Estado fue ingresado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la Clínica Alemana de Santiago a causa de una contusión craneana que sufrió al caerse en su domicilio.
Se espera que durante esta mañana llegue hasta la residencia de la familia Aylwin la Presidenta Michelle Bachelet.
Por su parte, el Ministerio del Interior deberá establecer mediante un decreto supremo la condición de duelo nacional. Período de tres días que está normado por el Reglamento de Ceremonial y Protocolo del Ministerio de Relaciones Exteriores.
De tal forma, se fijará el izamiento de la bandera a media asta en La Moneda y en todas las reparticiones públicas, así como en las unidades de las Fuerzas Armadas y Carabineros y la suspensión de los actos y ceremonias de Gobierno que revistan el carácter de festejo.
Patricio Aylwin encabezó el inicio de la llamada «transición» a la democracia tras asumir como Presidente de la República en marzo de 1990.
Al comienzo de su mandato, formó la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, liderada por el jurista Raúl Rettig. La instancia constató que 2.279 personas fueron asesinadas o desaparecidas por agentes del Estado, constituyendo violaciones a los derechos humanos.
Un año después, en cadena nacional, Aylwin pidió perdón a los familiares de las víctimas: «La sociedad chilena está en deuda con las víctimas de las violaciones de Derechos Humanos. Por eso es que yo me atrevo, en mi calidad de Presidente de la República, a asumir la representación de la nación entera para, en su nombre, pedir perdón a los familiares de las víctimas».
