En los secuestros, la organización habría obtenido al menos $40 millones, además de otros $20 millones en robos con intimidación.
Por los delitos de asociación ilícita para el secuestro y robo con intimidación, la Fiscalía Centro Norte formalizará esta tarde a nueve integrantes de una peligrosa organización dedicada al secuestro y posterior cobro de rescates.
Tras una investigación realizada en conjunto con la Bipe, el Ministerio Público solicitó la detención de los imputados, los que serán formalizados la tarde de hoy.
De acuerdo con la investigación, desde al menos mayo de 2015 la banda comenzó a operar de manera jerárquica, con dos líderes a la cabeza, los que dirigían y coordinaban coordinan la ejecución de los delitos. Ellos organizaban telefónicamente los secuestros y se reunían con los integrantes de la organización.
Los encargados de coordinar la comisión de los secuestros eran otras siete personas, los que antes de efectuar el secuestro seguían a las víctimas para obtener información de sus movimientos.
Fiscalía logró establecer que al momento de perpetrar el secuestro utilizaban un vehículo, chalecos anti balas, chaquetillas y haciéndose pasar por funcionarios policiales simulaban una detención.
Una vez que la víctima se encontraba a bordo del vehículo, le ponían una capucha en la cabeza y la trasladaban hasta un lugar desconocido donde los mantenían en cautiverio.
Las víctimas eran trasladadas hasta un cautiverio en un sector rural, donde los esperaban personas encargadas del lugar. Eran otras tres personas que recibían a las víctimas y cuidaban el lugar.
De acuerdo a la investigación de la Fiscalía, todas las víctimas recibieron agresiones psicológicas y físicas, que en algunos casos fueron realizadas con armas de fuego.
Los llamados extorsivos los realizaban desde los propios teléfonos celulares de las víctimas a sus familiares, los que eran vigilados por miembros de la organización mientras se realizaba el pago del rescate.
Los secuestros se realizaban principalmente en el sector norte de Santiago. En los secuestros, la organización habría obtenido al menos $40 millones, además de otros $20 millones en robos con intimidación.
